Three Broken Hearts [KookTae]

Segunda Parte

Aquel fin de semana fue muy diferente.

En lugar de su acostumbrado paseo por las calles, Jungkook prefirió ir de compras a un centro comercial y compró algunas camisas, dos pantalones y un saco sport; se recortó el cabello y compró unos pendientes como los que había dejado de usar en sus años de adolescente.

Cuando llegó a su casa, se probó lo que había comprado. Se miró en el espejo de su habitación y la imagen que vio fue la de una persona mucho más joven y renovada, pareciese que los años no habían pasado para él.

Jungkook aparentaba probablemente unos 10 años menos.

El domingo se levantó temprano y salió a correr por el vecindario, golpeó su saco de boxeo y complementó su rutina con cincuenta planchas. En la tarde ojeó el periódico y se animó a ver una comedia romántica que pasaban en el cable.

La semana que siguió, el trabajo en la escuela estuvo muy descansado. Lo único que se tenía que hacer era supervisar la evaluación de los alumnos.

Al llegar a la escuela, todos se dieron cuenta del cambio de Jungkook. Hasta el portero le dirigió una mirada de sorpresa que no se molestó en disimular.
Él se sintió un poco cohibido y hubiera preferido regresar a casa y volver a vestirse como siempre, pero algo se lo impidió. Yoongi también se veía más animado, más jovial.

Con el paso de los días, el asunto del cambio ya no era de interés. Jungkook se sintió aliviado e incluso se animó a ser más sociable con sus compañeros de trabajo. Yoongi se percató de ello mas no le dijo nada, era consciente de que él estaba igual.

En la tarde del viernes, recibió una llamada inesperada. Al otro lado de la línea, Taehyung lo invitaba a cenar en casa de sus padres:

–Están contentos porque he aprobado el curso, pues, profe, así que lo esperamos esta noche.

–Para serle sincero, no esperaba esta invitación, Kim.

–No sea tímido, anímese.

–Bueno, deme su dirección.

–Mejor, yo lo voy a recoger, profe, si no, se me pierde.– su voz, para Jungkook esa voz tras la línea telefónica se escuchaba risueña.

Antes de colgar el teléfono, Jungkook le dio su dirección y algunas señas para ubicarse bien. Se levantó del sillón y fue a vestirse con sus mejores ropas. Cuando ya estuvo listo, se animó a tomarse una copa de vino para aplacar los nervios.

Al poco rato, llegó Taehyung. Hermoso como siempre. Subieron al auto y partieron rumbo a la casa.

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Al otro lado de la ciudad Namjoon con un gruñido se venía al interior de Seokjin, cayó a su lado después del orgasmo y lo besó.