lágrimas negras caían sobre mi mejilla... me encontraba en el suelo del baño de mi casa, estaba destrozada, humillada, pero lo peor de todo era ese vacío en mi pecho que inundaba todo mi ser.
No había otra opción, no había otra salida o por lo menos yo no podía ver otra solución... eso pensaba mientras la navaja que estaba en mi mano derecha rozaba mi suave piel de mi brazo izquierdo.
Ya no sentía dolor... no podía existir dolor mas grande que aquel que sentía en mi pecho.
aquel chico que tanto amaba me había destrozado en milésimas de segundos, verlo al frente mio coqueteando con una chica cualquiera luego de haberme dicho que me amaba... solo recordarlo hacia aumentar mi fuerza en mi mano y hacer que aquella navaja diera cortes mas profundos haciéndome soltar un grito ahogado.
Lo amaba... lo amaba con todas mis fuerzas, pero para el solo fue un juguete mas. una idiota mas que caía en sus juegos de galantería y amor apasionado. le entregue todo mi ser, me dedique a el en cuerpo y alma, después de tanto que entregue por el me sentía vacía, sin nada que hacer, que nadie me necesitaba, solo quería dormir y no despertar mas...
Me pare lentamente, limpie los rastros de sangre que habían quedado en el piso mezclados con lágrimas y lave mi cara... al fin y al cabo nadie tenia porque ver que estaba llorando, aunque me vieran se que ah nadie le afectaría...
eran las dos de la mañana, ya todos estaban durmiendo, yo era la única despierta aun... decidí ir a acostarme, no tenía sueño pero ni quería ser regañada por mi padre.
a pesar de todo yo adoraba a mi papá, era mi héroe, mi ejemplo, se que a veces era muy autoritario pero solamente era por cuidarme y lo adoraré por siempre.
de mi madre no podía decir lo mismo, la quería y mucho pero la relación con ella nunca fue buena... en este momento solo pensaba que ella me viera, que viera mis muñecas, que me preguntara porq mis ojos estaban tan rojos, como fue mi día... solo eso buscaba.
pero aquí me encontraba, sola en mi habitación, con las luces apagadas y aun con lágrimas cayendo en mi mejilla hasta mi cuello.
solo podía pensar en como el tocaba mi cuello para luego besarlo delicadamente pero luego veía a el tan cerca besándose con aquella chica y mis lágrimas volvían a caer... al final después de dos largas horas mas pensando y llorando tratando de soportar el dolor que ocasionaba el rose de mi polera a mis cortes logre conciliar el sueño... al fin y al cabo había sido una larga noche...
