Capítulo 8
*Narra ____*
-¿están seguros que es aquí?-pregunto.
Delante de nosotros hay un gran edificio pero debajo del es una pequeña puerta de lado de una gran empresa, lo cual me parece bastante sospechoso. No debí dejar que Niall tomara las decisiones, mientras mi pánico crece pensando en que las personas que están con Natalie pueden estar haciendo cosas que odiaría, que ni siquiera quiero pensar en las palabras porque sería un gran golpe para mí, en mi pecho.
-pues esta es la dirección que nos dio Donovan-dice Niall
-¿no nos habremos equivocado?-pregunta Harry al igual que yo de inseguro-Los Ángeles es muy grande, ¿sabes?
-esta es la única calle con este nombre-dice Niall-yo nunca me equivoco
-claro-decimos todos al unísono
-¿Qué se supone que haremos aquí?-pregunta Zayn
-Donovan dijo que lo necesitaríamos pero no especifico-dice Niall
-¿y no pudiste preguntarle por especificaciones? Tu eres el jefe Niall-le digo-tú le mandas
-lo siento, simplemente no lo pensé-dice Niall-entremos.
El dedo de Niall toca el timbre de la pequeña puerta, esperamos unos segundos para que se escuche el desliz detrás de la puerta, un ojo color gris se asoma para vernos, después de vernos nos abre, dice una cosa que no alcanzo a entender, Niall le responde un tipo de clave para darnos señal de que pasemos y el ultimo en entrar es Niall después de que todos pasemos. En cuanto entramos están unas escaleras, las cuales subimos sin parar y parece que no tienen fin.
-Michael dijo que no tardarían tanto-dice la voz grave y ronca del señor de ojos grises
-trafico-dice Niall
-bien, sus pedidos están listos-dice la misma voz grave y ronca-déjenme pasar.
El señor pasa para abrir la puerta, nos deja pasar a una entrada de una casa de lo más normal, lo cual me pone loca interiormente porque nada tiene sentido, el deja su abrigo en uno de los percheros indicándonos que dejemos los nuestros así que lo hacemos.
-sin armas-dice el señor
-¿Por qué?-pregunto.
-ya saben las reglas-dice el señor
Sin tener de otra cada uno deja sus armas en sus abrigos.
Pensar que según hemos estado aquí antes me parece tétrico, es como si hubiera sido en otra vida que viví que no recuerdo nada, el señor nos deja entrar a una casa de lo más normal, parece una casa de lo más común como otra con pequeños desastres, algunas partes más limpias que otras pero es raro para que sea uno solo quien vive en él, el espacio es pequeño es claro.
El sigue caminando entre la casa, nos mira para asegurarse de que lo seguimos así que lo seguimos hasta entrar en lo que parece ser su habitación, entramos todos en la pequeña habitación, luego el entra en un armario.
-no creo que todos quepamos ahí-dice Eleanor
-por favor, claro que no-dice el señor desde dentro mientras nosotros nos asomamos para verlo de dentro-pasen dos por dos
Los primeros en entrar son Harry y Beth, el señor abre lo que parece ser una caja fuerte, se las señala a Harry y Beth, ellos se voltean a ver entre ellos y luego el señor se ríe.
-parecen nuevos-dice el señor. Ahora puedo contemplar su rostro mejor. Es viejo de unos cincuenta o cuarenta años con una gran barriga, una barba algo larga gris desaliñada, sus cejas grises despeinadas, esta pelón con sus ojos grises, un bigote que cruza toda la parte de arriba de su boca y no tiene un gran atuendo solo unos jeans con un playera blanca sucia de tirantes con unos zapatos viejos-obviamente tienen que entrar, ¿Qué les pasa hoy? ¿Por qué tan rebeldes?
