A través del agua

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Debajo del hermoso estrellado y de una hermosas nubes cargadas que viajaban rápidamente a través del cielo, tenían a sus pies miedosos jovencitos huyendo por quienes querían alejarlos de de la guerra.

- De verdad debes tener un don para esto -rieron todos y Leo solo sonrió de una forma fría.

- Es eso o tienen "ese" don -las carcajadas se elevaron pero aún así todos estaban agradecidos con Leonardo por el fuego, Niel lo vio de reojo y se paro caminando hacia su tienda.

Por las duras pisadas en la hierva seca del suelo, Leo pudo notar que algo no andaba bien, dejo su plato en el piso y fue detrás de su mejor amigo, cuando entro a la tienda pudo notar que este guardaba sus cosas y no las de él.

- Que se supone que haces?

- Lo que deberías estar haciendo tu -la forma tan desesperada de guardar la ropa, hacia añicos el orden impuesto por Leo- ellos nos están pisando los talones y tu estas prendiendo leña y cocinando, no te parece estúpido.

- Me he cuidado bien los últimos años como para temerle a unos fueguitos que solo quieren la supuesta paz -agarro la bolsa y empujo a su amigo, arreglo su ropa de la forma tan obsesionada que tiene por el orden.

- Este no es un pueblecito del reino agua al que puedas engañar -Niel escupía las palabras- el reino fuego es y ha sido siempre el reino mas adelantado de todos -Niel trago fuerte y susurro- un reino al que también perteneces, si ellos saben tu secreto te encerraran en su reino o te mandaran al mundo humano donde todos tus dones serán nulos, ya no podrás ver a quienes somos tu familia, todo cambiaría y si caes en las manos del nuestro reino son capaces de disecarte como rana -Niel respiro un tanto mas calmado- le prometí a tu madre que te protegería...

- No necesito protección y además esa señora no era mi madre, solo quiero que esta guerra acabe lo mas antes posible e irme algún lugar para vivir tranquilo.

- Te casas y tienes hijos y aquí nada paso, crees que es así de fácil, he leído mucho sobre los mundos y nuestro mundo en  guerra, no es fácil después de una guerra y solo estamos a 3 años de la guerra, esto no va a acabar mañana...

- Por que callas -Niel paso su pulgar por su propia boca y Leo entendió que debía callar- ya no esta la luz de la fogata -susurró, se aproximaron a la salida y vieron que uno de sus amigos estaba siendo atado de manos, su boca estaba atada...

- DESDE ARRIBA!!! 

Las ramas del piso, se escuchan por todas partes, todos sabían que los únicos que corrían eran los jóvenes agua. Cada vez es escuchaban menos pisadas y eso significaba lo peor...

- CASCADA A POCOS METROS!!! -gritaron y los jovencitos corrían cada vez mas rápido. 

- El agua esta muy lejos... -mencionó Leo mientras corría.

- Eso es mejor, no creo que sus cuerdas tengan mas de medio kilómetro, esa cascada parece ser gigante.

Ambos sonrieron a la nada y siguieron corriendo, en ese momento solo se pensaba en tirarse a la cascada; pero esta no se oía por lo cual solo tenían que saltar como lo que estaba ya previsto, Leo cerró los ojos ya que no le gustaba las alturas, pero todo sus pies siguieron corriendo cuando el se detuvo a escuchar que las pisadas junto a él ya no se escuchaban, volteó y Niel había sido agarrado por la campera, se la saco y trato de seguir corriendo, Leo regreso y lo jalo para así correr junto a los "cazadores" pisandole los talones, ya cerca, sin mas arboles y con todos los pocos compañeros que seguían corriendo, se empezaron a escuchar los primeros gritos al tirarse al vacío lo que ocasionó que uno de los cazadores tocara la hierva seca y la comenzará a incendiar, tenían que caer antes de morir calcinados...

- LEO! -gritó Niel empujándolo ya que había sido retenido por un "cazador" pero este no se quedo atrás, agarro el brazo de su amigo y ya cayendo, jalo de él y agarrando con su mano sobre la sobrante, viendo a los ojos a la jovencita "cazadora" abrirse como platos.

Leo sonrió.

Le había dejado una descarga a la joven cazadora que se expreso hasta en sus ojos, ella soltó a Niel y su propia red la jalo, no sin antes mirar penetrantemente a los ojos de Leo tal y como él también lo hacía con los ojos de ella. 

Poco a poco, ambos cuerpos iban descendiendo de forma brusca hasta golpear contra el agua, los pocos que lograron sobrevivir al ataque, celebraban viendo como los "cazadores" tenían que huir por el incendió que estaba comenzando a crecer entre los arboles.

Niel busco por todas partes, pero no veía el rostro de Leo...

ON AND ONWhere stories live. Discover now