La prisión

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Último día en prisión, Cristin hacia lo posible por no cometer ningún error y que su condena no fuera extendida.
Eran las siete menos cuarto, el sol estaba saliendo con una pequeña brisa que encajaba perfectamente con el sonido de los árboles moviéndose. Cristin que por cierto recién terminaba de ducharse, se le notaba con un pequeño dolor de cabeza, ojeras y los ojos apagados, pero siempre con una pequeña sonrisa que resplandecía de su rostro. hace alrededor de 25 años que no sentía el olor a combustible y los enormes rascacielos que entorpecían su mirada cada vez que despertaba, poco conocía del nuevo mundo, el 2042...

Ya era hora del desayuno, los viernes la cocinera preparaba recetas diferentes, las demás reclusas se percataban de la ansiedad que traía, el delicioso olor de la comida recién cocinada inundaba sus pulmones y su panza que no paraba de crujir en su interior.
Cristin camino hasta el comedor y se dispuso a unirse a la cola de espera. De pronto se podía escuchar una voz por el pinganillo, algo mal sintonizado que decía:
–La reclusa identificada con el pin 00368 es solicitada en la sala directiva del pabellón dos de inmediato.

En ese instante Cristin supo que la estaría necesitando el director de la cárcel, Charles, tal vez tendría algo que ver con su salida. Cuando ella se dirigía hacia la oficina su presión cardíaca empezó a subir, sus ojos empezaban a dilatarse; decidió retomar su compostura y cerró sus puños con seguridad, quería que la notaran lo más segura posible.
Llega ella a la oficina, toma la manija de la puerta y la abre con cautela; a continuación el hombre le dice:
—Como estas, toma asiento...

Cristin le responde luchando por no hacer demasiado tartamudeo

–Estoy bi-bi-bien *suelta en voz baja una pequeña risa*

—Quiero terminar esto rápido, así que te voy a explicar las condiciones de salida, también te daré algunas cosas que vas a necesitar para tu supervivencia.

–Espera que quieres decir con superviv...

—¡Es mejor que por ahora no lo sepas! *Dice gritando*

–Pero necesito saberlo! ¡Por fav.

—¡SOLO FIRMA LA MALDITA HOJA! *Dice mientras que da un golpe fuerte en el escritorio*

–Esta bien, esta bien. *Empieza a leer el contrato cuidadosamente*

  — Como te decía, hay unas cuantas reglas y juramentos que debes cumplir.

-Claro, pero ahora que los estoy leyendo... Porque aquí dice que tengo terminantemente prohibido volver a la prisión?.

  — Veras... Nosotros no nos hacemos responsables por lo que se encuentra fuera de este establecimiento, cualquier problema que puedas tener en el exterior es tu responsabilidad *Toma un sorbo de café*

-Pff... Como si me fuera a suceder algo allí *Dice sin preocupación*

— Nada! es lo que parece, no te confíes...

 Después de terminar de firmar el documento, Cristin levanto sus labios con desprecio en forma de sonrisa fingida, le estrecha la mano a Charles y sale de aquella maloliente oficina dirigiéndose de nuevo al comedor.

Cuando llega nota que no hay comida en las barras, pensó que tal vez ya habían recogido todo, así que le pregunto a la cocinera que sucedía con el desayuno, ella le explica que ya se habría acabado y que si prefería, podía comer la cena del día anterior, algo no muy agradable. Cristin acepto solo porque tenia hambre y quería comer cualquier cosa. Observo lo que había recibido y se veía asqueroso, tenia un trozo de carne algo viejo y duro, un poco de arroz, patatas fritas con algunas quemaduras, y un jugo de limonada muy amargo, al parecer ya estaba oxidado...

Ella decidió sin mas desayunar muy rápido, quería sentir lo menos posible el sabor de los alimentos, frunció el ceño y con la nariz tapada empezó a tragar sintiendo las ganas de vomitar. Pasados unos segundos no pudo contenerse, se fue corriendo a los baños, no estaba segura si alcanzaría porque estos se encontraban lejos del comedor y la prisión era inmensa, ya estaba exhausta, había recorrido la mitad de la prisión. Después de todo esto logro llegar a los lavabos, se encontraba pálida y cansada, ademas que aquel olor de los baños era repugnante, pero decidió seguir ya que sus ganas de vomitar no las aguantaba, camino hacia al inodoro, no lograba coordinar su cuerpo, empezaba a sudar sin razón y antes de que pudiera hacer algo cayó al suelo y quedo inconsciente...


—Señorita Holmes, ¿Señorita Holmes? *Decía la enfermera mientras revisaba el pulso de Cristin*

-¿En do-donde eshtoy? *Sus ojos intentaban abrirse, no sentía sus manos*

  — Esta en la enfermería de la prisión, al parecer se le encontró desmayada en los baños, pero descuide, este es su ultimo día aquí...

-¿Que me sucedió? Lo único que recuerdo era que estaba desayunando una comida que creo que estaba caducada y tuve que salir corriendo al baño. *Dice mientras que se sentía confundida*

  —Eso ahora no importa, este día te quedaras en reposo, te traeremos la cena, lo mejor es que tomes una siesta, te ayudara a refrescar la memoria. Si necesitas algo solo oprimes el botón rojo que tienes al lado derecho y vendré a ayudarte *Levanta su mano en modo de saludo, mientras que sale del consultorio*

 

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⏰ Última actualización: Jan 17, 2019 ⏰

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