Capítulo 1

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Es un día de verano como otro cualquiera, el sol es insoportable y aquí me encuentro en la sombrita al pie de un árbol resguardándome del calor, cuando siento un movimiento en mis piernas y al bajar la mirada me encuentro con Leo, su rostro reflejaba felicidad, estaba durmiendo en mis piernas pero ¿desde cuándo? No recuerdo ni siquiera haber salido de mi casa. Poco a poco comenzó a abrir sus ojos.

Leo: Hola ______ te ves muy bonita

______: Hola -no sabía cómo reaccionar ante su comentario ni a lo que está pasando ahora

Leo: Que bonita estás cuando te sonrojas -dijo dedicándome una sonrisa

______: ¿Dormiste bien? -dije algo nerviosa

Leo: Como nunca, me siento tan feliz, no se siento mucha paz.

______: Me alegro

Leo: ______ en qué momento me enamoraste?

______: ¿Qué? No entiendo

Leo: Me alegra estar aquí contigo aunque solo sea un momento. Ojalá no se acabe nunca, aunque eso no es posible no?

______: Leo no te comprendo. Y sinceramente tus palabras me asustan, por qué debería de acabar este momento? -no sé por qué estoy aquí pero es muy agradable -yo tampoco quiero que se acabe.

Se levanto de mis piernas y me extendió la mano, dimos un paseo es muy agradable, la verdad es que desde hace tiempo Leo me gusta, pero siempre ha sido el "chico malo" nunca le vi sonreír y mucho menos decirme cosas bonitas, todo esto es muy extraño, es como en un sueño, pero será verdad todo esto o simplemente estoy soñando, si es así no me importaría seguir así. Estaba tan distraída que no noté que había un pequeño hueco justo enfrente, me raspé un poco la rodilla, me dolió algo que en un sueño seguramente no.

Leo: ¿______ estás bien?

______: No es nada

Leo: Te has raspado, ven vamos a mi casa está cerca.

______: No hace falta, estoy bien, no quiero incomodarte.

Leo: Eso nunca.

Caminamos unos 5 minutos hasta llegar a casa de Leo. Subimos a su habitación y sacó una cajita que parecía ser el botiquín.

Leo: Voy a desinfectarte, no te muevas, te dolerá un poco.

Asentí no muy convencida, y efectivamente me dolió pero no tanto como creí.

______: Siento haberte arruinado la tarde.

Leo: Tú nunca arruinas nada, ______ yo te amo y nada de lo que hagas me va a hacer cambiar de opinión.

Por qué es tan tierno, no lo comprendo, no es el Leo que conozco. De un momento a otro me tenía entre sus brazos, mi corazón latía a 1000 por hora

Leo: No quiero separarme de ti.

______: No tienes por qué hacerlo, Leo yo...

Leo: Si pudiera hacer que este momento durara para siempre te juro que lo haría, pero por desgracias no va a poder ser así, tú tienes que volver

______: Leo no quiero ir a ningún sitio si no es contigo, Leo yo te amo

Una sonrisa inundó su rostro, sus ojos se posaron sobre los míos, su mirada era muy tierna pero aparte de felicidad reflejaba tristeza, por qué, esa era mi pregunta, nuestros labios se juntaron formando un beso tan cálido que no quería que terminara nunca

Leo: Créeme no hay nadie que deseé más que yo quedarme a tu lado pero no puede ser, siento no haberte podido decir antes lo mucho que te amo y te aprecio.

De pronto unas imágenes inundaron mi cabeza, no entendía nada, estaba confundida

______: Me duele -oprimí mi pecho el dolor era intenso, era desgarrador, como si me estuvieran arrebatando algo-

Leo: Pronto volverás y no voy a ser egoísta como para negarte la vida, yo ya tomé mi decisión y no me arrepiento.

¿La vida? De qué está hablando. La imágenes se hacían cada vez más intensas, una detrás de otra causándome más dolor, miré a Leo con los ojos cubierto de lágrimas, me abalancé sobre él envolviéndolo en un abrazo, posando mi cara en su pecho. "Mi corazón siempre será tuyo, te amo"

______: Leo ¿por qué? -decía entre sollozos.

Ahora lo recordaba todo, esas palabras, sin duda eran de Leo...

Mi Corazón Siempre Será TuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora