El Dilema Tomas

1. Todo por una ensalada

Era sábado, ese día de la semana donde las clases en la universidad no eran pesadas y teníamos la tarde libre ¿Y qué hacíamos ese día? Exacto, Comer.

Todos los sábados desde que comenzamos la universidad, mis amigas y yo nos reuníamos a comer en el centro comercial que estaba a unos metros de donde estudiábamos.

Ese día en especial nos tocaba hamburguesas ¿Y yo? Nada, justo hoy no podía comerlas.

Cuando llegamos al centro comercial, entre risas comentábamos lo divertida que había sido la clase de teatro y que tema iba a presentar cada una sobre la clase de psicología pues era libre.

Tomamos asiento en una mesa que estaba libre dentro del patio de comidas, mientras observamos las doferentes opciones. Mc'Donnals, Burger King, KFC.

Mientras todas se iban a lo seguro en Mc'Donnals, yo fui a Burger King pues iba a comprar una ensalada y nuggets.

Revisaba mi celular esperando en la fila cuando:

-¿Vas a pedir preciosa? Porque no es por nada pero hay gente esperando

-Yo... Sí, lo siento.

-No te preocupes, preciosa. Para mí no es problema ver tu bello rostro sin embargo como comprenderás hay personas que quieren pedir su comida y además podría ser despedido.

-Una ensalada y seis nuggets, por favor- pedí hasta que reaccioné ¿Acaso el me había dicho preciosa?

Solo sonrió y anotó en la máquina.

-¿Cuál es el nombre de tan hermosa dama?

-Deja de llamarme hermosa, no me conoces.

-No, pero puedo admirar lo hermoso de igual manera

-Pues no lo hagas, me llamo Brianna. Se escribe con doble "N", siempre lo escriben mal.

-Está bien hermosa Brianna con doble "N", en quince minutos está tu pedido, son 10 dólares.

-Gracias-dije recibiendo mi boleta

-Emm... Brianna.- Escuché que me llamó.

-¿Sí?

-¿Me darías tu número?

Él se sonrojó y yo me sorprendí, no porque se sonrojara fue más el hecho de que me pidiera mi número, era un completo extraño que durante los anteriores diez minutos no dejó de coquetearme descaradamente sin embargo respondí:

-Quizá- le sonreí de vuelta y regresé a buscar a mis amigas.

Alcancé a ver que se quedó pasmado y luego sonrió divertido antes de volver atender a los demás clientes de la fila que al parecer se veían algo exaperados de tener que esperar para ser atendidos, hasta yo lo estaría, él estaba dando plática y ellos solo querían comer, era entendible. Cuando llegué a mi mesa mis amigas solo me observaron y preguntaron:

-¿Fuiste a fabricar la hamburguesa o qué?- Dijo Anbe mientras se reía.

-Sí, nosotras ya tenemos nuestra comida ¿Tan mal de atendieron?

Entonces pensé en lo que había pasado hace un rato y me reí.

-No, nada que ver, la fila era larga nada más.

Kristel frunció el ceño y dijo:
-Que raro, cuando fuiste hacer fila solo habían dos personas antes que tú.

Iba a responder cuando escuché en el micrófono:

-Hermosa y preciosa Brianna con doble "N", su comida está lista. Repito, hermosa y preciosa Brianna con doble "N", su comida está lista.

Tanto mis amigas como yo quedamos atónitas, mis mejillas se sonrojaron y las personas giraron a ver de quien se trataba la chica de la que hablaba el que atendía en el local de comida rápida. Caminé sin pensarlo mucho, cuando él iba a volver hablar al micrófono, solo lo tapé.