Capítulo I

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- ¡Adiós Estrella de fuego!- dijo Zarpa hollín, rompiendo la tensión de la atmósfera.

Poco a poco, el resto de los gatos se unieron a él.

- ¡Adiós!

- ¡Tengan un viaje seguro!

- ¡Vuelvan pronto!

Estrella de fuego saltó desde la peña alta, caminando entre sus compañeros seguido de Tormenta de arena. Látigo gris lo observó intercambiar unas palabras con carbonilla, mientras Manto polvoroso y Acedera se despedían de Tormenta de arena.

El gato gris soltó un lento suspiro. Hace tan sólo unas cuantas noches atrás él y su amigo salían en patrullas de caza nocturnas, bajo el brillo de la luna y el manto plateado, y ahora, mientras atravesaban lentamente el túnel de aulagas, tendría que afrontar la tarea de cuidar al clan en ausencia de su amigo.

Según lo que le contó Estrella de fuego, había sido llamado para ayudar a un clan desconocido que habitó en el bosque hace muchas generaciones, pero que fue expulsado y obligado a trasladarse hacia un futuro incierto. Su amigo no parecía muy seguro de por qué se le había dado la tarea de ayudarlos, pero conociendo a Estrella de fuego, el siempre trataría de ayudar a un gato sin importar de donde provenga.

Recordaba la charla que tuvieron luego de que Estrella de fuego le confesara la verdad de su extraña actitud a sus más cercanos amigos

- de verdad Estrella de fuego, ¿Estás seguro de que soy el gato indicado para liderar al clan en tu ausencia? Quiero decir, sé que soy el lugarteniente, pero esto ya no es lo mismo, ¿Y si somos atacados? ¿Y si los tejones o zorros se les ocurre mudarse en el claro? ¿Y si alguna enfermedad supercontagiosa arrasa con el campamento completo? ¿Y si un aprendiz debe ser nombrado en guerrero en tu ausencia?
¿Debo inventar algún nombre o decir la primera cosa que se me venga a la mente? ¿Cuál de los dos es mejor; corriente hollín u hollín plateado?

- Primero, látigo gris, no creo que nos vayamos por tanto como para que tengas que preocuparte por nombrar aprendices- maulló Estrella de fuego, con los bigotes temblando de risa- segundo, nuestros guerreros jamás permitirían que alguna criatura intentara hacer su hogar en el campamento, y no después de lo que le pasó a Sauce. Y tercero, confío en tí para que todo salga bien. Eres mi mejor amigo, y te conozco muy bien como para confiarte la seguridad del clan.

- los sé, pero es que tú me conoces, tanto estrés y hacer patrullas y asistir a asambleas, y todo eso son tan agotadores cuando-

- y puedes usar mi guarida en mi ausen-

- hecho.

<<En realidad, cuidar al clan no parecía tan mala idea. Además, tenía un plan.>> Pensó.

Había estado tan perdido en sus pensamientos que no se dió cuenta que Estrella de fuego le estaba hablando.

- ....¿Látigo gris?

- ...¿Uh? ¿Qué dijiste Estrella de fuego?

- dije que si quieres acompañarnos al límite del bosque

- este es tu viaje, tuyo y de Tormenta de Arena. Yo me despido aquí. Buena suerte a ambos- dijo, entrechocando narices con sus amigos.- además, no podemos dejar que el clan parezca débil en tu ausencia. Les diré en las asambleas que el clan estelar te ha reclamado y volverás pronto.

- espero que tengas razón- maulló suavemente Estrella de fuego- pero si no regreso...

- ¡no digas eso! Volverás; me lo dice mi corazón. Esperaré tanto cómo haga falta. Y cuando regreses, estaré ahí como siempre.

¡hola! Soy Estrella GrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora