El Maldito (MikaYuu)

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Imagen multimedia editada por mi. 

El ghoul mas hambriento no puede estar, su boca está entreabierta con un gran rastro de saliva escurriendo por sus labios, su instinto se está saliendo de control, quiere comer carne humana y ya nada lo puede detener. Sus dedos se agarran fuertemente al borde de la barra y sus ojos rojos con globo ocular de color negro no se despegan de la herida, el aroma es exquisito y su sonrisa se ensancha. Sus ojos suben hasta encontrarse con la mirada de Yuu.

El azabache está pávido, el pánico lo ha dejado tieso y su corazón lo está jugando una mala pasada. Sus ojos color verde esmeralda están llenos de terror viendo al ghoul frente suyo quien parece reaccionar ante la mirada del menor haciendo que sus ojos vuelvan a ser azules.

Yuu no deja de temblar, sus labios se entreabren tratando de hablar, pero no dejan de tiritar, con un fuerte nudo en la garganta solo atina a retroceder chocando contra el lavavajillas.

—Mo-monstruo, e-eres un m-monstruo —susurra torpemente mientras sus ojos se llenan de lágrimas los cuales escurren sin piedad por sus mejillas.

El pecho de Mikaela arde ante esas palabras, su mayor temor se está haciendo realidad y la reacción del amor de su vida es tal como se lo temía.

—Yuu-chan, pu-puedo explicarlo —rápidamente rodea la barra acercándose al menor.

—¡No te me acerques! —grita asustado al mismo tiempo que toma el cuchillo de los vegetales sosteniéndolo tembloroso entre sus dos manos apuntando con el arma blanca al rubio.

Mikaela se detiene frente a Yuu quien mira sus manos recordando las páginas con información sobre ghouls que había buscado, las armas blancas no les hace daño.

Alarmado suelta el cuchillo tomando con su mano izquierda su frente, sus lágrimas no han cesado. Mikaela no duda tomándolo de los hombros.

—Yuu-chan, no es lo que parece, yo no soy como los demás... —es interrumpido.

—¿Vas a negarme que eres un ghoul? —el asustado azabache no deja de temblar— yo te vi, vi en tus ojos que eres la clase de monstruo que solo vive para alimentarse cruelmente —sus ojos de miedo pasan a tener tristeza profunda— la clase de monstruo que asesinó a mi hermana.

—Yuu-chan, yo no... —nuevamente es interrumpido.

—¡Si vas a devorarme solo hazlo! —Yuu baja la cabeza llorando— ya nada me interesa.

El desesperado rubio lo toma por las mejillas obligándolo a mantener las miradas, ambos lloran, a ambos les duele la situación.

—Por favor, escúchame, yo no soy como los demás, no entendí como pasó, pero acabé amándote, todas las cosas que te dije son reales —lágrimas salen de los ojos de Mikaela — yo nunca tuve la intención de hacerte daño —susurra lo último.

—Si nunca tuviste la intención de hacerme daño —repite Yuu apuntando a la puerta— lárgate.

—Yuu-chan.

—No puedo creer que haya vivido todo este tiempo con un horrible monstruo —susurra— lárgate de mi casa, Mikaela, vete y no regreses nunca más en mi vida.

—Yuu-chan, yo no...

—¡Lárgate! —grita llorando el menor sin bajar el brazo.

Mikaela suspira saliendo del departamento, Yuu rápidamente cierra la puerta con seguro cayendo al instante de rodillas sollozando, su llanto es escuchado por Mikaela quien escucha los lamentos de su amado apoyado a la puerta de lo que consideró un hogar.