Capítulo 3

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En ese momento voces familiares empezaron a escucharse de fondo, como si fuera un eco, en ese momento sabía que despertaría y no volvería a verle

X: ______, ¿estás despierta?

______: No quiero irme todavía

Leo: Ya es la hora, deber irte y yo debo dejarte partir

Me aferré lo más que pude a Leo pero por más que lo intenté acabé despertando lo último que escuché fue "Te Amo"

TM: ______ estás bien, estás llorando

Tenía la cara empapada de lágrimas, en lo único que pensaba era en Leo, lo quería a mi lado.

______: No mamá, no estoy bien, me duele mucho el pecho, es como si me hubieran arrancado el corazón

TM: No digas esas cosas hija, pronto estaremos en casa

______: Mamá, ¿dónde está Leo?

El silencio se formó en la sala, todos se miraban unos a otros

______: Mamá, papá, ¿de quién es este corazón?

Tenía la mirada perdida con una mano en el pecho y solo desesperación recorría mi cuerpo, nadie respondía y cada vez estaba más nerviosa

TP: Hija, Leo está...

No quise escucharlo, me daba miedo escuchar una respuesta que ya sabía de antemano, salí de la habitación lo más rápido que pude, lo único que se alcanzaba a escuchar eran los gritos de mis padres y de la enfermera diciendo que vuelva, pero no me importó, caminaba lo más rápido que podía por los pasillos cuando un cuarto me llamó la atención. En la cama estaba Leo conectado a un montón de aparatos, ¿qué le había pasado? ¿Seguía con vida? Una mano tocó mi hombro, era mi padre

TP: Leo se ofreció como donante, nos opusimos ya que sabíamos que cuando lo supieras nos odiarías y no volverías a hablarnos, te queremos, el obviamente se opuso a nuestra decisión, hemos estado sin verlo durante días. Queríamos decirle que ya teníamos otro donante, un joven murió en un accidente y casualmente era un donante de órganos, queríamos informarle pero como no contestaba las llamadas...

Mi corazón se llenó de alegría, Leo no estaba muerto, este corazón no era de él, daba gracias de que no me apartaran de su lado

TP: Mientras esperábamos a que nos dijeran de tu cirugía vimos a Leo entrar en una camilla, al parecer de camino hasta aquí un conductor borracho subió a la cera y... en fin ahora se está debatiendo entre la vida y la muerte.

No podía creerlo esto debía ser una broma, ¿cómo me puede estar pasando esto a mi? Recordé el sueño, me senté a un costado de la cama y le agarré la mano

______: Leo, sé que estás ahí, no me dejes sola por favor, eres fuerte, vuelve conmigo, por favor, Leo...

No respondió, mi padre me levantó y me llevó de nuevo a mi cuarto para que me cambiara, todavía no me podían dar el alta, así que todavía tenía que estar más tiempo en el hospital. Al caer la noche ya no había nadie en el hospital, salí de mi habitación y regresé con Leo, rogaba que me escuchara, cogí su mano y caí profundamente dormida entre lágrimas.

Me desperté no por los rayos del sol sino por el beso que sentí en mi frente, era él, era Leo

Leo: Siento haber hecho que te preocuparas

Mis ojos se cristalizaron y le dio un fuerte abrazo que el correspondió, al principio hizo una mueca de dolor pero al parecer no le importó mucho

______: No vuelvas a hacerlo -temía que fuera otro sueño, quería cerciorarme de que no lo fuera pero no sabía cómo.

Leo: ¿Qué te pasa?

______: No quiero que esto sea otro sueño

Me miró apenado, pero era verdad, ¿cómo demostrar que esto es real? Nos separamos un momento y nos miramos fijamente. El sonido de la puerta hizo que nos sobresaltáramos

Enfermera: Oh, has despertado -salió corriendo y a los pocos minutos volvió con una doctora

Doctora: Señorita le ruego que vuelva a su habitación, usted es la señorita del trasplante si no me equivoco -asentí un poco intimidada- acompáñela hasta su habitación, por favor -dijo a la enfermera

Yo solo seguí las instrucciones, una alegría invadió mi cuerpo, era real, esto era la realidad, por lo tanto esto no es un sueño.

Así pasó una semana, todos los días salía con Leo a dar una vuelta por el hospital, ya era algo rutinario, a mí me dieron el alta dos días después de la recuperación de Leo, y a él se la dan hoy.

______: Por fin vas a salir hoy del hospital, estarás contento

Leo: Si, ahora voy a poder salir contigo a todas partes

TM: Hola hijo, como te encuentras

Leo: Muy bien, gracias señora

TP: Por fin hoy te darán el alta, a penas salgas vienes con nosotros ¿de acuerdo?

Leo: No se moleste

TM: No es molestia, eres el novio de nuestra hija, y además te tenemos una sorpresa por tu recuperación y por todo lo que has hecho por nosotros.

Leo: Muchas gracias

La escena era conmovedora, nada me hacía más feliz que estar con las personas que quiero y el chico al que amo, nuestra historia de amor no empecé de una manera normal pero acaba bien.

En la actualidad Leo y yo vivimos juntos, somos una pareja felizmente casada, mis padres por otro lado están orgullosos de tener un yerno tan dedicado y atento como él. No tenemos planeado tener hijos por el momento pero uno nunca sabe, siempre hay imprevistos...

FIN

Mi Corazón Siempre Será TuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora