ONE SHOT

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Buffy comenzó a reír sin poder evitarlo, y es que, ¿Cómo poder contenerse ante aquella escena tan adorable como graciosa? Su buen amigo Cyrus, había decidido asistir este día a clases con sus nuevas zapatillas de tela color verde, que había adquirido de su último viaje a Francia, y por cierto le quedaban muy bien con sus jeans ajustados de diseñador, pero parecía que ese jodido día, pretendía burlarse cruelmente de él, ya que después de la intensa lluvia, de la que había podido escapar de milagro haciendo malabares, terminó encontrándose con un charco de agua que sus ojos no vieron pero que sus nuevas zapatillas quisieron saludar, lo cual explicaba muy bien porque había pasado de ser River Viiperi a ser sólo un mediocre Dimitry Lebedyev, nada más bajo, pensó estresado.

Y como si nada parecía ser peor, su mejor amiga en lugar de ayudarlo se encontraba burlándose de él, como si no estuviera pasando el peor momento de su vida, si el peor porque su nuevo calzado era de edición limitada.

Y mientras que sufría y Buffy reía como si no hubiera un mañana, TJ Kippen, el basquetbolista estrella, observaba como aquel chico idiota no había aceptado su paraguas, porque según él, no combinaba ni de chiste con su forma de vestir.

Y que constará que no tenía nada contra la homosexualidad...pero ese chico era tan Gay.

La segunda vez que a TJ le tocó encontrarse con Cyrus, fue cuando a pedido del entrenador tuvo que acompañar al chico a la enfermería del colegio, porque después de que estuviera por tanto tiempo expuesto al sol, dado sus cero ganas de correr o hacer algún deporte físico, había terminado por marearse.

La idea de tener que ser la niñera de aquel debilucho no le había gustado nada pero tampoco era como si el entrenador le hubiera dejado opción.

—¿Por qué simplemente no buscaste al menos sombra si no querías hacer deporte?

Le exasperaba tanto, no podía creer que fuera tan idiota.

Cyrus miró hacia sus lados, pensado que le hablaba a alguien más pero al ver que en esa habitación seguían estando sólo ellos dos a falta de alguien que los atendiera, supo que le hablaba a él.

—No lo hice a propósito—sentado en la camilla continuó—me quedé pensado en qué diferencia había entre la crema que uso para mis manos que la que uso para mi rostro.

Y es que aunque una resultaba más cara que la otra, había probado por una semana la crema que era para manos (Y que era la más barata) en su cara, obteniendo así lo mismo resultados que con la anterior, a lo cual se sentía terriblemente estafado. Estaba tan decepcionado, ¿Cómo había gente que podía mentir sobre eso? Era su linda cara de Ángel la que estaba en riesgo.

—¿Es broma?

Y es que el de ojos verdes, tenía la esperanza de que lo fuera.

Cyrus se sintió severamente ofendido, nunca jugaría con algo tan serlo.

—No.

TJ sabía que cada quien tenía sus gustos pero ese chico...era tan Gay.

La tercera vez que se lo topó, fue un día muy caluroso de colegio, y es que a penas y se podía soportar el calor que hacía, bueno si es que 45° se podían soportar.

Lo vio ahí, con sus amigos mientras que aunque mantenía una distancia prudente observaba como el egocéntrico chico se estaba colocando protector solar por todas las partes de su cuerpo que eran visibles al sol.

Vistiendo tan ridículamente bien, TJ se preguntó si asistía al colegio a estudiar o a modelar.

Era tan cuidadoso incluso con las poses que usaba como si pensará que en cualquier momento aparecería un fotógrafo que sólo se dedicará a tomar fotos de él.

Era un chico tan ridículo, en fin de cuentas...era tan Gay.

La cuarta vez que lo vio, fue junto a una chica de cabellos negros, Iris se llamaba la chica y aunque TJ se quedó mirando a Cyrus sin darse cuenta, los minutos fueron transcurriendo a paso lento, hasta que al de ojos verdes, le tocó volver de golpe a la realidad al ver como el chico más Gay que había conocido estaba besando de una forma para nada tierna a su acompañante.

Ya cuando fue más consciente de su realidad, observó como la chica de rasgos asiáticos, que anteriormente había visto con Cyrus, se acercaba a la pareja para felicitarla por sus tres meses de relación, y es que su grito de alegría fue tan alto que hasta él que estaba a una distancia prudente alcanzó a oírlo.

《Es tan Gay...que ni siquiera le gustan los chicos》

Pensó divertido ante sus conclusiones anteriores.

Y era una lástima que no fuera como lo creía, porque por un chico como Cyrus probaba con gusto la bisexualidad.

Pero aquí había una gran lección que aprender, el que un hombre se cuidara de forma casi igual que lo hacía una mujer no lo hacía Gay, sólo era una persona preocupada por su aspecto que no hacía mal en querer verse siempre igual de bien.



Ur So Gay |Tyrus|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora