Hey, Chica De Los Libros

TREINTA Y CINCO

Tres días. Llevo tres benditos días vigilando mi casillero esperando ver al tal L o a alguno de sus amigos, a pesar de eso no he podido llegar a muchas conclusiones aún.

De los tres chicos que he visto solo uno está en mi clase, Matthew, sin embargo no encaja en la descripción, no tiene hermanos ni una L en su nombre. A los otros dos nunca los he visto en mi vida, pero siendo observadora me di cuenta de que todos se sientan juntos en la hora del receso. Así que planeaba observar a todos los que se juntan con ellos en esa misma mesa; sin embargo la nota que recibí hoy causo que mi plan se fuera por la borda.

"Hey, chica de los libros

Me he dado cuenta de lo observadora que andas estos días y quiero decirte que eres muy buena espía. Pero lamento informarte que no suelo sentarme con mis amigos durante el receso, no te diré él porque ya que te hará sacar conclusiones. Perdón por frustrar tus planes.

Tranquila, mi identidad no permanecerá oculta, algún día hablaré contigo. Pero creo que por ahora no será.

Atentamente, L"

Esa carta me dejó pensando. No soy estúpida, sé que existe la posibilidad de que lo que dijo sea mentira para despistarme. Pero si en realidad no lo es, vuelvo a quedar sin pistas suficientes.

Creo que es hora de pensar en un Plan B, y este si será completamente efectivo. Esta vez sí lograré descubrir quién es L en realidad.