Notas de un gato

Noviembre

Siendo sincero nosotros nos acostumbramos a muchas cosas, recuerdo que mi mamá nos decía que nos escondiéramos de las personas, ella todas las noches iba por la comida y regresaba con un ratón, un grillo, una mosca e incluso hasta una cucaracha, yo solo comía ratón o mosca pero al ser tantos hermanos había días en que solo alcanzaba las patas de lo que fuera que comiéramos. Conforme pasaban las noches yo iba ya por mi propia comida, estaba arto de tanto grillo o mosca, la última noche que salí mi hermano menor decido ir con migo, nos encontramos a gordo en el camino, era el gato más grande y peludo que conocí, esa misma noche nos invitó a una calle que decía que servían buena comida, al llegar vimos que muchos gatos estaban comiendo y no paraban, había comida para todos, mi hermano y yo nos acercamos a gordo y vimos que actuaba raro como si algo le doliera, empezamos a notar lo mismo en los otros, de repente todos cayeron al piso como si fueran a dormir para siempre, mi madre ya nos había dicho que solo comiéramos de lo que ella traía porque si probábamos de alguien más nos aria daño, en cuanto volteó mi hermano ya no estaba salí corriendo rápido para ver donde estaba y de repente que lo veo en una caja enorme, no di el primer paso en cuanto ya me tenían a mi también. No sabía a donde nos iban a llevar pero a mí sólo me importaba mi hermano, nos pusieron en una caja aún más grande que rodaba, no solo era yo en esa caja enorme, había más gatos, a unos los conocía y a otros no. Al día siguiente nos dieron de comer y ese mismo día en la noche nos llevaron a un lugar muy oscuro a mi hermano y a mi, pasaban muchas personas las cuales nos veían todo el tiempo e incluso nos cargaban y nos devolvían a la caja , de repente vi a un niño que se acercó con otras dos personas, la mujer que venía con él me cargo igual que todos los demás y me acariciaba, de repente escuché al hombre que nos metió en la caja decir que se lo podía llevar a $200 y la señora de inmediato reclamo que solo daría 100, cuando me di cuenta me envolvieron en un suéter, pero mi hermano no venía con migo y empecé a gritar, pero no fue suficiente para que él viniera con migo. Llegando a una casa me soltaron y me dieron de comer, siendo la noche me metieron a un cajón, María era la que me cuidaba todo el tiempo, me acosté en mi cama, ya en la madrugada oía ruidos muy extraños pero era la niña, que por cierto me despertó, después de eso Juan y Pedro también bajaron, paso una hora y la niña llamada Ximena, Juan, Pedro se fueron y así pasaban todos los días, cambiaron muchas cosas pero lo que no cambiaba era que yo quería ver a mi hermano, conforme pasaron los años lo fui olvidando y me acostumbré a mi nueva familia.