Capitulo 1: Un maravilloso regalo.

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Hola, yo soy Míriam. Tengo 17 años y mi vida amistosa no es tan fácil para mí. Me encanta escuchar música y bailar. Cuando sea un poco más mayor quiero ser famosa, ese era el sueño mío cuando era pequeña. Ahora me doy cuenta de que no es tan divertido por los fans que no te dejan vivir. Mi sueño ahora es ser algo en esta vida y que no me rinda jamás. Tengo el pelo liso de color marrón clarito y pocas mechas rubias del sol. Soy pálida de piel y tengo los ojos marrones oscuros grandes pero cuando me da el Sol se me ponen pardos, marrones claros. Mi vida es normal, tranquila. Soy una buena estudiante en el intituto pero no tengo muchos amigos.

Un día de verano caluroso en Marbella es agotador. Siempre estar en tu casa con el ventilador o con el aire acondicionado o tomando helados uno tras otro... No queda otra opción que ir a la playa con tu familia. Pero es una muy mala opción si tienes un hermano que lo destroza todo y sin tu darte cuenta te hechan la culpa. Ya esa etapa pasó y ahora ya todo es diferente. Ya tiene 12 años mi hermano Adrián. Mi madre es profesora y mi padre es conserje. Todos nos llevamos bien.

Todos vivimos en una casa recogedora aunque no sea muy grande, no es tan pequeña. Mi madre se llama Angy y su estilo es " hippie ", a mí no me gusta tanto pero no le queda tan mal. Ella tiene pelo no muy corto ni muy largo marrón claro y liso. Sus ojos son marrones claros y verdes grandes, son preciosos. Mi padre se llama Pedro y su estilo de vestir es de todo de marca. Él tiene el pelo corto y oscuro, casi negro rizado. Sus ojos son celestes, también muy bonitos. Y mi hermano se llama Adrián y su estilo es... no sé como definirlo. Su gorrilla de Obey y su ropa es de arreglado pero normal. Él tiene los ojos azules y su pelo es moreno claro. Y yo antes me definí pero mi estilo es ir a la moda, ir conjuntada.

Un día decidí dar una vuelta. Se lo dije a mi madre y a mi padre que estaban despiertos desayunando. Les dí un beso y me despedí.

- Ahora vuelvo -. Dije yo ya cerrando la puerta.

- Vale, ten cuidado -. Me dijo mi madre ( típico ).

Llevaba una camiseta ancha de tirantes blanca, unos vaqueros cortos de color azul agua, unas chanclas blancas, una tobillera de piedras pequeñas de colores diferentes entrelazadas por una cuerda negra y unos pendientes azul agua a juego con el pantalón. Me encantaba ese conjunto, cuando lo llevaba me decían que me quedaba muy bien con mi piel un poco pálida.

Iba andando y viendo a gente que corría, niños pequeños jugando y sus madres hablando llevando carros, gente anciana andando y hablando pero la mayoria estaban en su casa desayunando o dormida todavía.

Cuando estaba andando me paré en seco, la gente me miraba y yo me preguntaba por qué me había parado. Miré hacia un lado y siempre había estado una tienda que ya no estaba, había otra. En la otra tienda que estaba antes, había mucha gente que iba y compraba y el precio de las cosas no estaba mal y nadie dijo que la iban a quitar o alquilar por otra, por eso me extrañó mucho.Me acordé de Nerea y yo que fuimos en el último curso del colegio. Fuimos allí y ella se compró un bolso que era muy bonito.

Me asomé a la nueva tienda, al cristal. Puse mis manos y puse mis ojos para ver pero el cristal un poco sucio, con polvo. La tienda era de cosas antigüas. No estaba mal la tienda y nadie entraba y entré para verla mejor.

La tienda tenía muebles con polvo. El suelo tenía polvo también que andaba y lo limpiaba con mis chanclas que se marcaban mi huella y también el suelo estaba podrido algunas partes y la pared igual. Había un collar de cuerda de oro y colgaba de un diamante de tamaño mediano. Me encantó y dije:

- Hola, sabes cuánto vale este collar ?

nadie había que yo veía y ni me contestaba así que lo pregunté otra vez con voz más alta.

- Hola, hay alguien ? me preguntaba cuánto valía esto. Hay alguien ?

Como nadie salía ni nadie me escuchaba, me dirigí hacia la puerta y la abrí para continuar el paseo que me estaba dando.

- Hola muchachita. Entra, entra. No se vaya -. Escuché una voz de una mujer anciana.

Me di la vuelta y era una mujer de casi 90 años que estaba en un cuarto que no tenía puerta. Tenía un bastón que era único. Era una rama de un árbol verdadera. Me gustaba porque nunca la había visto una nada igual.

- Ese collar?, a ver pásamelo -. Me dijo la anciana.

Yo obedecí y se lo di. Ella lo observó con sus ojos verdosos oscuros. Y me empezó a decir mientras que limpiaba el polvo:

- Muchacha, has tenido suerte de llevarte este collar. Todas estas cosas que ves aquí, son mías todas pero ya no las quiero, para qué. Este collar tiene más 600 años. -. Dijo la mujer anciana aclarando - Si quieres quédate y te cuento la historia, no es muy larga.

- Tengo que ir al instituto. Allí tengo que estar como muy tarde a las ocho y cuarto... - Dije para que se diera prisa.

- Vale. Hace ya 600 años o más, en el mar Muerto, un pirata muy conocido decidió guardar todos sus cofres en un sitio y no en su planta de abajo. Cuando llegaron donde lo iban a guardar era un sitio bastante lejos y como no había nadie en ese sitio lo escondió una pirata muy bella. Era rubia y sus ojos verdes grandes. Lo escondió allí pero ella robó todos esos accesorios que te he dicho. Y se lo guardó en su bandolera y corriendo se fue pero antes escondió el tesoro con una alfombra marrón que la tapó. Ya pudo irse al barco y fueron a su casa. Ella se lo repartió a sus amigas y dijo que hiciesen una traición para toda la vida para que esos collares tenieran muchos años. Siempre se lo daban al hijo mayor hasta que éste tuviera un hijo con 17 años y ya dárselo y explicar la historia. Y bueno yo nunca tuve un hijo ni nada. Nunca me explicaron que si no tenías un hijo a quién se lo darías. Y bueno creo que como has venido, serás tú. Porque todos los que los tienen, tienenla misma edad que tú. Y ten cuidado.

- Por qué cuidado?

- Este collar te protegerá, nunca te lo quites hasta que la traidición diga.- Me dijo la anciana. - Bueno esto es todo, adiós. Venga salte de mi tienda Míriam.

- Espere, espere. No me eche de la tienda. No puedo irme sin saber lo que dice de que tenga cuidado. Y un momento, cómo que sabe mi nombre?

La anciana me cogió del brazo y me llevó a la puerta acompañándose de su bastón.

- Míriam, tú has cogido éste collar. Espero que tú seas la elegida del poder del diamante. Espero o si no, esto no funcionará. Adiós y suerte.- Me dijo la anciana poniéndome en contra de ver la tienda y se escuchó un abrir y un cerrar de puerta.

Me di la vuelta para ver la tienda y preguntarle a la mujer pero esa tienda ya no estaba. Había la que estaba antes que yo compré con Nerea. No me lo pude creer y creí que todo era un sueño. La gente me miraba porque estaba parada en la puerta y la gente me pedía paso y me quité.

- Hola, quiero pasar porfavor -. Me dijo una mujer con un carro y una niña sentada en él.

- Uy, lo siento... - Conteste pensando en lo ocurrido.

Pensé en que era eso, un sueño pero vi que todavía tenía el collar y supe que no lo era. Me quité y fui a mi casa corriendo. Quería sentarme y desayunar. Prepararme para el instituto y irme. Todo el rato pensando en lo ocurrido.

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2014 ⏰

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