Prologo.

26 1 0
                                    

Durante los últimos meses mi vida cambio tanto que no me reconozco, no me interesa hablar con alguien incluso en los últimos días no he hablado con nadie, no te diré donde estoy ni porque estoy escribiendo, pero cuando acabe de escribir todo lo llegaras a entender.

No fui un bebé "deseado" lo pongo en comillas porque no estaban listos mis padres para tener una hija, eran demasiado jóvenes y en un arrebato nocturno, como se lo pensaran no se protegieron y de ahí salí yo.

La noticia en las dos familias fue tomada de una forma muy diferente, la familia de mi mamá lo acepto y estuvo de acuerdo en apoyarla, en cambio a mi papá lo echaron de la casa por eso sin ser aun mayor de edad, por lo tanto mi papá tuvo que vivir un tiempo en la familia de su novia, en ese entonces no se habían casado.

Cuando cumplí un año, mis dos padres ya habían terminado sus estudios mi mamá trabajaba de noche y mi papá en el día, así se turnaban para cuidarme, en sus tiempos libres estudiaban, mi mamá estaba enfocada en la medicina que fue estudiando poco a poco, mientras que mi papá desde pequeño había soñado con tener una empresa, el se enfoco en el ámbito empresarial. En ese primer año me tenían en la casa de mis abuelos por parte de mi mamá, ellos la querían pero no le iban a hacer el trabajo de cuidarme.

A los dos años de edad, mis papás de mudaron y empezaron a vivir en un apartamento pequeño en arriendo. Así fue hasta mis cuatro años en donde ellos con sus ahorros lograron comprar un apartamento un poco más grande, ya habían adelantado sus estudios y siempre me tuvieron como prioridad, eramos una familia feliz.

A la edad de cinco años todo iba perfecto, hasta una noche, yo ya estaba dormida eran las 10 de la noche aproximadamente y sabia que esa noche mi mama no había ido al trabajo, lo tome muy normal, estaba durmiendo cuando escuché unos gritos y cosas rompiéndose en la casa, quede sentada en la cama creyendo que era una pesadilla, pero cuando escuche bien eso estaba ocurriendo en mi casa.

A la edad de cinco años no sabes que hacer ante eso, tome al señor bigotes, que era mi peluche favorito, me levante de la cama y salí en silencio y camine despacio por el pasillo que llevaba a la sala, me asome un poco y fue de la peor escena que hasta ese punto de mi vida había visto. Mi mamá estaba dando vueltas en todos lados y gritándole cosas a mi papá que yo no alcanzaba a entender.

—Moreen, por favor cálmate, vas a despertar a Emma—le suplicaba mi papá que estaba de espaldas, por lo visto ninguno había notado mi presencia.

—¡Sabes que, se acabo no me importa, no me importa nada, al cabo nunca lo entenderías!—fue lo que mi mamá le respondió en gritos.

—¡Pero explícamelo!—le grito un poco más suave mi papá que ya se encontraba desesperado.

Y en ese momento mi mamá se puso roja, de la ira, pero todo su cuerpo se torno de rojo, como si fuera a quemar lo que tocara y sus ojos, fue lo más terrorífico que vi, pasaron de ser suaves a tener una mirada que no puedo describir, la cual nunca olvidare. En ese momento ella corrió la mirada de mi papá y me vio, directamente a los ojos, yo estaba llorando y ni lo había notado, ella no bajo la mirada ni dijo nada, mi papá al ver que estaba viendo un punto fijo y había dejado de gritar volteo a ver, cuando lo vi a el tenia la cara manchada de sangre. No soporte más y salí corriendo a llorar a mi cuarto. Cerré la puerta con seguro y me acurruque al lado de ella y llore, no entendía que ocurría mis papás nunca peleaban.

Al cabo de unos minutos, escuche qué nombraban mi nombre entre los gritos pero no quise seguir escuchando, lo ultimo fue escuchar la puerta de entrada cerrarse de golpe. Y a los instantes unos pasos se acercaron hasta el otro lado de la puerta.

—Emma, nena ábreme la puerta—me dijo mi papá con la voz entre cortada.

—No, mami me va a hacer daño—dije al recordar lo que había pasado.

—Mami se ha ido, hijita por favor ábreme—me volvió a pedir.

Me pare, me quite las lagrimas del rosto y lo deje entrar, ya no tenia la cara manchada de sangre, lo abrace y el me alzo en sus brazos acariciándome el cabello mientras me abrazaba.

—Papi ¿por qué mami estaba así? ¿va a volver?—le dije empezando a llorar.

—No hijita, mami no va a volver, no se por que estaba así son cosas que no entenderías, pero no te preocupes vamos a estar bien, yo te voy a proteger—me dijo abrazándome aun más fuerte y ahí entre sus brazos quede dormida.

Después de eso, fue duro asumir que mi mamá nunca volvería, pero al pasar el tiempo me dejo de hacer falta, mi papá fue todo para mi aun lo es, el solo termino de salir adelante y me cuido, tuvimos muy buenas experiencias juntos a tal punto que se convirtió en mi mejor amigo, yo fui al instituto desde los seis años, allí forme muy buenas amistades, tuve a mi mejor amiga que aun lo es y mis problemas eran muy pocos, me esforcé mucho estudiando ya que no quería decepcionar a mi papá.

Eso fue mi infancia y parte de mi adolescencia, siempre viví en la misma ciudad, finalmente mi papá cumplió su objetivo, monto su propia empresa la cual es muy reconocida en varias partes del mundo, aunque en la ciudad que estábamos no dio tanto impulso, por esto mismo unos días después de haber cumplido dieciséis años, mi papá me dijo que nos teníamos que mudar a otra ciudad, donde le iría mejor, el tenia demasiados ahorros y dijo que lo que nos esperaba era lo mejor, se me hizo duro tenerme que despedir de mis amigos pero por mi papá haría lo que fuera, así que no forme problema empaque las cosas y mi papá y me fui a otra ciudad, Ambrish.

Desde este punto de mi vida es donde todo surgió y sin dar mas explicaciones al asunto aquí voy.

Aún no te quiero dejarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora