7. ¿Quisieras? (Segunda parte)

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Había llegado el sábado, el sábado que conocería a Louis, dios, estoy tan emocionado, no sé qué ponerme, son las 2 a.m y no puedo dormir, le mandaré un mensaje.

Hal Tanner.- Amor, estoy tan emocionado que no puedo dormir, seguro estás durmiendo, bueno, intentaré dormir.. Adiós.

Al fin conseguí dormirme, pero igual estaba nervioso, dios, conocería al amor de mi vida en unas hora, dios mío, no lo puedo creer.

Mi mamá me despertó a las 8 a.m y me dijo que saldríamos para la casa de Louis a las 12 del mediodia, estaba tan emocionado.

Almorzamos, mamá y mi hermana estaban emocionadas tanto como yo de conocer a Lou y a su familia. Terminamos de almorzar y me fui a bañar, cada vez que se acercaba más la hora estaba más nervioso.

A las 3 p.m me conecté, afortunadamente, estaba en línea.

Hal Tanner.- Hola mi amor.

Tim Hawkins.- Hola bebé, estoy tan emocionado, dios, quiero besarte y abrazarte mucho.

Hal Tanner.- Dios, yo también, te amo mucho. Voy a ordenar mi cuarto, después nos vemos mmm..

Mentira, no iba a ordenar mi cuarto, sólo no sabía qué decirle.

Dormí hasta las 6 p.m, mi madre me despertó y me fui a cambiar. No sabía que ponerme, estaba tan nervioso.

A las 7 de la tarde salimos a la casa de Louis, para llegar a la hora de cenar. Subimos con mi hermana y mamá a la camioneta de la misma, ellas dos adelante y yo atrás.

Estaba pensando en todo lo que podría decirle a Louis, pero no encontraba lo adecuado, no sé que decirle.

Llegamos exactamente a las 8:22 p.m a Doncaster, uf. Bajamos de la camioneta y nos dirigimos hasta la puerta principal.

Toqué el timbre de la casa de Louis, me latía el corazón a mil por hora.

Abrió su madre, saludó primero a mi madre, luego a mi hermana y por último a mí. Parecía una buena mujer.

La casa de Lou, casi en su totalidad era blanca. Desde los sillones hasta las paredes, era muy linda.

Cuando entramos nos invitó a sentarnos en el sofá del living, blanco, también, y nos sentamos. A los pocos minutos llegaron dos chicas adolescentes, que supongo serían las hermanas de Louis, y luego dos niñas exactamente iguales, que seguramente deberían ser gemelas o mellizas.

Louis no estaba. Me estaba empezando a asustar.

Luego de unos minutos, mamá y la madre de Louis, que se llamaba Jay, estaban sentadas en el sillón hablando, y mi hermana estaba hablando con las hermanas adolescentes de Louis. Yo tenía ganas de llorar. ¿Y si no existía ningún Louis? ¿Y si me estaban haciendo una broma?

Jay me dijo que vaya a la habitación de Louis, que estaba en la planta de arriba y era la que estaba pintada de verde. Le agradecí y subí. Toqué la puerta y una dulce voz me dijo que pase. Inmediatamente se me llenaron los ojos de lágrimas. Su voz era tan hermosa.

Cuando entré estaba sentado en una silla mirando a la ventana. Lo abracé y se sobresaltó. Vi sus ojos color cielo encontrarse con los míos. Eran tan hermosos, tan perfectos.

Nos quedamos callados y se me empezaron a caer las lágrimas, de emoción, quizá, no lo sé. Louis era tan perfecto. Lo abracé muy fuerte y correspondió a mi abrazo. Nos quedamos varios minutos abrazándonos y después me animé a hablarle.

-H... hola... Bebe.- Le dije.

Fakes. || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora