Rosas

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Traté de meter la llave en la cerradura, pero estaba tan nerviosa que parecía que tenía Parkinson (sin ofender a las personas que lo padecen). Sentía sus ojos mirándome la nuca. Logré meter la llave y abrir la puerta, me metí lo más rápido posible y subí corriendo las escaleras. Llegué casi sin aliento y con los pulmones que se me salían del cuerpo. Caminé hacia la puerta del departamento... Solo permanecí con la espalda apoyada en ella.

Comencé a notar que estaba sonriendo, como una tonta adolescente enamorada. Me sentí de nuevo una chica. Sacudí mi cabeza para tratar de volver a lo que sería este hermoso suelo en el que vivimos. Metí la llave y abrí la puerta, dejé las llaves en una pequeña mesa que se encontraba al lado de esta, pero... QUE CARAJOS!?!?

Jack mirando desde la ventana de su departamento, con una gran sonrisa en su rostro, un tanto diabólica, pero linda... Esperen, linda?

No podía soportar eso así que camine rápido hacia la cocina la cual era la única parte del departamento que la ventana daba al patio interno, de esa forma nadie podía molestarme con su mirada. Para matar un poco el tiempo mientras esperaba a Martín decidí hacer algo de comer. Busqué en la heladera, encontré unas papas y carne picada, así que me puse a preparar un pastel de papas.

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Escuché el timbre, lo raro era que no provenía de la puerta de afuera del edificio, si no de el exterior de la puerta del departamento. Malditas puertas que no tienen el ojo para mirar quien está del otro lado.

Supuse que era Martín, ya que había pasado una hora. Tomé las llaves y abrí, cuando me di cuenta de que no era Martín el que estaba del otro lado de la puerta, no no no, era Jack...

-Que haces acá?

-Acaso no puedo venir a visitarte?

-Eres un demente, loco, psicópata, vete ya de aquí.

-Pero recién llego, es descortés echar a las visitas.

-Visitas nada, te vas en este instante del departamento.

-No me voy nada.

-Te vas porque YO te lo digo.

-Hey hey hey que está pasando aquí?

Salvada por la campana! Martín justo venía acercándose por el pasillo.

-Que pasa querida?

Dijo Martín acercándose a la puerta y mirándome.

-No pasa nada señor, yo solo estoy enam...

-Nada Martín, solo es un vendedor pesado.

Martín miró a Jack con la peor cara que tenía mientras pasaba por al lado de él para poder entrar.

-Bueno, escuchaste a mi mujer, no quiere comprar nada, así que puedes irte.

-Claro señor, mejor pregunto en otros departamentos... Adiós.

-Buena suerte con la venta.

Dijo Martín antes de terminar de cerrar la puerta. Maldito Jack, estuvo a punto de echar todo a la basura!

-Porque insistía tanto?

-Ah no lo se, sabes como son los vendedores que tratan de convencerte de todas las mentas posibles.

-Si, tienes razón en eso... Mmmm, que es lo que huele tan delicioso?

-Mm te diste cuenta - reí un poco- es pastel de papas.

-Huele delicioso, si así huele no me imagino el sabor. Creo que hasta podría matarme de tan rico.

-Reí - Tampoco exageres.

Esa noche la pasamos muy bien, Martín me ayudó a lavar todos los recipientes que había utilizado y luego nos fuimos a dormir.

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-Mi amor, despierta, tenemos que desayunar...

Me dí vuelta para poder mirar a Martín, pero vi... A JACK!

-Que haces acá?

Dije mientras me desesperaba y caía al suelo.

-Amor estas bien?

Miré por el borde de la cama y Martín estaba acostado mirándome con cara de espanto.

-Amor... Que te sucede?

-Nada, creí ver algo pero déjalo, no fue nada... Vamos a desayunar.

-Si, mejor, tengo que ir a otra entrevista de trabajo.

-No era solo una?

-Me olvidé de contarte, cuando estaba esperando para la entrevista, unos hombres de otra empresa me preguntaron  si estaba buscando trabajo y me ofrecieron presentarme hoy en una entrevista, supongo que debo ir ya que si una no funciona por lo menos tengo otra.

-Y si te solicitan de los dos?

-Rió con ganas - Amor, no creo que eso pase, y si eso pasa, tendré que ver cual es la mejor opción...

-Sabes porque estaban esos hombres en una sala de espera para entrevistas de trabajo de otra empresa?

-No lo se, a mi sólo me solicitan...

-Okey... Mejor desayunamos

-Si mejor.

Preparamos algo clásico de Argentina... Mate, era una de las cosas que más me gustaba para desayunar, aunque no era muy nutritivo como esos desayunos estadounidenses que están llenos de cosas.

Al terminar lo acompañé hasta la puerta del edificio y me despedí de él con beso en la boca. Luego de eso, volví a subir al departamento cerré la puerta y me fui a dar una ducha.

Mientras terminaba de cambiarme escuché el timbre. Temí que fuera de nuevo Jack.

Me dirigí hacia la puerta y abrí. No había nadie, solo un ramo de unas rosas rojas hermosas en el suelo, con una nota que decía:

Espero que te gusten las rosas. No se nada de tus gustos, pero espero que te hayan gustado...

Jack.

Levanté el hermoso ramo del suelo y al hacer eso, aparece alguien saliendo del costado derecho de la puerta del lado de afuera, como si estuviera escondido...

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2014 ⏰

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