De colores y sensaciones

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El sol se encontraba en el punto más alto del cielo, brindando calor y luz a la activa ciudad de San Francisco.

Pero a pesar de estar en plena primavera, el no sentía la calidez que se supone los rayos de sol debían brindarle. No siente en su piel el característico ardor que deja una tarde soleada.

El ruido de los autos que pasan a su lado en los tres carriles, le parecen lejanos. Es como si se encontrará en un sueño, donde todas las sensaciones resultan surrealistas y todo a su alrededor se ve borroso.

Sus pasos son pesados... Su cuerpo es pesado o el así lo siente, pero eso es lo contradictorio, pues el se siente vacío.

Nada...ni una sensación en su corazón se encuentra.

Solo es un cascarón, la sombra de lo que un día fue, o de lo que nunca lo dejaron ser.

Y es así como el cascarón de lo que se así llamar Sanji, se dirige a lo cual será su último destino. Su fúnebre destino.

Asiendo uso de sus elásticas y fuertes piernas, sube a la barandilla del emblemático Golden Gate de un salto. Observa con interés la altura de este y se pregunta mentalmente."¿Dolerá mucho la caída? "
Sacude la cabeza, buscando sacar esa idea de hay. "No es momento de dudar, con lo mucho que te a costado decidirte" se dice a si mismo.

Ciera sus ojos y llena sus pulmones del intoxicado aire de una ciudad como esa.

Solo un paso al frente y el caerá al vacío, solo un paso y los problemas y el dolor menguaran para después dejar de existir.

Dejándolo en paz.

Y cuando estaba dispuesto a dejar caer su peso al frente, el sonido de un auto parándose justo de tras de él lo detiene.

"¿Alguien viene a impedírme que acabe con mi vida?" Se pregunto con un deje de esperanza, al ver esa luz que iluminaba su oscuro mundo.

¿Cuentas veces había pedido a dios una señal, que le mandara algo o alguien a lo cual aferrarse a esta vida de mierda?, sin duda eran más de las que podría recordar. Y ahora que tan decidido estaba llega ese mensaje de
dios.

Qué maldito era, ¿porqué jugaba así con el?

Sus debates y reproches a ese ser superior terminaron cuando vio salir del auto a un joven moreno y de cabello extrañamente verde.

En ningún momento dirigió su vista a el y eso lo descoloco. 
El moreno se acercó a la barandilla a un par de metros lejos del rubio, para despues con agilidad subirse a la misma.

"¿Pero que está haciendo?" Se pregunto el rubio sin entender. Vio el cuerpo del musculoso joven inclinarse hacia el frente y asustado grito -¡¡¡DETENTE!!!

Los ojos color miel se fijaron en el chico que hace un segundo le había gritando y sin mucha emoción lo saludo.
- Hey que tal
-CÓMO QUE, QUÉ TAL,  ¿QUE MIERDA PIENSAS QUE ESTAS HACIENDO?-a pesar de no conocerle un sentimiento de pánico se apoderó de él al deducir lo que tenia planeado hacer.
- A bueno, creo que es muy claro, voy a saltar- hablo con simpleza, encogiéndose de hombros, restándole importancia.

-Pero, t...tu- "¿El no venía a salvarme de mi mismo? " se pregunto con pesades, viendo como esa única luz de esperanza se apagaba sin que el pudiera evitarlo.

El moreno se dio cuenta de que los ojos de su acompañante se volvieron oscuros y lúgubres, a pesar de que no era capaz de notar los colores de su alrededor.

Eso le había comenzado a pasar, cuando su vida se fue en picada,  ya no tenía la capacidad de diferenciar los tonos y colores de la vida, ahora solo veía en blanco y negro. Veía todo sin vida.

Salta al vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora