Te Odio.-JENLISA [G!P]

7.-

Estaba pensando en como saber que planeaban. Recordé a la única persona de confianza en el personal de la casa, ¡Nayeon!. Ella estaba presente desde el minuto cero. Debe saber todo. Fuí a la cocina.

-Na~.- Me acerqué canturreando.

-¿Que quieres ahora, Lisa?.- Dijo, como si le pidiera algo todos los días. Las órdenes no cuentan, porque para eso le pagan.

-¿Tú sabes lo que hablaban ayer las chicas con mis padres?~.- Me miró sorprendida y luego frunció el ceño.

-¡Ah no!, ¡A mí no me metas en esos asuntos!.- Se cruzó de brazos.

-Vamos~.-La abracé. Ella no se resiste a mi lado tierno.- Dimelo, por favor.- Hice un puchero.

-¡No!. Yo no tengo nada que ver en eso.- Se intentó alejar y yo besé su mejilla.

-¿Porfavor?~.- Supliqué.

-¿Que está pasando?.- Habló Jennie con voz dura. Mierda.

-¡Señorita Jennie, Lisa me está acosando!.- Corrió detrás de Jennie. Maldita traicionera.

-¿Como es eso?.- Frunció el ceño.

-¡No es lo que piensas!.- Miré a Nayeon que reía detrás de Jennie.- ¡Traidora!.

-¡Es mi trabajo!.- Se fué mientras reía a carcajadas.

-¿Y bien?, ¿Tienes algo que decir?.- Dijo Jennie de brazos cruzados.

-No la estaba acosando. Estaba preguntándole algo.- Hice un puchero.- Pero no me respondió.

-¿Era necesario el abrazo y el beso?.- Alzó una ceja.

-¡Obvio!. Es una táctica que sólo funciona con ella.- Me crucé de brazos como una pequeña niña regañada.- La uso desde los tres años.

-¿Nayeon estaba siquiera cuando tenías tres años?.- No terminó de creerselo.

-Sip. Es mi amiga de la infancia. Su madre trabajó aquí desde muy joven y Nayeon se crió aquí. Así que cuando quería algo, usaba eso.

-Tal parece que no funcionó.- Rió con burla.- Se te ha agotado la magia de "tierna".- Siguió riendo.

-¡No es gracioso!. ¡Aún la tengo!.- Hice un puchero. Me acerqué y la tomé por la cintura.- Jennie...- Ella se sonrojó.- Te amo.- Ví como levantó su entreceja y sonrió un poco.- ¿Ves que aún tengo el toque?.- Sonreí con vanidad.

-Lo lamento, me he equivocado. Eres la persona más tierna que conozco. La más hermosa y sexy, también.- Rió.

-Que bueno que lo tengas claro.- Se me ha subido el ego.

-Ya, ya. No te subas.- Rodó los ojos. Reí y besé su nariz. Como aún la tenía de la cintura, la acerqué más. Ella rodeó mi cuello con sus brazos y nos fundimos en un delicioso y largo beso, cargado de amor. Al alejarnos dejamos un pequeño hilo de saliva. Ella salía de la cocina, pero antes, me miró.- Y no andes acosando a las sirvientas.- Rió y se fué.

¿Que haré ahora?. Nayeon no cede y no sé a quién más acudir. ¿Quién es tan blanda e inocente como para caer en mi trampa?...¡Rosé!. ¿Como no lo pensé antes?.

Le llamé y después de tres tonos, contestó.

-¿Lisa?. ¿Que necesitas?.

Quiero preguntarte algo.-
Debe ser en persona.
Te veo en la plaza oeste
a las 3:00 pm.
¡Bye!.

No le dí tiempo de contestar y le corté.

Son las 2:55 pm así que tengo tiempo.