Cupido se enamoró

Capítulo 1

Hace veinte mil años atrás nació un ángel muy hermoso de cabellos negros como la noche, unos ojos color café oscuro preciosos y penetrantes, su piel monera, sus alas blancas como la nieve son algo increíble, suave y hermosas. Todas estas características hacen al ángel divino.

Dios su padre la trajo al mundo para un solo trabajo ser Cupido.
El ángel es hermoso algo que no se había visto en año o tal ves en ciclos.
Cuando Dios creó al ser humano también creo a otros dioses pero obvio nadie más poderoso que el, esto para tener un orden en el cielo como  en la tierra.
Dios creó el amor, la fe,la fuerza etc. Y con ellas nacieron los pecados por parte de lucifer.
El gran señor Dios le dejo a cargo a la diosa del amor Eileen el pequeño nuevo ángel.

-Apartir de ahora ella será tu responsabilidad.-dijo firme y serio

-¿Y que haré con esta pequeña recién nacida ángel?-preguntó con algo de nerviosismo

-Ella será cupido.- afirmó

-¿Qué? ¿Cupido?-pregunto algo confundida-¿Qué es un cupido?

-Esta pequeña angel te ayudará con los humanos.-supiro-Su nombre significa el deseo romántico, ella guiará a cada humano con el amor de su vida mediante que tu unas a los humanos con los hilos rojos del destino.-

-¿Me estás pidiendo que la entrené?¿Quieres que sea su maestra? O mejor aún su mamá.-habló muy emocionada

-Eileen no quiero tocar ese tema por favor.-dijo un poco enojado-acuerdate que le paso a Edward.-

Eileen recordó y de un minuto a otro su cara mostraba miedo, pánico, quería llorar pero No ,no lo haría enfrente de su padre.

-¿Cupido será mi aprendiz? Verdad?-

-No, por qué no entiendes.-se rascó la nuca algo cansado-Cupido será TU ayudante.-hizo énfasis en el tu.

-Está bien padre.-suspiro pesadamente-Ya entendí.-alzo una ceja confundida-¿Donde está la pequeña cupido?

-Está durmiendo en su cuarto, ve a levantarla.-suguirio su padre

-Claro padre.-dijo, y sin más se fue.

Eileen camino directo al cuarto de recién nacido cupido.
<<Que feo nombre, mmh tendré que cambiarlo>>

Pensó, para luego entrar a la gran casa y buscar un nuevo cuarto el que sería de la pequeña cupido.