(esta parte contiene escenas de sexo mas o menos explicito)
Era el tercer día desde que Amaia se había marchado y sin duda habían sido días raros, nadie estaba tan animado, la chica aseguraba que estaba bien, pero que sencillamente no apetecía tener que estar en el hotel y ver a Alfred todos los días, aun así prometió que les ayudaría y aun participaría en el espectáculo de fin de verano, para el cual solo quedaba una semana más.
Agoney y Raoul no llegaron a hablar de lo que pasó, o más bien de lo quenopasó aquella noche, al menos no entre ellos.
–Ay Miriam, déjalo por favor – las mejillas del rubio no había recuperado un tono normal desde que su conversación había comenzado –. Estábamos hablando de Amaia, ¿en qué momento hemos llegado a esto?
–Pues amiga, en el momento que casi le comes la boca a mi novio.
–¡Que ya me has dicho que no lo es!
–Y no lo es, pero tu eso no lo sabías – la chica seguía riendo al ver su reacción.
–En serio, déjalo ya jo, que me sentí fatal – admitió –. Además que ni si quiera estoy seguro de que a Ago le guste...
–Oh – dio un sorbo al zumo que sostenía –. Créeme, le gustas. Solo le he visto mirar así a un chico y sabía que no tenía posibilidades con él, así que el único inconveniente que puede haber es que mi amigo sea un paradete y no sepa ni como mirarte a la cara.
Raoul decidió creer a Miriam, al fin y al cabo era su mejor amiga, ¿no? La conversación que mantuvieron después duró horas en las que Miriam le reconoció que le gustaban las chicas también, que al principio se había acojonado porque era algo que se había negado durante mucho tiempo y que aquel fue el motivo por el que Agoney y ella se habían hecho tan cercanos, habían pasado casi por la misma situación a la vez y eso les había unido como nunca. La chica felicitó a Raoul por no tener miedo a ser como él quería y por haberse sido fiel siempre, lo que el rubio no le dijo es que vivía con miedo, no era tonto y había escuchado los comentarios que se hacían de él en el instituto, que cada día había luchado por no esconderse y que solo lo había logrado gracias a Mireya, que le apoyaba incondicionalmente en aquel aspecto y había sido fuerte por los dos.
* * *
Ricky, Juan Antonio y Agoney iban a echar una partida a las cartas en los merenderos, era su tarde libre y no pensaban desaprovecharla.
–¡Rubio, ven aquí! – gritó Ricky sin moverse de sitio cuando le vio pasar por allí –. Nos falta uno para jugar a algo decente – y levantó una botella de vodka que había sobre la mesa.
Agoney se hundió un poco en su sitio al verle aparecer, no era una situación incómoda, ni era la primera vez que estaban juntos desde la noche del casi beso, pero aún se sentía algo cohibido frente al chico y seguía preguntándose como lo había hecho, como había sabido ver a través de él.Le miras de arriba abajo cada vez que aparece, quizás no es tan difícil, se regañó a sí mismo.
–¿Puedo confiar en salir de aquí entero? – preguntó Raoul antes de tomar asiento al lado del moreno y acomodarse todo lo cerca de este que podía sin invadir su especio personal.
–Depende, ¿quieres salir entero? – preguntó el ojiazul con una sonrisa pícara. Agoney le miró con los ojos como platos y Raoul soltó una carcajada.
–Lo siento, Ricardo, no eres mi tipo – y el otro fingió estar dolido.
–Tienes un tipo y todo, vaya, vaya con el pijo...
Lo ojos del rubio buscaron los de Agoney y cuando los encontró sonrió.
–Se podría decir que sí – volvió su atención a la mesa de nuevo –. ¿Qué pasa entonces, a que jugamos?
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I don't dance | Ragoney
ФанфикOne Shot basado/inspirado en HSM 2. [Y si, tiene dos partes porque soy una pesada]