Miercoles, 12 de Septiembre

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Querido diario:

Cuando llegué a casa de Jake (tras 40 minutos en autobús) llame al timbre de su casa y una niña muy cute de unos 8 años, cabello castaño, y unos ojos verdes relucientes, la niña parecia un poco timida.

Nada mas verme la niña me preguntó:

-¿Quién eres?

-Soy Hannah, encantada.

-¿Por qué estas aqui?

-Vengo ha hacer un trabajo escolar con Jake.

De repente, una mano asomo por la puerta y un niño que me resultaba familiar se dejo ver, ¡era Jake! Mi mirada se ilumino como si de una bombilla se tratase y me puse colorada como un tomate. Jake me invito a pasar, empece a andar hacia adentro de la casa con la cabeza un poco agachada de la vergüenza.

Llegamos a la habitacion de Jake, estaba llena de trofeos deportivos, fotos y algun que otro libro. Nos sentamos en el escritorio, y empezamos hacer el trabajo.

Después de 3 horas, al fin lo terminamos. Era un poco tarde asi que Jake me invito a merendar, nos dirigimos a la cocina y alli su madre nos dio un trozo de tarta de manzana casera (que estaba buenisima) y un vaso de leche caliente. Terminamos de merendar, mi padre me llamó y me dijo que me venia a buscar en 1 hora. Jake me propuso jugar a la Play mientras esperábamos a mi padre.

Empezamos a jugar al fifa y se nos pasó la hora volando. Mi padre me vino a buscar, Jake y yo nos despedimos con un abrazo y mi padre me miro un poco raro. El camino a casa fue muy silencioso, cuantito llegue a casa, subi a mi habitacion y me quede dormida pensando en Jake...

El Diario Hannah MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora