—¡Demonios!— farfulló JungKook al percatarse que se le hacía muy tarde.
Y es que, Kim Namjoon se iría a América para estudiar leyes, el menor no se podía sentir más orgulloso de su hyung— pero de igual forma se sentía triste ante aquello—, no podía dejarlo ir sin lograr despedirlo como se debía.
—¡Ya regreso!— gritó el azabache desde la puerta, en donde se colocaba torpemente sus zapatos y luego de ponerse de pie, salió de su casa.
Nunca en su vida había sentido tanta adrenalina en todo su cuerpo.
De acuerdo son las siete y media, miró su reloj de mano mientras se colocaba el casco en su cabeza y se posicionaba en la bicicleta. Se irá a las ocho, recordó un tanto triste y con algo de prisa se colgaba su mochila, en donde llevaba el regalo de su hyung. Ya con los minutos contados, JungKook empezó a pedalear.
—¡Vamos!— chilló el menor al percatarse del tráfico matutino.
No podía detenerse ante aquel inconveniente, con la cautela del mundo comenzó a tomar muchos atajos para poder llegar al aeropuerto. ¡Y lo consiguió! Por poco tropieza con un guardia de seguridad al momento de querer frenar la bicicleta.
—¡Lo siento!— se disculpó él mientras comenzaba a correr y entraba al lugar.
El lugar estaba repleto de gente. El pobre no podía tener peor suerte que esa o eso pensaba hasta percatarse de una familiar cabellera castaña a lo lejos, con varios "Lo siento" de su parte, pudo llegar a la zona de espera para los pasajeros, un tanto cansado, se inclinó para poder agarrar un poco de aire.
—¡Viniste!— se escuchó decir a su mejor amigo, Taehyung—. ¡Pensé que no lo harías!— se acercó hasta donde estaba.
—¡Claro que vendría!— se quejó un tanto ofendido—, tenía que ver a mi hyung.
—Claro tu hyung— rodó los ojos el mayor—, y yo estoy pintado ¿o qué?— se quejó.
—Lo siento — le sonrió en disculpa.
—¿JungKook?— la voz de un desconcertado Namjoon se hizo presente en la conversación de los chicos.
—¡Hyung!— exclamó alegre el chico—. ¡Qué gusto verlo!
—¡A mí también JungKook!— le sonrió mostrándole uno de sus hermosos hoyuelos al menor.
—Bueno— interrumpió un tanto incómodo Taehyung ante las miradas de ambos chicos—, ire donde mamá.
Al ver que su mejor amigo se iba, los nervios del menor comenzaron a acumularse— siendo muy notorio ante sus mejillas un tanto rosadas—, no sabía qué decir ante el precioso chico que tenía enfrente. No fue hasta entonces que se recordó del regalo que traía para Namjoon.
—Nam-hyung le he traído algo— mencionó el azabache mientras quitaba de sus hombros la mochila y la abría para poder sacar una bolsa amarilla.
—No debiste de hacerlo— lo miró con dulzura el mayor—, es extraño, pero con sólo que estés aquí ya es suficiente— le sonrió.
¡Me voy a morir!, chilló en sus adentros JungKook.
—Sólo, tómelo hyung— le extendió la bolsa al mayor.
Namjoon iba a decir algo pero antes de que sucediera, una voz llamó su atención.
—Vuelo 112, destino Massachusetts aborden el avión...
Jeon JungKook sintió un nudo en la garganta al ver como Namjoon suspiraba. No podía irse sin poder abrazarle, no hubo una petición por parte de él, cuando el menor de los dos, lo abrazaba con fuerza.
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El tierno Moonie
FanfictionEn donde a NamJoon le dejan regalos en su casillero y unas notas refiriéndose a su ternura. «Hyung le seré sincero, me enamoré de usted por su ternura, ¡por favor, nunca cambie! » ...