Algo inesperado

Cap 11

-Me quieres?  -preguntó Chanyeol mientras acariciaba mi pelo.

-NO -le respondí fríamente.  Me reí bastante al ver su rostro. Parecia un cachorrito. -TE AMO tonto. -dije al fin, dandole un tierno beso en los labios mientras me acorrucaba entre sus brazos.

La noche estaba un poco fria asi que decidimos no salir a caminar.

Yo ya me habia trasladado a la habitacion de Chanyeol. Nos quedariamos en la misma durante los dias que nos quedaban en el hotel.

Dormimos toda la noche como dos personas que se aman infinitamente y asi era. Consideraba a Chanyeol una de las pocas personas mas especiales en mi vida.

Me alegraba la idea de que él estaba siendo feliz. Siempre ha sido de los chicos que sufren hasta por  tonterias. Eso hacia que sintiera la necesidad de protegerlo y lo iba hacer porque lo amaba mas que a nada.

Me desperté sintiendo los brazos de Chanyeol rodeando mi cintura. Me volteé y ahi estaba durmiendo como un angelito. Quise levantarme lentamente para no despertarlo, pero aun asi lo hizo y me  tomó del brazo para que volviera a su lado.

-Aun es muy tenprano princesa -dijo entre cerrando los ojos y dandome un delicado beso.

-conociendote bien, para ti siempre sería muy temprano. Eres muy vago -le dije con cierto orgullo.

-ha ha que graciosa -dijo serio intentado no morir de risa.

-pero ya. Vamos.. hoy tenemos que disfrutar del hermoso dia. -dije alegre y confiada.

Fuimos al restaurante de comida italiana, la cual nos encantó. Luego de un rato decidimos dar un paseo en yate.

Fue muy divertido, pues no era yo quien estaba asustada, sino Chanyeol. De vez en cuando yo le jugaba una broma, intentando  menear el yate, y eso hacia que se asustara mas de lo normal.

Al terminar, fuimos a tomar fotos. habia un hermoso lugar en el que se pedian deseos. Chanyeol me tomó de la mano y fuimos hasta alli. El tenía una moneda al igual que yo en sus manos.

Yo  cerré mis ojos y lanzé la moneda a la fuente. "deséo que Chanyeol permanezca a mi lado aun en la distancia " Ese fue mi deseo. Chanyeol tambien hizo lo mismo, pero era obvio que yo no lo iba a saber pues era un secreto.

Al pedir mi deseo,  sentí un frio inmenzo recorrer mi cuerpo. Del mismo modo mi corazo comenzó a latir mas fuerte como si algo malo fuese a pasar. Tenía un mal presentimiento.