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Las calles de Japón dejaron de ser tranquilas desde que los ghouls aparecieron con el cruel objetivo de alimentarse de carne humana.

El gobierno decretó horarios de transitabilidad y toques de queda de acuerdo a las horas en las que esos seres atacan. Los ciudadanos no deben estar en la calle a partir de las diez de la noche, hora en la que las muertes incrementan.

Nueve de la noche con cuarenta minutos es lo que marca el teléfono de Yuu quien trata de cubrirse con la solapa de su abrigo por el miedo ya que no hay absolutamente nadie en los alrededores, acelera el paso tratando de no hacer ruido y agudiza su audición, al primer sonido extraño que escuchase se echaría una carrera cual alma que lleva el diablo.



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El día culmina para los universitarios de la carrera de contaduría con un proyecto en parejas que el catedrático a designado, a Yuu le ha tocado hacerlo con otro chico de nombre Mikaela y las chicas del aula mueren de envidia ya que el nombrado es un arcano y asceta joven atractivo.

La primera vez que hablan es para determinar el momento en que realizarán el trabajo; el departamento de Yuu al finalizar las clases del viernes es lo acordado a petición de Mikaela. El día llega y ambos se dirigen al hogar del menor en medio de una agradable charla, al llegar se dedican primero a recabar información.

—Yuu-chan, ¿te molestaría poner música?

Yuu se muestra sorprendido por el apodo, pero lo deja pasar mientras abre la página de YouTube en su laptop y deja que Mikaela elija sus gustos. El rubio teclea en el buscador y elije una lista de reproducción mixta. Por curiosidad y en un descuido de Yuu, ingresa a las demás pestañas que tiene abierta en Google esperando encontrar algo digno de un universitario con que burlarse un rato, pero las páginas solo muestran información de ghouls recabadas por el CCG y noticias online de ataques de ghouls, deja todo como estaba y retorna con las canciones.

—Música en coreano e inglés, ¿eh? Buena elección por ahora —murmura Yuu al ver la lista.

Con el concierto de fondo continúan con sus labores hasta que una canción en particular inicia.

—Mika, ¿te molesta si aumento el volumen? Esta canción me encanta.

—No importa, a mí también me gusta —de ese modo, al máximo volumen que puede dar una portátil, resuena Phoenix.

—Hey, youngblood —canta Mikaela. (Hey, sangre joven)

—Doesn't it feel like our time is running out? —continua Yuu—. I'm going to change you a like remix. (¿No sientes como que nuestro tiempo se está acabando? Voy a cambiarte como un remix)

—Then I'll raise you like a Phoenix —sigue Mikaela. (Después voy a alzarte como a un Fénix)

Animados cantan animadamente el resto de la canción sin imaginarse que el coro se aplicaría en su futuro.

—¡Oh, ya anocheció! Por favor quédate a cenar —el anfitrión invita cordialmente.

Mikaela pasa saliva ruidosamente al pensar en comida humana, pero termina accediendo ante las insistencias del azabache.

—Esta noche hay curry —entra canturreando al comedor con una cacerola humeante con la especialidad de Yuu dentro.

El menor sirve, dan las gracias y comen en diferentes velocidades, Yuu glotón y Mikaela masticando lentamente.

El Maldito (MikaYuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora