IV

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Bajamos de la camioneta y revisamos los objetos olvidados.

 Petter nos advirtió que no tocáramos nada porque los objetos y pertenencias olvidadas guardaban un gran nivel de radiación que al ser tocadas nos producirían ampollas y quemaduras de tercer grado

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Petter nos advirtió que no tocáramos nada porque los objetos y pertenencias olvidadas guardaban un gran nivel de radiación que al ser tocadas nos producirían ampollas y quemaduras de tercer grado.

Despues de un tiempo investigando y tomando fotos al lugar decidimos entrar a una casa enorme donde habian demasiados vidrios rotos y pertenencias olvidadas, nos dirigimos hacia los dormitorios del segundo piso y vimos algo realmente perturbador y escalofriante capaz de erizarle la piel al hombre más valiente del mundo, dentro de uno de los dormitorios destrozados habia un enorme perro negro con gigantescos colmillos de los cuales chorreaba una inmensa cantidad de sangre, al voltear hacia la esquina que daba con el rastro de la sangre vimos a un pequeño niño siendo devorado y destripado por otro perro más, era una escena tan horrible y repugnante pues las tripas y pulmones sobresalían de sus grandes y mortales mandíbulas, la sangre salia disparada alrededor de toda la habitación e incluso nos salpicaba demasiado, al percatarnos de la escena salimos rápidamente asqueandonos de lo ocurrido, pero al intentar huir una olla de barro cayó despavorida haciendo un gran estruendo, los perros rápidamente captaron el lugar del sonido y nosotros corrimos lo más rápido posible dirigiéndonos hacia la camioneta.

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