Un amor entre disparos --𝓙𝓸𝓷𝓰𝓴𝓮𝔂--

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No sabía que hacer, él sabía muy bien que lo buscaban, ¿Por qué él? , aunque suene egoísta  estaban los demás, si querían arruinar su reputación no serviría de nada, nadie le pondría atención a una carrera que en estos momentos no sirve de nada, las televisoras cancelaron todos sus programas por "problemas de telecomunicaciones" ¿Quién se cree eso en esta crisis que viven ?

Corría lo más lejos que pudiera, no tenía destino alguno, quería olvidarse de todo, pensar que sus lágrimas no tenían una razón, simplemente corrían por aquellas cosas que alguna vez vivió con Victoria, con ella y con todos, cuando eran un equipo (algo que nunca volverá a pasar).

Ella era la que los unía.

Todo era alegría a su lado hasta que se enteraron que la vida los quería alejar de ella. Lloró, lloró y nunca se  arrepiento, "que un hombre lloré no significa que sea débil", sus amigos se lo repetían cuando su vista se nublaba.

Llegó a un lugar que pensó que era seguro, por lo que vio, era un casa(o por lo menos alguna vez lo fue), le recordaba a su hogar. Cuando  al terminar los conciertos o los ensayos llegaba y veía a su pequeña perrita de nombre Roo que al verlo saltaba y empezaba a ladrar, Amber como siempre lo esperaba para cenar, así fueran las 2 o 3 de la madrugada, así era su hermana, realmente nunca se fijaba en la hora porque se desvelaba haciendo lo que pudiera para matar el tiempo.

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Horas antes

-No te puedes ir así, Jjong ¿sabes los peligros que correrás allá fuera?-

-No importa, no quiero que les pase nada, no saben como me lamentaría, ustedes cuídense, los guardias no las van a dejar, tienen ordenes-

-¿Me vas a dejar aquí encerrada como un niño cuando su papás lo abandonan? no lo voy  a permitir, aunque seas mayor no te haré caso , es más mis provisiones están listas-

-Amber... me quieren a mi, saben que tengo la información que Victoria dejo, aparte quieren mandarme al hoyo con mis carrera-

-Era la única persona que me queda, mamá y papá ya no están-

-Por eso debo irme, para protegerte- le acarició el pelo - eres tan tierna cuando te intentas imponer conmigo, te prometo que regresaré-

-Mas te vale pero aún así no me quedaré tranquila-

-Solo cuídense- tocó su cabello igual de corto que cualquier chico.

Tomó entre sus manos a su mascota y la cargó de una manera tan tierna que hasta Amber se sorprendió aunque en él fondo ella sabía lo sensible que era Jonghyun.

-Roo, cuídala, es capaz de fugarse aún después de decirle los peligros que puede correr-

Un par de sonrisas se dibujaron en ambos, unos segundos de felicidad eran suficientes en esos días.

Él había previsto eso días antes así solo fue cuestión de tomar su mochila para tomar camino hacia donde fuera que lo llevara el viento. Salió, no había vuelto atrás, debía de demostrar la valentía que aún le quedaba.

Desde de un largo tiempo no se pudo contener más y decidió llorar, tal vez no era el momento pero nada podría hacer que se detuviera. Las lágrimas siempre tienen motivo y ese era el dejar sola a su hermana, ¿y si Minho sabía que él no volvería a su casa? ¿ y si se aprovechaba de eso para tomar a Amber ? Debía de despejar su mente y solo concentrarse en algo más positivo.

Fue ahí cuando recordó sus mejores días como cantante, aún en la soledad que sintió alguna vez era buena recordarla y aún mejor recordar como la superó.

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Con un ladrillo que encontró logró abrir la cerradura, entró y no notó que si quiera una alma rondara por ahí. Soltó su mochila y corrió directo al refrigerador que para sorpresa suya esta atiborrado de  alimentos lo suficientemente deliciosos para su paladar tan peculiar.

No se le ocurría que hacer, extrañaba su casa, su guitarra, la compañía de Amber y las repentinas llegadas de Jinki con las manos llenas de películas que eran capaz de acabarse en un solo día, nunca importaba de que se trataban.

Recordaba la inocente sonrisa de su mejor amigo cuando le ayudaba a componer canciones en su cuarto que a veces se sentía tan frío y vacío pero con él nada de eso pasaba por su mente.

Todo estaba bien hasta que una pequeña voz se oyó al fondo de la habitación.

-Jonghyun, sabría que vendrías-

-¿Quién anda ahí?- tomó lo primero que estaba cerca, un florero, muy útil ¿no?

-Caíste directo a mi anzuelo-

Luces blancas alumbraron cada rincón que la  luz natural no podía mostrar cegando así su vista.

-¿Quién más podría ser ?- una pequeña risilla resonó en la sala - Tu mejor amiga ..... Sulli -

Salió de la oscuridad una chica de cabello largo que le llegaba a la cintura, de su cara emanaba una mirada tanto inocente como dominante. Con traje muy parecido a lo que usan los policías se dirigió a él.

-¿Tienes miedo? ¿Él pequeño Jjong tiene miedo?- se acercó y tocó su hombro, solo con el primer contacto un escalofrío recorrió el cuerpo del chico.

-Aléjate- le exigió, ella no le hizo caso.

Una mueca se cambió por su sonrisa y lo vio de frente, lo rodeó con sus brazos casi con intenciones de sentarse en él. Estuvo a centímetros de tocar su rostro.

-Me cansé de esperar.... todos son unos inútiles, debo de admitir que no fue fácil encontrarte, eres más escurridizo que tu hermana- eso bastó para que él explotara.

-CON AMBER NO TE METES- la aventó hacia el suelo y acto seguido ella sacó su pistola y la apuntó hacía el centro del rostro de Jonghyun, lo único que  hizo fue retroceder.

-Así que a esto si le tienes miedo- se levantó lentamente sin perder lo de vista - Sé que eres un cobarde Kim Jonghyun y nada cambiara eso.

Sulli solo hizo señas para que los señores lo tomaran por la espalda, tapándole su boca y rodeándolo para evitar que se escapara.

-Quiero ver hasta donde llega esa sonrisa tan linda que te caracteriza-

Solo fue cuestión de segundos para que él se durmiera en los brazos de sus atacantes, la sustancia había surtido afecto dejándolo en un sueño demasiado largo.

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Holaaaaa~

Han pasado 84 años desde la última vez que escribí aquí, bueno... les dejó este capítulo que será el primero de esta novela que tanto pasó por mi cabeza.

Esperó les guste