''Puntillas''[UraSaka]

"¡Los tanukis son geniales!"

El hilo rojo del destino.
Ambos lo tenían enrredado en sus dedos.
Si esto pasó desde su primer intercambio de palabras, o luego, nunca se sabrá, pero sin duda alguna sucedió.

Su persona especial eh~.

Urata era cariñoso, pero le generaba conflicto demostrar muchos sentimientos abiertamente. Era malhumorado, y lo mostraba a su opinión, tiernamente.

Estaba perdidamente enamorado de él. Sakata lo sabía, y lo admitía felizmente.

¿Cómo pasó todo aquello?

Bien, hace mucho tiempo...

[...🍀...]

—¡¡Waaaa!!— los llantos venían del camino al cual se dirigían. Pensaba que se trataría de algún otro niño que se tropezó, o no tuvo cuidado con su helado, pero para su sorpresa no fue nada de eso—. ¡Quiero quedarme!— quedó extrañado al ver la situación.

Era un pequeño al frente de unos tanukis. Tenía lagrimitas recorriendo sus mejillas rosadas. Su madre lo veía desconcertada pero a la vez un poco molesta.

—¡Urata, ya basta! Hemos estado aquí desde hace media hora. No podemos quedarnos aquí— le pareció sin duda algo extraño...¿Quién vería a los tanukis tanto tiempo?

—¡P-pero!— no cesaba, seguía haciendo un berrinche. Sakata observaba como la adulta iba perdiendo la paciencia.

—Mamá— llamó el pelirrojo—. Ya casi vuelvo— se dirigió al castaño.

—No quiero irme...— sus intentos de retener su llanto eran vanos.

—Hola— llamó—. ¿Estás bien?

''¿Quién es este idiota?''

—¿Qué quieres?— sorbió su nariz— Sí, estoy bien...

—No lo parece~...¿Por qué estar aquí?¿Qué tienen de especiales?— le daba curiosidad, realmente no lo entendía.

—¡Los tanukis son geniales!— exclamó. Juraba haber visto estrellitas en sus ojos en ese momento—. Además, son muy lindos— sonrió orgulloso.

—Oh... Comprendo— no lo comprendía del todo.
Eran bonitos, pero vamos, que media hora es mucho.

Con ayuda del pelirrojo, Urata logró seguir el recorrido del lugar con normalidad.
Después de todo, había sido buena idea ir a aquel paseo.

—Sakata...— nombró, este lo volteó a ver mientras caminaban—. ¿Quieres ser mi amigo?

—¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Por supuesto!

—¡Urata~! Ya van a cerrar, debemos irnos— la mujer extendió su mano para que el niño la tomara, sin embargo él sólo se limitó a ver al pelirrojo deseando llorar.

—En esta situación no puedo hacer nada— río nervioso.

—¡¡No quiero!!— gritó, y nuevamente comenzó a llorar.

"Ah...Es un poco problemático".

—Urata-kun~— quitó las manos del niño que escondían su rostro ,este  sólo lo vio desconcertado—. Está bien~ ¡Nos veremos luego!— dió palmadas en su cabecita— ¡No llores, no debes llorar por cosas así!

—U-um— ese día se puso de puntillas para abrazarle. Quería rodear su cuello y él aún era muy bajito.

[...🍀...]

En primaria se volvieron a encontrar.

—Yo creo que la más linda es Wotamin-chan— un par de niños hacían un círculo alrededor de la mesa del pelirrojo.

—¡Lon!— exclamó otro de ellos.

—Mafumafu— dijo un azabache de la clase superior—. Es mejor...

—¡Mafumafu no es una chica, Soraru!

—E-entonces, yo digo que es Urata—exclamó — ¡Le gana a todos!

—Claro que no— intervino Hashiyan.

—¡Apoyo a Soraru!

—Vete de aquí, Luz— todos comenzaron a hablar al mismo tiempo, algunos molestos y otros sólo opinando, el escándalo cada vez era más fuerte para aquellos fuera de la conversación.

—¡Ya basta!— gritó una rubia de orbes rojizos—. Todos sabemos que la persona más linda de aquí es Nqrse— voltearon a ver al pelirrosa quién sólo se quedó pasmado y confundido, con un leve sonrojo recorriendo sus mejillas.

—Maldición, esta vez gana Kuro— la nombrada sonrió orgullosa, y de mala gana acabaron la charla.

—Yo sigo pensando que es Urata...— susurró para luego suspirar.

—¿Por qué Urata?— uno de los niños preguntó aquello alzando la voz, por lo que nuevamente comenzaron una conversación. Todos veían esperando respuesta de Sakata.

—Um...No sé como explicarlo...

—¡Urata!— el nombrado volteó a ver—. ¡Sakata dijo que eres muy lindo!— el pelirrojo rió nervioso esperando algunos insultos del mayor.

—Sakata e-es un idiota— apartó la vista con sus orejas más que rojas.

''Vaya que a cambiado...''

Y bien que era cierto, Urata en un pequeño transcurso de crecimiento desarrolló rápidamente comportamientos tsunderes, algo que Sakata no sabía si decir que era malo o bueno.

Ya se estaba acostumbrando a insultos y sonrojos con ceños fruncidos.
No tomaba importancia por sus enojos, sabía que no era precisamente por algún rencor, eso ya lo había comprobado.

[...]

Hace algún tiempo...

—Ura san~— un pequeño albino se acercó a la mesa en el almuerzo—. ¿Porqué eres grosero con Sakatan? ¿No te agrada?

Sakata ya pudo haber llegado y evitar respuestas, mas quería saber, si había posibilidades de lo último dicho, quedaría un poco dolido, era un gran amigo después de todo.

—No...— lo pensó detenidamente antes de responder—. Me avergüenza que me sonroje por todo, y él lo nota, y me dice que le parece "lindo" ¡Y me avergüenza más!— sus orbes daban un paseo por todo su alrededor en busca de una mejor explicación—. Bueno, es algo complicado. Me molesta, o apena, no sé.

Una extraña sensación de emoción le recorrió y así terminó por sonreír con ternura.

Ese mismo día había sido el cumpleaños de Urata. Por supuesto ya tenía un obsequio. Mientras escuchaba a escondidas su conversación, terminó de acomodar el moño de la diminuta cajita y corrió hacía ellos.

—¡Buenas!— saludó animoso—. Ah...— Urata no se fijó mucho en él, si no en lo que llevaba consigo.

"¿Tendrá curiosidad?''

Claro que la tendría.

—¡Feliz cumpleaños!— extendió con rápidez el objeto, no lo pensó mucho. A Urata le brillaron los ojitos.

—G-gracias...— la tomó y abrió intrigado, topándose con un colgante en el que se encontraba un pequeño tanuki junto con un trébol—. ¡Waa!— ilusionado, se acercó considerablemente—. ¡Me gusta mucho, Sakata!— el cumpleañero de puntillas pudo abrazarle por el cuello.

Había sido una gran opción.

[...🍀...]

En ese entonces no había tenido idea de que le gustaban tanto esas criaturitas, aunque la ocasión se dió en primaria, ya el castaño para entonces se había vuelto bastante serio. Y pensar que el que los tanukis estuvieran involucrados fuera suficiente para sacarle tan linda sonrisa.

—Definitivamente son geniales— murmuró riendo un poco.

[…🍀…]

Gracias por leer. 💓