Capítulo Único: "La reencarnación de dos amores"

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En nuestra vida nos han enseñado desde muy pequeños que estamos destinados a encontrar a nuestra alma gemela y que a pesar del tiempo, las dificultades y los obstáculos siempre ambas almas encontraban la paz trabajando juntas.

Buenos días querido – Dijo aquella mujer longeva con quien había compartido cincuenta y cinco años de vida juntos, de tez caucásica, voz melodiosa y cabellos blancos que representaban todo el peso de la experiencia de la vida.

Comentan que cuando encuentras a tu alma gemela y la vez fijamente a los ojos, tu mundo gris y sin vida cambia completamente dando paso a un mundo lleno de colores y muchas emociones. Aún recuerdo cuando conocí a mi bella dama en un concierto único de nuestro cantante favorito "Michael Jackson" no hizo falta ninguna palabra ya que al momento de vernos supimos que encontramos a nuestra persona destinada.

Buenos días, mi vieja – Me limité a darle una sonrisa forzada para que creyera que me encontraba bien, cuando en realidad era todo lo contrario

A mí no me engañas, te conozco perfectamente – Apenas dijo eso deje de sonreír y mantuve mi expresión seria, era tonto intentar algo para engañar a mi mujer porque ella me conocía hasta los silencios.

Sabes que no puedo estar bien dentro de unos días o quizás solo unas cuantas horas, la enfermedad acabará conmigo – Respondí en un todo triste, para luego ver lágrimas en aquella mujer que había sido mi acompañante toda la vida

¿Algún día nos volveremos a encontrar? – Preguntó con miedo mientras tomaba mi mano y yo trataba de corresponder aquel dulce gesto

Sabes perfectamente que... – Comencé a toser un poco – las almas destinadas están destinadas a encontrarse una y otra vez hasta el fin de los tiempos.

¿Y tú crees que nos volvamos a ver? – Volvió a realizar otra pregunta con unos sollozos leves

Nos volveremos a encontrar la cantidad de veces que sea necesaria, lo prometo – Luego de decir aquellas palabras comencé a toser sin parar y empezaba a costarme a respirar. Solo recuerdo a mi viejita salir corriendo por ayuda y que todo comenzaba a tornarse de colores negros pero en especial recuerdo esa luz al final de la oscuridad y todo comenzó a volverse blanco.

Lloraba como nunca aquel bebé recién nacido porque aún recordaba su vida pasada y quería regresar por aquel túnel, pero ya era tarde porque mientras unos gozaban el nacimiento de su nuevo hijo que con el tiempo olvidaría todos sus recuerdos para dar espacio a nuevos, otra señora sufría un infarto por la partida de su esposo.

Pasaron ocho años de la vida de aquel niño, su madre se encontraba ocupada cocinando el pastel para los nuevos vecinos que se encontraban llegando y no fue de esperarse que a las pocas horas tuviera que acercarse a la casa que se encontraba al lado.

Mamá esto es aburrido, ¿No puedo ir a jugar un rato al parque? – Dijo el joven de cabello lizo café y ojos color miel mientras suspiraba de forma frustrada

Matías sabes perfectamente que todavía estas muy pequeño para ir solo al parque, además tenemos nuevos vecinos – Respondió su madre mientras tocaba la puerta de sus vecinos – ¡Buenas Tardes! Soy Altagracia, y él es mi hijo Matías. Venimos a traerles este pastel para darles la bienvenida al conjunto residencial

Oh, muchas gracias. Pueden pasar – Respondió aquella señora desconocida de cabellos negros y ojos color esmeralda mientras terminaba de invitarles a entrar, al poco rato la madre de Matías y aquella desconocida se encontraban hablando como nunca, sin duda nacería una gran amistad de allí.

Hasta el fin de los TiemposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora