VICTORIA.
El chico lindo se había dado cuenta que lo estaba mirando, me dio demasiada vergüenza que me voltee y jamas le volví a dirigir la mirada. Se veía tan lindo dormido, parecía un bebe, solo quería conocerlo, saber como era, poder pasar el rato con el, pero al sonar el timbre de cambio de clase decidí salir rápido para ver hacia donde iba el lindo chico y tal vez seguirlo, y ayudarlo si lo llegaba a necesitar. Y así fue, el chico después de unos minutos salió disparado del salón de clases como buscando a alguien, al cual después de un rato parecía que no había encontrado a la persona que buscaba porque siguió su camino como si nada, pero se encontraba algo despistado, al parecer el chico no sabia en donde se encontraba su próxima clase, así que después de pensarlo un rato y armarme de valor me decidí a ayudarlo.
Yo gritaba y gritaba su nombre, pero no parecía escucharme, así que apresuré el paso y lo alcance.
-- ¡Hola Axel!, me llamo Victoria, te estaba hablando desde hace rato, pero parecía que no me escuchabas, así que decidí alcanzarte-- Hice una pausa-- Vi que estabas algo perdido y quería ver si quieres que te ayude a encontrar tu próxima clase.--Repliqué
-- ¡Ay!, hola Victoria, perdóname por no hacerte caso, es que como no conozco a nadie pues supuse que a quien le hablaban no era a mi, muchas gracias, voy a agradecer mucho que me guíes a mi siguiente clase porque de verdad que estoy perdido.---Dijo algo nervioso.
-- Ya decía yo, creí que no querías que te hablara, ya que me cachaste viéndote y que tal que pensabas que era una acosadora o algo por el estilo, --Solté una risita-- pero con mucho gusto te ayudo a encontrar tu salón. Yo voy a ser tu guía de aquí, no es difícil aprenderse los salones, ya verás que te sabrás todo en un par de días.
-- Nunca te ignoraría, te ves una chica muy linda en todos los sentidos, seguramente tu novio debe estar muy orgulloso de tener a alguien como tu a su lado, pero tampoco creas que soy un coqueto o algo por el estilo, solo que soy demasiado sincero con las personas y obviamente no me dejabas de ver porque soy irresistible, soy hermoso, --Se echó a reír-- no te creas, es broma, pero muchas gracias por tu ayuda, en verdad.
Le lancé una linda sonrisa y seguimos caminando hasta que lo llevé a los laboratorios porque le tocaba Química con el profesor Sandoval, que al parecer aún no llegaba a dar su clase. Cuando llegamos a su salón me despedí con un beso en la mejilla y le desee mucha suerte en su primer día de clases. En el momento que me retiraba de los laboratorios escuché la voz de Axel que gritaba mi nombre. Al momento de voltear a verlo me dijo:
-- Gracias por todo niña linda, ojalá y nos veamos pronto.
Asentí y le lancé una linda sonrisa acompañada de un beso al aire. Estaba tan feliz, no sabía que era lo que me pasaba, como que Axel me había atraído, era tan pero tan lindo y tenía una voz grave pero ronca a la vez, en verdad me había caído muy bien.
