Sólo una palabra.

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Capítulo 6:

Pasaron algunas semanas, escabullidos en el bosque, sin contacto alguno con la ciudad, pero no podría quejarme del todo.

A Tiefer se le ocurrió la idea de ir a un edificio el cual tenía un departamento deshabitado, donde podríamos quedarnos mientras. Empacamos algunas cosas y comenzamos a caminar. Cada paso que dabamos crujian las hojas secas del suelo y algunas ramas. El día fresco como cualquier día de otoño, las aves volando y dando piruetas en el aire y las hojas de los árboles sonando al roce del viento. Era una bella vista.

-¿En qué piensas?- Me preguntó el chico alto que caminaba a mi lado.

-En nada- Le respondí a Tiefer.

-Vale.- Volvió su mirada al camino.

Caminamos un buen rato, después de esa corta charla no nos hablamos, sólo mirábamos el paisaje que nos rodeaba. Al llegar a la ciudad todo parecía normal, casi. Nos seguían buscando, ya que Christiefer también ha sido catalogado como desaparecido. Caminamos como si nada al edificio. No había ningún guardia para nuestra suerte. Subimos por las escaleras de emergencia y abrimos la ventana del departamento que se ubicaba en el cuarto piso.

El suelo de éste era alfombrado y algo alcolchonado, me dirigí a una habitación y tendí los sacos de dormir. Tiefer llevó la comida a la cocina.

-Creo... creo que no hay gas para calentar la comida.- Me dijo éste.

-Ví una estufa a parafina, ¿por lo menos sirve?

-Me temo que no queda parafina.

-Iré a comprar.- Le dije.

Tiefer me dió dinero y salí por la terraza del departamento, bajando por las escaleras de emergencia.

Caminé por las calles y la brisa era cálida y arropadora, puse mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y caminé hasta legar a una gasolinería. Llegué a una y le pedí a un trabajador del lugar que me diera unos litros de parafina. Me llenó un bidón con éste combustible y le dí el dinero. Al terminar la compra volví por donde llegué, subí las escaleras de emergencia con el bidón en la mano derecha. Tiefer abrió la ventana y me ayudó a pasar. Éste prendió la estufa y calentamos la comida ensima de ella. Una media hora después estaba lista y la comimos.

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Nos sentamos alrededor de la estufa.

-¿Qué haremos?- Le pregunté a Christiefer mirándolo a los ojos. Su cara se iluminaba por la flama de la estufa.

-¿Con qué?

-Con nuestras vidas.

Christiefer se quedó pensando un buen rato, hasta que me devolvió la mirada y habló:

-Debemos seguir escondidos hasta que nos encuentren.

No respondí, nos quedamos mirando el fuego de la estufa a parafina, disfrutando de su calor, de su luz, y de su odio a la oscuridad. Luego de un rato me cansé, me despedí de Tiefer y me dirigí a la habitación sin antes dejar con seguro y alarma la puerta principal. Me tumbé en el saco y quedé en un profundo sueño.

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No sé que escribiiiirrr

Mi no estar inspirada

Mi estar estresada

Mi querer dormir

Creditos al Tobal, como siempre):

te quiero washo<3):

Don't cry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora