Esto es aburrido, solo estoy en esta fiesta porque es de parte de mi familia, mi pequeño primo esta de cumpleaños. Se me hace pesado seguir ahí, así que decido alejarme e ir al auto para descansar un poco, la semana ha estado bastante agitada, no han dejado de mandar deberes que me agotan.
No sé cuánto tiempo pasa, pero no logro dormir, salgo del auto y me dirijo de nuevo a la fiesta.
Están sirviendo comida y aprovecho para tomar una hamburguesa, estoy de última en la fila y los niños que tengo en frente no paran de gritar; odio a los niños. Al fin llego de primera y me adueño de una hamburguesa, camino hacia un parque cercano del edificio, esta fiesta se está dando en donde vives mis tíos. Como mi hamburguesa tranquilamente y bebo un sorbo del refresco que pedí junto con mi comida.
Pasan algunos minutos y escucho que me llaman, no logro ver nada pero pronto aparece alguien en mi campo de visión, es él, no puedo evitar sentirme nerviosa, he trabajado mucho para que las cosas entre nosotros dejen de ser incomodas y volviéramos a ser amigos. Se acerca con un caminar lento y despreocupado hasta sentarse a mi lado.
-Hola- es lo único que dice al verme, yo solo lo saludo con la mano y termino comer -Sabes, te estaba buscando, tu tío me dijo que habías venido-
Me ahogo con mi propia saliva, por si se lo preguntaban, si, él me gustaba y su nombre es Benjamin, aunque todos le decimos Ben.
-¿Enserio?, no creí verte por aquí, había olvidado que tu padre y mi tío se llevan de maravilla- pequeña cosa que olvide, es por esa razón que mi primo se pasa gran parte del tiempo con él.
Ben asiente y sacude un poco el vaso que lleva en su mano, me lo acerca, bebo un poco y el sabor amargo del alcohol baja por mi garganta quemando, es bastante agradable a decir verdad. Bebo un poco más, necesito estar serena si quiero hablar coherentemente con él.
Así siguió la noche, hablamos, bebimos y nos reímos de los niños que se encontraba ahí, aunque debo decir que Ben es fantástico con ellos.
Este tiempo juntos es muy agradable, por esa razón ya alguien más esta con él, amaría que esa persona fuera yo, pero prefiero respetar la relación que tenga.
Mientras pienso en eso, escucho como mi primo nos sugiere ir a su apartamento, la fiesta había acabado y quedaban alrededor de 5 niños sin contarnos a nosotros dos, accedimos, la brisa fría me estaba helando los huesos.
Al estar en el apartamento pido a mi primo un suéter, me dice que suba y busque uno, corro a su habitación y agarro el primero que veo, mientras Ben me sigue detrás. Me coloco el suéter y me rio al ver que me queda bastante pequeño, él solo se limita a mirarme, pero noto que algo cambia en su mirada, un extraño destello, y es ahí cuando sucede, acerca su rostro al mío para besarme, y por acto reflejo coloco mis manos en sus labios, le recuerdo que tiene novia, pero solo me abraza diciendo que se siente mareado, le doy palmaditas en la espalda y termino de apartarlo de mí. Me acerco al closet una segunda vez y agarro otro suéter, me lo coloco ignorando lo de hace unos segundos, probablemente era una broma. Cuando ya tengo puesta la prenda, él vuelve a acercarse a mí y me abraza volviendo a acercar su rostro al mío, rápidamente coloco mis manos en sus labios recordándole, más a mí que a él, que tienen novia, que esto ésta mal, que no ando por ahí dañando relaciones.
Mi voluntad flaquea al tiempo en que Ben insiste, se me hace muy difícil luchar contra la ola de sentimientos que se arremolinan en mi pecho. Es difícil decirle no, cuando se perfectamente que quiero esto desde hace largo tiempo, que llevo esperándolo mucho, pero lo logra, mi fuerza de voluntad decae, me dejo llevar por su insistencia y la cantidad de cosas que siento es estos momentos, pero pronto caigo de nuevo en la realidad, él tiene novia y aquí yo solo soy la otra.Trato de apartarlo, intento que deje de abrazarme por la cintura, pero él es más fuerte, mis ganas de volver a besarlo aumentan, ya no puedo, ni quiero seguir peleando contra esto, y es así como resbalo en la tentación, dejando que el coloque sus labios sobre los míos en un beso que se me hace salvaje, hambriento e intenso, o al menos es así como me siento al respecto, ¿Cómo algo que se siente tan bien puede provocar tanto daño?.
Una de sus manos baja a mi trasero para masajearlo, comienza a movernos hacia atrás, hasta que choco contra la cama, me levanta fácilmente y me sienta sobre esta. Sus manos van y vienen por todo mi cuerpo dejándome sin palabras. Procede a quitar mi camiseta dejándome en sostén, observa mis pechos y los toma en sus manos apretujándolos.
-¡Ah!... por favor, no sigas- trato de alejarlo inútilmente porque en realidad deseo que continúe con su tortura.
-Tranquila, no haré nada que tú no quieras... Dios siempre quise hacer esto- el agarra con un poco más de fuerza mis pechos, además de dejar pequeñas mordidas, esto provoca que llegue a ese margen de dolor y placer.
Siento como su mano baja lentamente hacia el botón de mi pantalón y como sus labios toman salvajemente posesión de los míos, pero el nudo en mi estómago se aprieta demasiado y el dolor se hace insoportable, creando una mezcla de odio y lujuria, me alejo de sus labios y al ver su rostro, la realidad me golpea como una fuerte bofetada, termino de poner distancia entre nosotros, tomo mi camiseta y corro hacia el baño como cobarde, sin querer hacerle frente al daño que acabo de causar. Me siento en el inodoro y comienzo a llorar. Lloro de rabia, coraje, impotencia, tristeza, una gran cantidad de sentimientos haciéndome sentir débil mientras pienso en el daño que le he causado a una persona que no se merece nada de esto, trato de ocultar mis sollozos con mis manos y termino de secar mis ojos con papel higiénico.
Cuando me siento lista para salir respiro profundo y abro la puerta, salgo hacia donde se encuentran todos, al parecer no tarde mucho tiempo en el baño, porque ninguno le parece extraño mi llegada, él se encuentra al otro lado de la sala, gracias al cielo que no me mira, no puedo mirarlo a los ojos, me siento sucia, utilizada, y decepcionada de mi misma por caer tan bajo. Tomo asiento en el sofá y él decide irse, no lo miro en el momento en el que se acerca e besar mi mejilla como despedida, la culpa me carcome, así que decido decirles a todos que me iría a dormir. Esa noche iba a dormir ahí para no tener que conducir tan tarde.
Después de no poder dormir muy bien, llega un nuevo día y debo decir que me siento fatal, no puedo levantarme de la cama y de ser necesario hacerlo, lo hago para vomitar todo lo que ingerí ayer, no quiero ver a nadie, ni tampoco volver a la rutina, pero mi tía tiene otros planes porque me llama a almorzar. Subo perezosamente las escaleras y finjo mi mejor sonrisa al estar con mi familia. Tomo asiento y acerco la cuchara con sopa a mí boca, pero de pronto me dan ganas de devolver todo, me disculpo diciendo que no me siento muy bien dirigiéndome a paso apresurado al baño más cercano, apenas logro llegar al retrete para devolver los vasos de agua ya que eso fue todo lo que ingerí en el día, odio esto, sé que esta es la culpa manifestándose a través de mi cuerpo, porque ya he tenido resacas y ninguna se asemeja a esto.
Clases, malditas clases a las que tengo que asistir, estoy nerviosa, cansada, hoy los veré a ambos y no estoy preparada para eso.
Camino a paso lento al aula y me siento en mi lugar habitual. La culpa me devora viva y se me nota en el rostro, estoy lenta y ojerosa, destruida por dentro. No logro concentrarme, entonces decido que lo que estoy haciendo puede esperar, no quiero seguir atormentándome al pensar en lo que podría suceder, pero no obtengo lo que quiero, escucho su voz y volteo a ver de dónde proviene, esta de espaldas, solamente al verlo desde ahí provoca que me desmorone, las lágrimas amenazan con salir y mi respiración empieza a dificultarse. Alex mi compañera de clase se acerca preguntando qué sucede, rio histéricamente diciendo que todo está bien, ¿porque no habría de estarlo? estuve a punto de darme en bandeja de plata a un imbécil que tiene novia, soy un asco. Ella asiente sin estar convencida y me deja con mis pensamientos, pero es demasiado. Pido permiso para el baño, al llegar me encierro en un cubículo y lloro, lloro con fuerza, estoy decepcionada de mí, de lo que hice, de cómo me siento, de haberme dejado convencer tan fácil por ese idiota, pero ya sucedió y no puedo remediarlo.
Pasan minutos tal vez horas y no puedo salir del baño, solo me quedo ahí revolcándome en mi profunda miseria porque me deje llevar por encantos de un idiota, encantos que me destruyen.
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Espero que les gustara esta historia corta, en un futuro cercano estaré subiendo una historia completa, gracias por leer y recuerden votar
💛💙❤️
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Su Encanto Me Destruye
Teen Fiction¿Como algo que me hace sentir tan bien, me provoca, al mismo tiempo, tanto daño? ---------- Esta va a ser una historia corta, trabajo donde dejo fluir mi imaginación. Espero que lo disfruten. "HISTORIA CORTA" TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS