I

20 1 0
                                    

Si la poesía nos ayudase a pensar
Cuantos sentimientos tendrían sentido, en lugar de unas tripas esparcidas por el suelo.

Si la poesía nos ayudase a pensar, no habría más hambre en el mundo, ni hambre ni frío ni sueño ni guerra.
Si la poesía nos ayudase a pensar,
siesos tumores colgados en tus labios se abriesen como una rosa a punto de ser desflorada, como tus labios temblando en la noche frente al asesino.
Asesino de sueños que no cruzó la calle para no enfrentarse a ese pasado vestido de traje y corbata.
Asesinos despiadados que besaban y desaparecían sin despedirse porque estaban solos en compañía, y acompañados en su soledad.

Cuanta verdad se perdió entre las piernas de las muchachas y los muchachos violados por el amor salvaje de sus deseos.

Piedras preciosas que corrompieron la relación más sagrada entre hermanos para saldar una deuda de honor que se llevó más vidas por delante.

Y no la muerte.
Esa no llega nunca cuando tiene que llegar.

La destructora de mundos,
los latidos del bidón llameante te esperan una noche más para recordarte que si alguna vez fuiste feliz, se esfumó como el tabaco en la boca de los niños.

II


¿Qué haces aquí porque has vuelto?
Como te atreves a mirarme a los ojos después de haberme dado la espalda durante tantos años.
No te bastan las caricias, no te bastan los cuerpos ahora también tienes que sangrar por los dedos, ensuciar un papel con tus vicios.

Vergüenza me daría mirarte de nuevo, con tus zapatos relucientes y tus dientes postizos.
Capaz de todo e incapaz de hacer algo.
Un insulto para los que sueñan despiertos y caminan por las calles como zombies, porque están obligados a ser zombies,porque no saben hacer otra cosa que comer cerebros.

Y tu jugando con las palabras, como el niñato hippie en el semáforo rojo intentando ganar una sonrisa, una moneda con sus trapecismos, al menos él hace algo, suda al sol del mediodía para sobrevivir un día mas sin ducha.
tú con tu manicura perfecta y tus bromas fáciles ¿Qué tipo de vida crees llevar? ¿A quién sirves? 

Una sonrisa para el desconocido un gesto de afecto eso es todo pero
¿Qué pieza del engranaje eres tú? Cual es tu sitio en el mundo ¿Acaso lo celebras con grandes cantos y epopeyas?
¿O solo te atreves a probar los despojos del hueso de melocotón que se comieron otros, para no tener que ir al árbol a buscar uno?
¿Te crees Siddharta?
¿Te imaginas a Siddharta persiguiendo otra cosa que no fuera su Nirvana? ¿Y donde esta el tuyo?

Entre las sábanas con la mitad de tu cuerpo.

No te atrevas a tocarme de nuevo, porque no soy tu juguete, ni tu terapia, ni tu amiga.
Como máximo puedes ser mi siervo, puedes venir cada día a mi puerta y puede que te abra, aunque lo más seguro es que te deje fuera, pero si vienes día tras día como el zorrito del Principito hasta que te avergüences de tu pasado,

entonces quizás podrás entrar de nuevo en esta casa que fue la tuya y que olvidaste como olvidaste a las personas, y como te olvidaste a ti mismo.

La poesía de la vergüenzaWhere stories live. Discover now