5♡

4.7K 600 660
                                    

Verdad o reto, maldito juego.

Pensaba el pequeño Eddie con cierta molestía ante las ocurrencias de sus amigos.

Él solo quería dormir ¿eso es lo que se hace en una pijamada, no? Eddie suspiró viendo como sus amigos hacían retos y bromas estúpidas. Empezaba a aburrirse hasta que llegó su turno.

-Eddie, sigues tú.-una sonrisa malvada se asomó en los labios de Stanley.-¿Verdad o reto?-miró a Eddie quien no sabía por cual decidirse, sabía que de todos modos terminaría mal.

Eddie pensó en las infinitas posibilidades. Hasta que por fin abrió sus labios para soltar con inseguridad:

-R-reto.-dijo poniendose nervioso de pronto.

Todos los demás se sonrieron entre ellos de manera peligrosa, según Eddie.

-Tienes que meterte en ese armario.-Beverly señaló el estrecho armario que tenía Bill en su habitación.-durante cinco minutos con Richie.-terminó de hablar con una sonrisa casi victoriosa.

Eddie se congeló. Sabía en sus adentros que jamás se atrevería a estar encerrado con el chico que le hacía sentir cosas extrañas, pero también sabía muy bien que sus amigos no pararían hasta lograr molestarle. Sabían que le incomodaban los comentarios insinuantes del de anteojos. Le incomodaban y mucho porque ¡él no es gay!

Richie sonrió de una manera extraña y tomó a Eddie del brazo.

-Vamos Edds, entremos.-dijo arrastrando al más pequeño junto a él.

Ambos estaban adentro viendose el uno al otro, sus rostros y cuerpos estaban muy cerca, las mejillas de Eddie se tornaron rojas cuando Richie sonrió de una manera tierna viendo como Eddie se avergonzaba de la situación.

-¿Qué tienes Eddie, estás nervioso?-soltó Richie sonriendo y tomando la cintura de su contrario. Eddie se exaltó de sobremanera. Pero no se soltó, el espacio no se lo permitía. Tragó en seco y frunción el ceño bajando la mirada.

-P-para nada. ¿por qué lo estaría?-dijo Eddie haciendo un puchero.

-Porque estoy.-Richie empezó a acercar su rostro al de el más bajito.-muy cerca de tí.-dijo mientras sus respiraciones chocaban y se agitaban.

-A-alejate.-soltó con dificultad el más bajo sin dejar de ver los rojizos y bonitos labios de Richie.

Sin decir palabra alguna Richie impactó  sus labios con los de Eddie. El compás del movimiento de sus labios fue especial, ambos eran torpes pero ambos correspondían ante los bruscos movimientos de ambos.

-¡Pasaron los cinco minutos!-una voz del exterior hizo que ambos se exaltaran.

Verdad o reto, bendito juego.

Pensaba Richie mientras salía del armario con Eddie sonrojado e impactado a su lado.

gay panic; reddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora