capitulo 5

1.5K 143 12
                                    

Jaebum

Creo que lo he descubierto.

Youngjae está avergonzado o apenado de su sexualidad. Cuando estuvo de rodillas, chupando mi verga, él estaba metido en ello. Sé que lo estaba. Había un entusiasmo innegable en cada lamida y chupada suya. No tuvo problema haciendo contacto visual conmigo entonces, durante tan íntimo momento. Si no lo hubiera detenido, el me habría dejado terminar en su boca.

Y sospecho que él se habría tragado cada gota.

Pero una vez que nos detuvimos y tuvo un poco de tiempo para pensar, para procesar lo que pasó, el inmediatamente comenzó a alejarse. Estaba devuelta a ser el tímido y reprimido Youngjae que he conocido todos estos años.

No sé de qué va eso y quiero descubrirlo. Desesperadamente. Tengo una furtiva sospecha de que el imbécil de su ex tiene algo que ver con eso. No sé mucho sobre su ruptura, excepto que fue mala. Lo suficientemente mala para que el otro compañero de cuarto de Youngjae, la mascota de los maestros, Jinyoung, lanzara huevos al auto de Mark la siguiente noche.

¿Lo engañó? ¿Lo hizo sentir como si él no fuera lo suficientemente sexy? ¿O tal vez era muy exigente con Jae? ¿Es por eso que él está tan incómodo con el sexo?

Quiero saber, pero esta noche no hay tiempo para esa discusión. No cuando ambos estamos puestos y anhelando por liberación.

Y ahora qué sé que el truco es asegurarle a Youngjae que no tiene tiempo suficiente para pensar lo que quiere hacer, no tengo tiempo que perder.

― ¿Bien? ―pregunto, rondando hacia él. Sabía que el instintivamente trataría de alejarse, apoyándose en el sofá. Y trato de no sonreír cuando escucho un '¡ah!' seguido del sonido de su trasero aterrizando en el cojín del sofá. Plantando una mano en cada lado de sus hombros, me inclino hacia abajo hasta que estamos prácticamente nariz a nariz. Enjaulándolo― Responde la pregunta Youngjae.

―Jinyoung trabaja hasta las dos, pero bam está en la fiesta Kappa. No sé cuándo el regresará, pero creo que no por un rato todavía ―sus palabras están tropezándose una sobre la otra, pero al menos él está mirándome a los ojos ahora.

Avance.

―Bueno. Bastante tiempo. Voy a darte una opción ―atraigo mi boca cerca de su oreja y soplo, complacido cuando su cuerpo tiembla en respuesta― Puedo follarte justo aquí en el sofá. En la sala, donde uno de tus compañeros de cuarto puede entrar hacia nosotros en cualquier momento. Tal vez Bam se emborrache demasiado en la fiesta y tenga que regresar temprano a casa. O tal vez Jinyoung olvidó algo y tiene que volver antes de llegar al trabajo. Ellos simplemente abren la puerta y me encuentran aquí, bolas hasta en ti. Follándote hasta que estés gritando mi nombre lo suficientemente alto para que los vecinos escuchen.

Pauso, tomando un momento para disfrutar el rubor floreciendo en sus mejillas. Youngjae tal vez sea un poco tímido, pero hay un brillo emocionado en sus ojos. Las palabras sucias definitivamente le excitan.

―O... ―el susurra, aparentemente ansioso de escuchar lo que está detrás de la puerta número dos.

―O, te echo sobre mi hombro y te cargo a tu habitación. Te lanzo a la cama. Te ato a la cabecera y devoro tu polla con mi boca. Te torturo con mi lengua hasta que ruegues por mi verga. ¿Cuál es, Jae? ¿El sofá o la cama? ―gruño.

― ¡El sofá!

No estoy del todo sorprendido por su respuesta. Cualquiera que quiera tener sexo en la concurrida como el infierno biblioteca de Seokyeong debe tener un poco de vena exhibicionista en ellos― Tus deseos son mis órdenes.

Agarrando su nunca, bajo mi cabeza y presiono mis labios contra los de él. Son gruesos, suaves y húmedos. Empujando mi lengua dentro de su boca, gimo. Él sabe tan cálido y dulce, como un pastel de manzana recién salido del horno. Es nuestro primer beso y me encantaría pasar más tiempo saqueando esos labios, pero necesito sacar más desnudez aquí.

―Quítate tú sudadera ―digo, moviéndome hacia atrás para darle espacio suficiente mientras todavía manteniendo mis ojos enganchados en los suyos. No lo quiero nunca apartando la mirada de mí.

El rápidamente obedece y mi respiración sale en un siseo― Cristo ―él estaba desnudo debajo de la sudadera. Sin camiseta. Desnudo. Todo. Este. Tiempo. Mi siguiente frase sale en un graznido―. Me voy a parar y quitar mi camiseta mientras tú te quitas tus pantalones.

Mientras me levanto, tomó mi billetera del bolsillo trasero de mi pantalón y saco un condón. Porque dudo altamente que un apartamento que consiste en mi hermanito, Jinyoung el nerd y el tímido Youngjae vaya a tener una caja de condones estando en la sala de estar.

Y muy pronto después de eso, estamos desnudos, con Jae todavía sentado en el sofá y yo estando enfrente de él. Me palmeo a mí mismo, disfrutando la forma en que abiertamente me observa. Había estado esperando más rubor y miradas tímidas, pero Youngjae está abiertamente mirando a mi pene, lamiéndose sus labios como si le gustara lo que ve. Continúo mirándolo ver mi verga, siguiendo cada movimiento mío mientras me acaricio a mí mismo. No es que necesite hacerlo en este punto. Estoy todavía muy duro y ansiando seguir de los pocos preciosos minutos que había pasado dentro de su boca. Quito mi mano y me muevo hacia el otra vez. Al segundo que mi rostro está acechando sobre él, se sonroja y mira a otro lado otra vez.

No podemos tener eso ahora, ¿no?

―Así es como va a funcionar esto, Jae. Si quieres que te folle, necesitas mirarme a los ojos. Sin cerrar tus ojos o voltear tu cabeza. Puedes sonrojarte todo lo que quieras, pero tienes que mirarme. Dime que entiendes.

Sus ojos vuelan de vuelta a los míos― Entiendo.

―Bien ―engancho un dedo en la pretina de su ropa― No tenemos necesidad de estas esta noche ―dijo mientras las jalo de sus caderas. Gentilmente lo empujó hacia abajo, así él está acostado en el sofá y entonces me monto a horcajadas en él.

Mi cuerpo instantáneamente se tensa por el contacto. Cristo. Amo la forma en que su cálida y suave piel se siente contra mí. La forma en que mi dura verga se siente presionada contra su estómago. Separo sus piernas y corro mis manos por sus muslos, provocando un bajo gemido de su parte. Sus caderas están sacudiéndose contra las mías, así que al menos no soy el único estando afectado por todo este contacto.

Sé que estoy listo para avanzar, pero no puedo apresurarlo tampoco. Necesito asegurarme de que está listo para mí. Deslizando mi mano entre sus piernas, deslizo un dedo entre su entrada y soy recibido con dulce y resbaladiza humedad― Estás goteando por mí ―hay un rubor otra vez. Y tengo una idea. Youngjae está a punto de apenarse mucho más― Dilo. Dime lo que le hago a tu cuerpo.

El continúa mordiendo su labio, meneándose debajo de mí. Está nervioso y tengo que fijar una mano en su cadera para detener sus movimientos. La fricción se siente demasiado bien en este momento― Dilo, Jae. Dilo y te daré tu liberación. Te daré todo.

―Mi... mi pene está goteando por ti ―demonios. Su rostro está rojo remolacha, pero lo hizo. Me habló sucio y jodidamente me encanta.

Planto un ligero beso contra su sien― Buen chico. Aquí está tu recompensa ―inserto un dedo dentro de él y grita. No por dolor, sino por encantador shock. Jadeando, el empuja sus caderas, tratando de frotarse contra mi mano. Nuestras respiraciones son una mezcla y no puedo evitar agacharme para plantar un duro beso contra sus labios.

Retiro mi dedo y él se queja, sus uñas clavándose en mi hombro con disgusto― Ya te dije, Jae ―retrocedo, abriendo el condón y enrollándolo en mi verga― Me voy a correr dentro de ti esta noche.

바람둥이Donde viven las historias. Descúbrelo ahora