La fiesta de aquella fresca noche de un sábado en una residencia situada en la playa, muchos jóvenes queriendo divertirse y pasarla bien, el ambiente bien prendido, una bella joven de 19 años, hermosa figura, cabello suelto y ondulado adornado por flores, ella bailaba de lo más divertida, nunca pasó por su mente que ese fin de semana encontraría a alguien, sus ojos se posaron en un chico alto, de piel ligeramente bronceada, cabellos rizados y ojos marrones rojizos. Para ella aquel desconocido era una obra de arte. ¿Dónde había estado toda su vida?
Al parecer ella no pasó desapercibida por él, pues igual le tiraba una que otra mirada tímida, la chica ahora había cambiado su forma de mover su cuerpo, algo más coqueta, como invitándolo a acercarse.
No dejaban de mirarse a la distancia, ella insistió con su forma de bailar tan sensual y a la vez algo misteriosa para que él llegara, no tardó en ceder a los encantos de la chica. No dijeron ni una palabra, empezaron a bailar, ella rodeó con sus brazos el cuello de él, no dejaban de verse, era mágico el momento.
Pasaron juntos divirtiéndose, ella ya estaba viendo el futuro, pero ciertamente no sabía que pasaría más adelante. Se apartaron un poco para descansar, tomaron unas bebidas, ambos sentían curiosidad de probar los labios el uno del otro, ella sonrió y se acercó más uniendo sus labios en un dulce beso que luego se tornó más apasionado luego se separaron agitados por falta de aire.
Dejaron las bebidas a medio tomar sobre una mesa, la música era muy fuerte, él la guio entre la multitud, subieron las escaleras hasta las habitaciones, encontraron una en donde seguir lo que habían comenzado abajo.
Él cerró y puso seguro a la puerta, volvieron a besarse, comenzó a hacer más calor en aquella habitación, la iluminación era muy poca, ella fue desabotonando la camisa de él para luego tirarlo a la cama y encimarse sobre él.
Con sus manos recorría el cuerpo de la chica, en lo que se besaban, estaban deseándose él uno al otro, no importaba si aún desconocían sus nombres pues decidieron dejarlos en el anonimato así era más excitante.
Solo la luna era testigo de lo que pasaba en aquella habitación, conocerse en la fiesta había sido lo mejor que les pudo haber pasado a ambos.
Ella lo miró y pronunció- Tu y yo, magia. – luego puso su mano en la mejilla de él para atraerlo y besarlo.
No había conocido una chica que le hiciera estremecer así su ser y que le robara el aliento, habían pasados sus límites y tuvieron una de las mejores noches de sus vidas aquel verano.
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Noche de Verano
FanfictionShindou y Akane se conocen en una fiesta un fin de semana. (Drabble).