Capítulo 31

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Jamie
Por fin llegó el sábado, hace un rato mis padres se llevaron a mis hijos. Alexia todavía dormía cuando lo hicieron. Voy a despertarla para desayunar juntos.
-Buenos días dormilona hermosa, descansaste bien?
-Buenos días amor. Si, la verdad dormí muy bien. Qué raro que Peter no se despertó todavía.
-Tranquila amor, me olvide de comentarte que mis padres me pidieron si sus nietos podían pasar el fin de semana con ellos, mi padre los extrañaban mucho, espero que no te moleste lo que hice.
-Me voy a duchar antes de desayunar.
No me dijo nada, se levantó y entró al baño. No me gusta nada que ni siquiera se enojara porque hice algo sin consultarla. No me voy a quedar de brazos cruzados, me paro frente a la puerta del baño, esta vez si la escucho llorar voy a entrar. Siento que algo se cae en el baño y entró rápido, la veo arrodillada debajo del agua, sus lágrimas se mezclan con la ducha que la cubre. No se dio cuenta que entre, me arrodilló frente a ella, pero sigue sin tenerme en cuenta.
-Alexia por favor mírame, estoy acá para vos.
Sigue con la cabeza agachada, entrelaza sus dedos.
-Amor te suplico que me digas que te pasa, quiero ayudarte.
Levanta la cabeza, me mira y puedo ver la tristeza en su mirada, se la ve pérdida como si no supiera donde está en este momento.
-Permíteme abrazarte muy fuerte para poder juntar todas tus partes rotas y  unirlas de nuevo con todo mi amor.
Alexia
Escucho sus palabras y mi llanto crece más, porque no puedo entender que me siga amando a pesar de todo. Quiero poder juntar todos mis pedazos rotos, creo que para lograrlo tendré que ser sincera con Jamie, porque no tengo dudas que el es mi única salvación. Sin dudarlo aceptó su abrazo y quedamos los dos acostados en el piso de la ducha.
-Tranquila amor, estamos juntos y así lograremos superar todo. Te amo más que a mi vida, necesito tu presencia en ella.
Jamie
Que me permita abrazarla en este momento es un avance, me vuelve a mirar.
-Yo no sabría como vivir si no estuvieras a mi lado, tu amor es todo para mi. Perdón si no te deje entrar últimamente, pero no sabía cómo expresar lo que me estaba pasando.
-No me pidas perdón, yo tengo que pedirtelo porque tendría que haber actuado antes. Que te parece si salimos de la ducha y nos sentamos a charlar en el sillón.
-Si
-Lo único que te pido amor es que me cuentes todo, no importa lo que sea porque yo nunca me voy a apartar de tu lado.
-Esta bien, voy a contarte todo.
La ayudó a levantarse, se coloca una bata y se cubre el pelo con una toalla, me saco la ropa mojada y también me pongo mi bata. La tomó de la mano, le doy un casto beso en los labios, nos sentamos en el sillón.
-Quieres que te prepare un té para que te sientas mejor?
-Si, te lo voy a agradecer.
Alexia
Me vuelve a besar, antes de ir a prepararme el té. La verdad no creo merecer tener a mi lado un hombre tan maravilloso, el ve algo en mi que yo no llegó a comprender. Aunque parezca egoísta no puedo alejarme de el porque de hacerlo mi existencia no tendría ningún sentido.
-Tu té preciosa, tómalo y luego charlamos tranquilos.
Jamie
Se ve más tranquila, toma el té y yo mi café. La observo pensativa, debe estar buscando las palabras que necesita para contarme que es lo que le pasa. Deja la taza vacía en la mesita ratona, se sienta derecha y mirando hacia adelante, creo que va a empezar a hablar.
-Jamie se que te debo una explicación por como me estuve comportando estos últimos días. Se que no he sido la misma desde que esa mujer se llevó a mis hijos. Me sentí culpable por lo que pasó, aun hoy siento lo mismo.
-Amor vos no sos culpable de nada, si hay alguien que tiene culpa soy yo, porque fui quien puso en mi vida a esa mujer. Me arrepiento todos los días de haberla conocido.
-No es así, cómo ibas a saber que ella era así. Eso es algo que nadie lo ve hasta que pasa lo inesperado y muestra su verdadera cara. Pero yo soy culpable por haberme confiado en que todo estaba bien y poner a mis hijos en riesgo, no puedo perdonármelo. Mi obligación es cuidar de ellos y procurar que siempre estén bien, ese día fue el peor de mi vida. Me di cuenta que no soy buena para nada sino los puedo cuidar. No puedo mirarte a la cara por la vergüenza que tengo, no se porque me seguís queriendo porque no soy nada y no merezco que lo hagas.

Deja de hablar, me da la espalda y sucumbe a un llanto que me estremece por completo. Porque  no entiende que ella no es todo lo que dice. La tomó por la cintura, la siento sobre mis piernas y la acuno como a una niña pequeña que necesita mucho que la cuiden.
-Alexia quiero que entiendas que eres lo más bonito que me paso en la vida. Mis días a tu lado son los mejores, eres el mejor momento de mi vida, eres la vida misma que disfrutó y amo. No digas que no eres buena, sos una excelente madre, nuestra hija es educada y buena persona gracias a vos. No tienes que avergonzarte de nada amor, haces todo lo que puedes y juntos estamos aprendiendo a criar a nuestros hijos, no siempre lo vamos a hacer bien, pero de todos modos debemos avanzar.
Deja de llorar, pero su cuerpo tiembla todavía. Espero que mis palabras sean un poco la cura para su tristeza.
-Te amo no sólo porque te lo mereces, si no porque conquistaste mi corazón con tu ternura y cariño. Tu haces que cada día sea diferente, que cada momento de alegría sea inolvidable. Quiero hacerte tan feliz como tú me haces a mi y demostrarte que no hay en el mundo persona a la que ame más que a ti. Alexia tu eres mi vida entera, te amaré más allá de esta vida.
Alexia
Sus palabras colman mi corazón y mi alma, se que me ama de la misma manera que lo hago yo. El ve en mi lo que yo no, voy a tener que empezar a verme a través de sus ojos para darme cuenta que soy mejor de lo que me creo. No quiero moverme de sus brazos porque así me siento protegida.
El logro que ella abriera su corazón para contarle lo que le pasaba. Ahora ella se siente un poco mejor, el tiempo dirá si la charla de hoy dio los frutos que esperaba.

Un amor inesperado segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora