No de nuevo

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Un día que Julián salió a tramita unos papeles sobre su jubilación y la de Sara, pasó algo peculiar, la mucama que sus hijos le habían contratado no había llegado ese mismo día y Sara se había quedado a cocinar y limpiar un poco la casa mientras Julián estaba fuera, todo era como cualquier otro día, bueno a recepción de que esta vez limpiaria Sara, ella estaba limpiando mientras escuchaba las noticias y escucho algo muy impactante, cerca, muy cerca de su casa unos ladrones habían robado a un hombre y estaban ocultándose de la policía, apenas y escucho esto Sara se puso un poco tensa ya que Julián estaba solo en la calle y talvez no sabía nada, pero también se preocupó por ella misma ya que estaba sola y era una señora de avanzada edad y no podía ni de broma defenderse de esto así que de manera inmediata se puso a cerrar puertas y ventanas con seguro para que no le fuera a pasar nada y mientras lo hacía se seguía preocupando por su esposo que seguía fuera de casa, todo estaba ocurriendo muy rápido, pero de la misma forma el tiempo transcurría muy lento y los minutos sin Julián en la casa parecían eternos.

Mientras cocinaba alguien irrumpió en la puerta y Sara emocionada se apresuró a abrir la puerta ya que ya era hora de que llegara Julián y con un enorme suspiro abrazo hasta la puerta y la abrió, pero poco le duró el gusto porque apenas abriendo la puerta dos hombres jóvenes, mal vestidos y armados amenazaron a Sara y la obligaron a retroceder para que pudieran esconderse ahí, Sara estaba asustada, pero tranquila porque sabía que no se rentarían el corazón para jalar el gatillo de esa arma, cada segundo que pasaba Sara se ponía más tensa y cuando vio que los criminales no la observaban vio pasar a una persona a la cual le imploro que llamara a la policía, pero poco le duró el gusto por qué justo cuando la persona estaba por irse a llamar ayuda uno de los criminales la vio y se avalanzo sobre ella, Sara perdió el control y comenzó a gritar por ayuda y a intentar llamar la atención y en un momento inesperado el otro ladrón jalo el gatillo terminando con la vida de la pobre y cansada Sara y como el lugar ya estaba muy comprometido los ladrones huyeron de ahí, la gente empezó a juntarse en lugar de los hechos y años pocos minutos las autoridades llegaron, Julián iba llegando cuando vio que había mucho alboroto cerca de su casa y se apuro a llegar a ver qué pasaba, justamente cuando llegó un oficial se acercó a él y le pregunto que si la mujer que vivía ahí era de su familia y apenas respondiendo que era su esposa le dijeron la lamentable noticia lo cual fue algo que desgarro a Julián el cual solo se tiró en el suelo a llorar por su amada con el corazón desecho y el alma rota.

Las lágrimas del ayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora