Capítulo 2

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Capítulo 2: "La madre perfecta" 

–Al fin despiertas, cariño. Te has lastimado demasiado.

Mi cabeza daba vueltas. Abrí los ojos y tuve que volver a cerrarlos por el brillo de la habitación... ¿Un hospital? Huele a medicina. Eddie estaba sentado a un lado de mí, al parecer estaba en una cama, no podía moverme. Abrí de nuevo los ojos acostumbrándome a la luz y pude ver que estaba en alguna otra habitación de este lugar, pero estaba limpio, la luz parecía funcionar y ahora que me daba cuenta había un extraño olor a medicina y quizá algo de... ¿Lavanda?

Eddie comenzó a acariciar mi cabeza.

– ¿Quieres un poco de agua?

Asentí mientras trataba de hacer fuerza para levantarme, pero era inútil. Mi cuerpo estaba entumecido y aparte de eso estaba de nuevo atado a una cama, seguía usando un vestido pero este a diferencia del anterior no tenía tanta sangre.

Los dedos de Eddie presionaron mi nariz impidiéndome respirar, me asuste un poco y abrí la boca para tomar aire cuando sentí que me besaba, algo entraba hacia mi garganta, agua. Cuando se separó pude toser un poco.

– ¿Más agua?

Negué con la cabeza. Con esta luz pude apreciar perfectamente al hombre frente a mí, abrí los ojos con sorpresa al saber de quién se trataba. Era el paciente que gritó por mi ayuda cuando estábamos activando el motor morfogénico. La mitad de su rostro estaba lleno de esas alteraciones producidas por la maquina... todo esto... ¿Es por mi culpa? Porque hice de la vista gorda y ayude a estos sujetos, estaba tan desesperado por un trabajo que accedí sin pensármelo dos veces. Oh, no... ese chico... Miles, ese periodista que le dije que viniera a reportar. Espero que nada malo le haya sucedido.

–No llores, cariño –las manos de este sujeto acariciaron mis parpados limpiando mis lágrimas.

–Lo siento tanto...

–Shh...Shh... todo está bien ahora. Tú serás la novia perfecta, y yo seré tu mejor hombre, pronto seremos una familia perfecta, justo como decía mi madre.

–No lo entiendes, Eddie. Debes ayudarme a salir de aquí, si no esta pesadilla nunca acabará, tú, los internos de este lugar, incluso las malnacidas personas que trabajan aquí ¡Debemos ayudarlos y parar todo esto!

El hombre que portaba un elegante chaleco de retazos y peinado perfecto negó con la cabeza mientras desataba mis pies y manos.

–Cariño, eres tú la que esta confundida –sujetó mi cabello con fuerza a lo que yo cerré los ojos por inercia. – ¿Qué acaso no lo entiendes ya? No hay forma de escapar de este lugar, ¿Por qué debes hacer todo tan difícil?

–Recuerdo leer tu historial... eres un hombre inteligente y fuerte, por eso esos tipos de respetaban. Si lo deseas puedes salir de aquí, por favor... te prometo que nada malo te pasará, así que... ayúdame.

– ¿Nada malo me sucederá? ¡¿Nada malo me sucederá?! Oh, cariño... ya nada peor puede pasarme... –se acercó lamiendo mi mejilla – Ahora... te mostraré el infierno, para que seas igual que yo, para que nos amemos como hombre y mujer.

Iba a forcejar para escapar pero sus manos aplastaron mis brazos contra la cama. Sentí como su lengua se deslizaba por todo mi cuello dejando todo húmedo.

– ¡Ya detente, déjame! –iba a patalear pero el dolor de nuevo me impidió moverme.

Soltó mis manos y se separó un poco de mi cuerpo levantando mi vestido.

– ¡NO! –traté de empujarlo pero a cambió recibí una bofetada.

– ¡Cariño! No me hagas ser malo contigo –siguió levantando el vestido mientras abría más mis piernas. Dolía carajo.

No, no, no, no, no, no... detente... necesito escapar, debo...salir de aquí ¡¿Por qué no puedo pensar nada?! Tengo miedo.

–No puedes hacer esto...Eddie...

–Oh, no puedo ignorar tu hermoso rostro suplicar de esa manera, amada mía...pero... ya me engañaste una vez... –Se quitó uno de sus guantes y sin darme tiempo de nada metió dos dedos dentro de mi cuerpo. El dolor fue horrible.

–Por favor...

Encajaba mis uñas en sus brazos tratando de alejarlo. Comencé a sentir como sus dedos hurgaban mi interior. Abrían un espacio en una de mis heridas, sentí como un par de hilos se rompieron. No quiero morir... Sacó su mano llena de mi sangre.

–No fue tan malo, ¿Lo ves? Ahora hay espacio donde entrar.

Estás enfermo, estás loco. La parte frotan de mi cuerpo estaba tan destrozada, las heridas eran zanjas enormes con algunos hilos gruesos manteniéndolas apenas cerradas y aun así tú... eres un monstruo.

Escuché cómo su cinturón se desabrochaba, el deslice de su zíper anunciando lo peor que podría pasarme. Traté de mantenerme calmado y asimilar el dolor que se aproxima, pero mientras sentía sus manos deslizarse sobre mis piernas abriéndolas y a él acercándose lo único que podía hacer era llorar y tener arcadas por el dolor. Quizá me merecía esto... fue mi culpa que todo esto pasará...

–No pongas esa cara de sufrimiento, cariño, pronto todo se sentirá muy bien...

Su miembro comenzó a introducirse en mi cuerpo. Era consciente de que dos hombres podían hacer el acto sexual pero... Eddie había abierto mi cuerpo como si fuese el de una mujer, hizo un espacio donde pudiese entrar.

Mi cuerpo de arqueo y trató de escapar del dolor, iba a desmayarme en cualquier momento. Grité una y otra vez, hasta que me quede sin voz. Lo escuchaba jadear, escuchaba la tela del vestido moverse. Me lo merezco, este dolor... me lo merezco.

Algo se rompía lentamente dentro de mí, algo moría. No pude resistir más y vomité, quizá podría morir si me ahogaba de esa manera. Pero Eddie me hizo levantarme un poco para sacar todo de mi boca. No... aún falta pagar por mis errores.

–Pronto serás... una bella madre... –pronunció Eddie en mis oídos, con una suave voz. Sentí cómo algo caliente invadía mi cuerpo, llenaba mi vientre.

Que desagradable. 

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⏰ Last updated: Jan 11, 2019 ⏰

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Broken [EddiexWaylon]Where stories live. Discover now