Uno

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JaeNo termina de peinarse como puede su cabello negro/azul, realmente no sabe cómo describir su extraño cabello, pero le gusta mucho su color y lo raro que es.

Además, hay alguien más que también le gusta. A Dong ChenLe le gusta mucho.

Le gusta la presencia del menor a su lado cuando están dibujando dragones y carritos en la hora libre en su salón. También a JaeNo le gusta cuando ChenLe le peina su cabello e intenta hacerle pequeñas trenzas a las cuales JaeNo siempre se niega de dejarselas.

ChenLe es tan tierno que a veces le da algo extraño a JaeNo, es demasiado dulce para él, pero al mismo tiempo le gusta.

Su tarea ya está guardada. Con tanto cuidado como puede, guarda un paquete de galletas de miel en su mochila junto con su típica cajita de jugo de naranja y sus emparedados de mantequilla, sonriendo ante su delicioso desayuno que no puede esperar a que llegue el receso para comer con ChenLe y, si puede, con JongIn.

Su madrastra termina de alistarlo, para luego llevarlo a la parada de autobuses. Ni su madrastra lo soporta a él, ni él a su madrastra, así que ambos hicieron un trato. JaeNo fingiría que le agradaba su madrastra frente a su padre y viceversa, pero ambos estando a solas no se molestarían en absoluto. JaeNo, para tener sólo nueve años, era bastante listo; vio la oportunidad de no tener que soportar todo el tiempo que se supone que debía soportar a su madrastra, y la aprovecho.

—Cuando termines tus clases hoy, te vas a casa de tu amigo chino ese.

—¿Por qué? — JaeNo miró con atención a la pequeña pero delicada mujer.

—Quiero estar a solas con tu padre, JaeNo, sólo eso — la mujer miró al menor —. Es más, si quieres, te doy permiso para que te quedes en casa de tu amigo hoy y vuelvas mañana después de clases.

—ChenLe tiene nueva casa ahora. Voy a pensarlo en si quedarme en su edificio a dormir o no. El novio de su hermano es algo raro.

—¿Qué importa eso? Tenemos un trato, JaeNo. Sin la presencia de tu padre, ambos no molestáremos al otro.

—Ya viene el autobús — JaeNo desvío la mirada.

El autobús paró en frente de la parada, donde bajaron varias personas con expresiones ajetreadas o ocupadas. JaeNo aprovechó eso y volvió su mirada a su madrastra.

—Podrá ser la novia de mi papá, Noona, pero yo soy su hijo. Yo llegué primero a su vida y soy más importante. Le guste o no, él me ama más a mi. Y yo no me voy a alejar de mi padre sólo por usted.

JaeNo subió al trasporte sin añadir más, dejando a la mujer con el ceño fruncido y un malhumor ante los atrevimientos de JaeNo.




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ChenLe estaba algo callado hoy, ¿por qué sería? JaeNo no entendía la rara mueca que estaba instalada desde la mañana en el rostro del menor. Incluso JaeNo contó algunos chistes que siempre le divertían a ChenLe, pero él sólo soltó una vaga risa antes de perder su mirada otra vez en la pared.

—Dong ChenLe, ¡presta atención! Esta es la segunda vez que te llamo la atención — La profesora se acercó a ChenLe —, a la tercera te sacaré del salón.

Miró como ChenLe sólo asintió, bajando su mirada hasta su mesa de trabajo, donde estaban sus cuadernos y algunos lapices tanto de colores como para escribir. Ni siquiera pasaron diez minutos cuando la profesora le llamó la atención a ChenLe nuevamente, tomando el brazo del pequeño para sacarlo del salón.

JaeNo se alertó enseguida y se levantó de golpe de su asiento.

—¡Profesora Kim! ChenLe no tiene la culpa, es mía. Yo lo estoy distrayendo, y no es justo que él pague las consecuencias de mis malos actos.

5.More Or Less [JeChen] (JenoxChenLe) NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora