Capitulo 42

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Recta Final 

Abby

— ¿Cómo estas él? ¿Qué te dijo?—preguntó Jake apenas salí de la habitación que él compartía con Jack.

—Él está muy afectado, pero es normal. Ahora está durmiendo. ¿Dónde está Niall?—pregunté sentándome a su lado.

—Él aun no salé de la habitación de mamá. ¿Quieres comer algo? O no se…

—No te preocupes, estoy bien. Cuando Niall y yo llegamos tu papá estaba afuera, ¿has hablado con él?

—No quiero verlo, tampoco hablar con él. Él dejo de ser mi padre cuando engañó a mamá. No quiero hablar de él, Abby.

—Entiendo. —dije tomando su mano.

—Gracias. —dijo capturándome entre sus brazos.

Niall

No había dolor más grande que el ver a tu mamá llorando en tus brazos. Ella siempre estaba llena de alegría, dispuesta a dejarlo todo por mis hermanos y yo. Ella es la mejor mamá del mundo, de eso no hay duda alguna. No se cuando fue, no se me cruzó por la cabeza que papá fuera capaz de hacerle daño alguna vez en su vida, pero me equivoqué. Él era la razón por la que ahora las lágrimas de mamá no dejaban de correr por sus mejillas.

—Los amo Niall. A ti y a tus hermanos. Ustedes son todo lo que yo tengo. —dijo apretando sus brazos contra mi cuerpo.

—Lo sé, mamá. Nosotros te amamos mucho más, lo sabes.—dije sin apartarla de mis brazos.

Abby

Mi celular sonó, asustándome. Lo saque del bolsillo trasero de mis jeans gastados.

— ¿Hola?

— ¿Qué se siente haberme cancelado cinco minutos antes de que salga por ti? Tu me rompiste el corazón. —escuché como decía Zack desde el otro lado de la línea.

—Lo siento mucho, Zack. —me disculpé.

—No te preocupes, olvidado. Aunque me debes. ¿Vamos a ir a la exposición que querías ver, verdad?

—Yo…no voy a poder hoy. Estoy en algo.

— ¿Estas enojada conmigo?—preguntó directamente.

—No, no es eso. Solo que tengo que cosas que hacer, no me puedo ir.

— ¿Dónde estas? ¿Por qué no te puedes ir? —soltó ambas preguntas de un solo tiro.

—Estoy en la casa de Niall.

— ¿Por qué?

—No te lo puedo decir. Son cosas…personales.

—Lo entiendo. Eso explica muchas cosas.

— ¿Estas celoso?

—Escucha, veo como te mira el todos los días. Entiendo que son amigos desde pequeños pero no me puedes pedir que no sienta nada de celos cuando me cancelas dos veces seguidas por el.

— ¿Cómo sabes que te cancele por él ayer?

—Deberían cerrar las cortinas de su apartamento. —masculló y cortó la llamada.

Mierda. Santa mierda.

—No tienes que sentirte esclavizada a estar aquí. Puedes ir con tu…novio.

Niall apareció en la sala con la rostro más triste que he visto en mi vida. Esto era demasiado para el. 

—No me siento esclavizada. Quiero estar aquí. De alguna manera son la única familia que tengo. No pienso dejarte solo.

—Gracias. —dijo abrazándome fuertemente.

— ¿Por qué?—pregunté.

—Por cumplir tú promesa.

Flashback.

— ¿Qué paso Niall? ¿Por qué estas llorando?—pregunté agachándome en el suelo.

—Creo que me rompí mi brazo. Estaba trepando ese árbol. No quiero que me veas así. —Dijo cubriendo sus ojos con la mano sana. —Vas a pensar que soy una niña.

—Creo que eres el niño más valiente. Mi mamá dice que todos pueden llorar. Incluso tú. 

Niall consiguió un yeso en el brazo derecho gracias a la caída del árbol, el doctor dice que es un milagro que solo se haya roto un solo brazo. Lo he ido a visitar desde que regreso del hospital todos los días, pareciera que vivo en la casa de Niall en vez de la mía.

—No necesitas aquí. Puedes jugar con los otros niños. No tienes que estar aquí encerrada por mi culpa. —dijo Niall mientras ordenaba el dinero del monopolio.

—No quiero estar en otro lado. Eres mi mejor amigo. Y los mejores amigos están para el otro en las buenas y en las malas. Nunca me iré de tu lado. 

— ¿Lo prometes?—dijo sonriendo de oreja a oreja.

—Lo prometo.

Fin de flashback.

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