Un día como cualquiera...

9 2 0
                                    


Un día más.

Un día más en el que estoy pensando en todo aquello que hice mal y en mi más grande error hasta ahora.

De verdad lamento lo débil que fui al dejar ir algo que era tan valioso. Algo que era tan real.

Algo que estoy segura jamás volveré a encontrar. 

Digo, es lo más normal.

Porque nunca se encuentra a una persona tan similar a la que encontraste por primera vez.

Y con primera vez no me refiero a tu primer amor...

No. Me refiero a la persona a la que le entregas por completo tu corazón, sin miedo a salir herido. Solo porque sabes que, si eso llegase a ocurrir, valdría totalmente la pena. A la que te entregas sin temor a que te llegue a conocer tanto que posteriormente pueda usar eso en tu contra.

Me refiero a aquella primera relación que tomas como algo serio.

Puesto que nos enamoramos tanto que no nos imaginamos un futuro en el que no esté esa persona. Y nos complementa tanto, que creemos que es la persona indicada, que es aquella que sujeta el otro extremo de nuestro hilo rojo.

Pero también pasa que cometemos el gran error de dejar ir eso tan bonito que solíamos tener. Porque llega el momento en que nuestros problemas emocionales son mucho más que el amor que sentimos. Y somos tan solitarios que queremos arreglar esos problemas por nuestra cuenta.

¿Y qué hacemos?

Alejamos las pocas cosas buenas que nos quedan, porque creemos que no las merecemos o que solo son más problemas que se nos sumarán a nuestra "maravillosa" vida.

A mí me pasó.

Y puedo asegurar que al pasar del tiempo me dí cuenta de que esos problemas arrasaron con todo en su camino. Y que yo sola lo permití. Nadie más.

Esos problemas que antes me causaban tanto dolor no son nada comparado con lo que ahora siento...

Y esa persona que era tan especial para mí, por supuesto que no iba a estar esperando por mí por los siglos de los siglos.

Esa persona, como todos. Tenía todo el derecho del mundo de seguir con su vida. 

Y más si me veía con otra persona de la mano. 

¿No? Es lo más lógico.

Es algo que tenía que pasar. 

Pero, ¿en qué momento uno se da cuenta de que cometió un grave error al dejar ir a esa persona?

Pues en el momento en el que te das cuenta que no vas a encontrar a nadie como él o ella.

Cuando empiezas a ver que no todas las personas te van a tratar de la misma manera, no todas las personas son honestas, no todas las personas te hacen sentir amada. 

Es cuando lo notas. Cuando notas que nadie va a ser como esa persona. 

Porque lo que sentía esa persona hacía ti ya no se ve todos los días. 

Te das cuenta que ahora, en la actualidad, los jóvenes le tienen tanto miedo al compromiso. Tanto miedo a querer, a respetar y a dar todo de sí. 

Que llega el momento en que te arrepientes de haberte rendido tan fácil.

Haberte rendido tras la primer crisis que surgió. 

Creemos que será algo fácil pero, no lo es. Amar es darlo todo. Es afrontar los problemas y buscarles una solución. Porque si crees que la persona con la que estas es la correcta, debes luchar por lo que tienen.

Lamentablemente yo me dí cuenta de eso muy tarde.

Cuando por fin eres feliz con alguien más...

Ahora yo me encuentro escribiendo esto que va dirigido solo a ti. El responsable de tantos otros de mis escritos.

Mientras tú te encuentras ahí, en tu habitación.

Seguramente deseándole buenos días y preguntándole si le gustaría hacer algo contigo el día de hoy. 

Mientras tanto mi subconsciente sigue repitiendo lo mismo una y otra vez...

¿Cómo crees que él se sintió?

Al verte con alguien que no era él. 

Al verte mirar a alguien más de la misma forma que lo veías a él. Obviamente se sintió destrozado. Obviamente a partir de ese momento pensó que tú ya lo habías superado por completo y que ahora él tenía que seguir con su camino. Porque no ibas a volver. Y él no te iba a estar esperando para siempre. 

¿Creíste que te esperaría hasta que te dieras cuenta de que la persona a la que sostenías no le llegaba ni a los talones?

Creíste que él iba  a saber lo miserable que te sientes al no haberle dado esa segunda oportunidad cuando te lo pidió porque, estabas muy ocupada disfrutando de lo que conlleva estar soltera. Creíste que él sabría que lo que tenías con ese nuevo sujeto no iba a durar más de tres meses cuando ni tú misma lo sabías. Y que cuando eso (como sea que se llamase) acabará, el iba a seguir ahí. 

Así que vas suplicando el perdón, y con ello, una segunda oportunidad. Cuando tú a él, cada vez que te la pedía, se la negabas. 

¿Y ahora te vienes dando cuenta de tu error?

¿1 año después?

Vaya que te tardas en darte cuenta de tus errores...

Pues demasiado tarde.

Ya es demasiado tarde.

Un día como cualquiera...Where stories live. Discover now