Capítulo 33

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Alrededor de las tres de la mañana, Zack tuvo que bajar al auto de Brent para buscar las medicinas de Nick. El hombre al fin se había rendido ante el dolor y había permitido que Zack sugiriera que tomara sus malditas medicinas para que así pudiera descansar mejor. Y, debido a que el sueño era su mejor aliado para que sus heridas sanaran más rápido. Él había tomado sus pastillas a regañadientes y después de eso, el cansancio y los somníferos habían ganado la guerra y Nick había caído profundamente dormido.

A pesar de que Zack se había negado a dormir en la misma cama que Nick, el hombre había insistido en ello no aceptando una negación por parte de Zack, así que finalmente se habían acurrucado juntos con extremo cuidado de no lastimar a Nick. Había sido una tortura para Zack dormir en la misma cama que Nick y no poder tocarlo como quería. Las mantas, el edredón, las almohadas, todo estaba impregnado del olor de Nick. Y no ayudaba mucho que la fuente del olor que lo estaba volviendo loco, estuviera acurrucada cómodamente en sus brazos y su culo contra su entrepierna.

Zack se sintió como un bastardo enfermo cuando se levantó por la mañana con una dolorosa erección. Bien, era normal que él se levantará con una erección cada mañana, pero él sabía que esta vez la causa de su libido matutino no se debía únicamente a causas naturales.

Camino directamente al cuarto de baño y tomo una ducha helada, negándose a tocarse a sí mismo y aceptando su castigo por ser un bastardo enfermo y retorcido, por desear a Nick incluso sabiendo que el hombre estaba herido. Cuando salió de la ducha, se dio cuenta que ponerse la ropa del día anterior no era ni siquiera una opción. Así que camino por la habitación de Nick y busco ropa que le ajustase. Él no era mucho más grande que su amante, pero donde Nick era más delgado y estético, él era más ancho y con más masa muscular.

En uno de los cajones del closet de Nick, al fin encontró un par de pantalones de chándal azul marino y una sudadera gris que gracias al cielo, le quedaba un poco holgada. Así que prefirió descartar la camiseta que le ajustaba y colocarse la sudadera directamente, abrochando el zíper solo hasta la mitad de su majestuoso pecho. Justo cuando él estaba secando su cabello con la toalla, el timbre comenzó a sonar. Zack arrojó la toalla al cesto que había en el baño y miro a Nick antes de salir de la habitación. El hombre aun dormía y parecía imperturbable por el sonido del timbre.

Zack apresuro el paso hacia la puerta en caso que el sonido del timbre pudiese despertar a Nick e interrumpir su pacifico sueño. Él necesitaba descansar para poder recuperarse de todas sus heridas. Y, debido a la renuencia del hombre de tomar periódicamente su medicamento, por lo menos podría usar el sueño como sanador. Zack comenzaba a pensar que tal vez tendría que esconder los medicamentos de Nick en su comida. Esa sería la única forma de hacer que el hombre los tomara. Eso o esperar que el dolor lo venciera como había sucedido la noche pasada. Aunque Zack no podría permitirse el ver a su amante sufriendo con dolor, sabiendo que las pastillas podrían ayudar.

El timbre sonó nuevamente y Zack troto los metros que faltaban para llegar a la entrada, pero cuando abrió la puerta, no espero ver a su ex agente de pie tras el umbral.

La sorpresa en la cara de Theo Whenghtley al ver a Zack Davenport en la casa de su hijo menor fue imposible de ocultar. Él miro a Zack de arriba abajo como para asegurarse que tanto podía descubrir de él y Nick solo por su atuendo.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto. No un hola, no un ¿Cómo esta Nick?, ni siquiera un saludo decente por parte del hombre.

— Nick necesitaba que alguien lo cuidara por la noche, tiene una conmoción. —respondió Zack, encogiéndose de hombros sin dejarse intimidar por su ex agente y padre de su amante.

— Sé eso, —respondió tajantemente—. Lo que quiero decir es ¿Por qué has sido tú quien lo ha cuidado? ¿Dónde diablos está, Scott?

— Se fue a casa con Brent, —dijo Zack, cruzando los brazos sobre su pecho. Los ojos de Theo se estrecharon sospechosamente antes de que el entendimiento de las palabras "se fue a casa con Brent" lo golpearan directamente.

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