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Bomin toma la comida que compró y sale de la cafetería. Llega hasta el patio y se dirige al único lugar donde puede estar sin ser molestado. Se sienta bajo la sombra del árbol que se encuentra detrás de la cancha de fútbol.

El patio no está muy lleno, solo los nerds y rechazados andan por ahí.

Él no es nerd, tiene buenas notas pero tampoco se mata la vida en el estudio. Tampoco es un rechazado, solo le encanta estar solo para evitar la hipocresía.

Toma su manzana y le dá una mordida antes de que sus pensamientos lo ataquen.

Recuerda a su madre, una mujer preciosa y cariñosa. Tan atenta a su familia, que poco a poco se fue deteriorando debido a su enfermedad. La mujer había fallecido de cáncer cuando él apenas tenía diez años, dejandolo solo y con su padre, que meses después lo dejó abandonado a cuidados de su tía. Y creyó que con ella iba a ser todo diferente, que iba a sentir los mismo que con su madre pero se equivocó porque la mujer no era más que una vieja zorra y borracha, que vendía su cuerpo para poder sobrevivir.

Cierra sus ojos para evitar las lágrimas al recordarse a sí mismo bajo sus sábanas en su cuarto, con sus orejitas cubiertas para no escuchar las palabras sucias y obscenas que recibe su tía en el cuarto de sus padres. Porque sí, la mujer había decidido vivir con él y había convertido la casa en un prostíbulo, donde todos los días llegaba un hombre diferente.

¿Lo más triste?

Tuvo que aprender a valerse por sí mismo porque su tía apenas le daba dinero para un dulce o un juguito en la escuela. Empezó a trabajar a la edad de doce años para poder continuar con sus estudios y cuando cumplió los dieciocho compró un departamento, pequeño y solitario, para poder dejar la vida miserable con su tía.

Ahora está aquí, con veinte años, con una carrera de administración y con un diagnóstico reciente de cáncer.

Irónico.

¿Lo peor de todo?

Luego de casi diez años volvió a ver a su padre. Cuando había salido por la compras semanales de su humilde hogar, lo había visto con una niña en brazos y acompañado de un mujer. Lo vió ahí, tan sonriente y recordó cuando salía junto a sus padres. Como su padre llevaba a su mamá de la mano mientras él iba sobre los hombros de su progenitor. Pero decidió ignorar todo movimiento de ese hombre y apresuró su compra, queriendo escapar rápido.

Tomó de su botella de agua para poder tragar el nudo que se encuentra en su garganta.

No puede ser débil, tiene que estar fuerte para poder llevar su plan a cabo.

Un malvado plan para cualquiera. La mejor solución a los problemas para él.

-¿Porqué estás tan solo?-

Una sonrisa silenciosa adorna su rostro cuando reconoce la voz de la persona.

-¿Porqué no estás en la cafetería con los demás?-

Lee Daeyeol. Su objetivo y mejor opción.

-No tengo amigos-

Es muy divertido ver como el mayor finge no saber de él cuando debe de saber hasta su hora de ir al baño.

-¿Porqué? Eres muy agradable-

¿Agradable? Ja.

La mayoría de sus compañeros lo catalogaban como un amargado.

Pero...¿qué importaba lo que piensen los demás?

-Me halagas- le sonrió -Pero prefiero estar concentrado en mis estudios-

Daeyeol sonrió como si estuviera orgulloso de él. Ridículo.

-¿No quieres que yo sea tu amigo?- preguntó mientras una de sus manos se posaba en la pierna del menor.

Bomin sonrió complacido. Estaba logrando su cometido.

Daeyeol es uno de los chicos más ricos, y no solo en dinero, que pueden estar en la universidad. ¿Porqué no aprovechar que el tipo está muerto por él?

Tampoco es como si fuera a matarlo. Al menos no se le ha presentado la ocasión.

-¿De verdad quieres ser mi amigo?- le preguntó con fingida sorpresa.

-Quisiera ser más que solo un amigo, pero empezaré de a poco- el menor soltó un risa.

Y aunque el mayor creyó que fue solo por los nervios, Bomin sabía que lo había hecho para burlarse de él.

-Que gracioso eres, claro que quiero ser tu amigo-

El mayor sonrió antes de levantarse para luego ayudarle a él a ponerse de pie.

-No vemos despues, amigo- dijo el mayor, guiñandole un ojo antes de retirarse.

Y cuando perdió de vista al mayor, fue cuando un mueca de desagrado apareció en su rostro. Sin imaginarse que una sonrisa perversa, se cruzaría por el rostro de su mayor.

¿Quién es el objetivo de quién?





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⏰ Última actualización: Jan 07, 2019 ⏰

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