Campitilo Unico. "No Me Salves"

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Fecha: sin importancia.

Carta para el gran sacerdote o como nuca me atreví a decirle, padre.

Espero y comprenda después de leer, quisiera que usted pudiera aceptar mi desición.

¡por una vez piense en mi y no sólo en usted!

No trate de detenerme, ya estoy decidido y probablemente al leer esto, ya no estaré más. El mismo error que usted cometió, yo lo repeti, quizás eso aprendí, ¿Que fue? Ocultar mis sentimientos. Caí en lo mismo, pero no lo culpo. No se debe sentir culpable, sólo yo soy el culpable de esta sensación que me hace caer en un abismo.

Me encontraba fatal como físicamente y mentalmente, buscando como acabar con la vida de un ángel, es decir, con mi vida. Tenía tiempo ocultando el dolor que sentía.

Es la primera vez que sentí el verdadero temor. No me lo creía o quizás no quería aceptarlo, mientras me derrumbó. Lágrimas saliendo de mis ojos, seguía sin entender la razón si es que existía. Todo fue tan repentino. Tratas de seguir con tu vida fingiendo que no duele, es difícil para mi en verdad; sólo siento un nudo en la garganta.

Es mentira que el tiempo lo cura todo. Puedo vivir sin ella, siempre a sido así, pero me niego a hacerlo.

Recuerdo que la mayor parte de mis hermanos lloraban, yo sólo me cruze de brazos, mirando a la nada y la culpa en mi ser. Esperaba que lo que me dijeron no fuera verdad, sólo uno de esos pocos sueños que tengo cuando me permito dormir, una parte de mi me impedía voltear a un lado, en donde se encontraba su cadáver. El miedo se apoderó de mi, la necesidad de comprobarlo no hizo falta.

Al mirar el cuerpo sin vida, me acerco lo antes posible, sin importar lo que haya a mi alrededor. Tocó su mejilla que se veía pálida y estaba helada, faltaba ese rojo que la hacía lucir hermosa, intenté mantenerme para no derramar lágrimas, no dio resultado el querer mantenerlas, se salieron sin control.

Usted se mantuvo firme frente a todos mis hermanos, se que le dolió más de lo que muestra, en cuanto salimos mis hermanos y yo, junto con todos los invitados, entre nuevamente por que no quería alejarme de ella. Al parecer, usted no se dio cuenta de mi presencia.

No se pudo contener más y se soltó en llanto, estaba destrozado, lloraba mientras le acariciaba el rostro, quería acercarme para poderlo consolar, pero una parte de mi me detuvo. No lo quería avergonzar, es mejor permitirle sacar todo el dolor en este momento, apenas era el inicio del duelo.

No estuve cuando sucedió todo, al parecer querían atacar al rey de todo. No se encontraba usted. Salió por un momento y estos se aprovecharon y atacaron, lo que no comprendo es que estaba haciendo ella ahí, no logró comprenderlo por completo.

Por lo que escuché, cuando vio que atacaban al el Rey del todo, no dudo en defenderlo. Lamentablemente no pudo contra todos eran demasiados, se desciso de varios de ellos pero no fue suficiente. Ella murió en batalla. padre, usted llegó demasiado tarde. Acabaste con el resto, pero te sientes culpable, por no haber llegado a tiempo, por haberse ido del lugar, por no estar ahí cuando se le necesitaba, además ese era su trabajo, pero aún así, le vuelvo a recalcar que no es su culpa, sólo es una equivocación del destino, eso pienso. Pero ella no debió morir, si no otro. Ya se imaginaba el drama que habría cuando tenía que dar a conocer la noticia.

Se destrozó cada pedazo de mi alma con su partida. Como quisiera regresar el tiempo, odio esta sensación.

Ahora contra digo mis pensamientos, tanto que no me entiendo. El silencio se apoderó de mi por mucho tiempo al igual que la soledad, por mi mejilla más de una lágrima cayó.

Guarde este dolor, pensé que quizás se me pasaría pero no fue así, cada día la extraño más. En vida me hice cargo de demostrar todo lo contrario y no sabes cuanto me arrepiento. No sabes cuanto e llorado, la muerte me robó lo que mas amaba, no puedes contra ello, unirte es lo mejor.

Creerás que esto esta mal, pero ella
Me esta esperando, lose, te lo puedo asegurar. No puedo verla físicamente, pero la veo en mis pensamientos, ella esta siempre presente en mi.

Por una fuerza rara de el corazón, siento que perdi una parte de el alma, estoy muriendo lentamente. Nunca pude distinguir un sentimiento de otro, no sabia que podia sentir tantas cosas, y ahora nadie puede hacer nada, nadie puede salvarme.

Parece que es demasiado tarde, no supe apreciar lo que mantenía a este ángel con vida, arrepentirse, tardar en rectificar, ningún insulto alcanza a describir este nivel de idiotez en su totalidad. la esperanza se esfumó al igual que mis ganas de seguir es una eterna caída y creo que es hora de caer. Nada llenará este vacío, no sabes el dolor que se siente al perderlo todo.

No puedo borrar de la cabeza la última vez que la vi con vida; Lucía realmente hermosa y nunca se lo dije, se acercó a mi con la mejor intención, al parecer sólo quería hablar conmigo, me moleste puse cara de desagrado para luego retirarme. No me paso por la cabeza que sería la última vez que la vería,¿Quien se lo imaginaria?.

Fue culpa del ataque al rey de todo, si... pero también fue mi culpa y me odio por eso. No se que hacer ya que no tengo salida, he ayudado a la mayor parte de mis hermanos ¿Quien me ayudará a mi? Se supone que soy el más razonable o al menos es lo que me dicen, No se que sucede conmigo.

El día en que vi su cadaver ante mi, fue el día en que murió este corazón, es como estar muerto en vida. El orgullo no te lleva a ninguna parte, sabía lo que es sentirse sólo, ahora no sólo estoy sólo si no vacío también.

No te pediré perdón por quitarme la vida, te pediré perdón por llevarme uno de tus libros, disculpa que nunca lo devolví.

Escribo esto con lo ojos cristalizados, lagrimas caen sin control alguno, Lo siento llegó la hora de despedirme. Pero no sin antes decir que amo a cada uno de mis hermanos y a usted, decirle que siempre lo admire.

Lamentó causarle más dolor, me despido y pueda superar mi partida, hay que tomarlo por el lado bueno, por que no sufrire más.

Nos veremos en otra vida.

Korn

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El gran sacerdote sólo dejó caer el pedazo de papel, dejó caer algunas lágrimas que secó rápidamente. Se levantó de su asiento y rápidamente creo un portal que se dirigía al octavo universo. Al llegar corrió hacia la entrada principal , sin importarle entró al Palacio. El dios quien se encontraba leyendo se levantó e hizo una reverencia.

- ¿Dónde esta Korn?- preguntó Daishinkan con desesperación.

- en su habitación, gran sacerdote- dijo el dios extrañado, pero el gran sacerdote sólo se limitó a agradecer e irse. El dios con curiosidad fue detrás de el.

Cuando el gran sacerdote se acercó a la habitación, se detuvo y suspiro antes de abrir la puerta , al hacer este acto, cuando miró a su alrededor sólo se dejo caer y quedar de rodillas, No podía creer con la sorpresa que se encontro....

El Secreto En Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora