Parte Única

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Jooheon estaba sentado en el sofá pasando de canal sin encontrar nada interesante. Estaba a punto de apagar la televisión cuando una noticia le llamo la atención, y no era para menos.

—"Dentro de 25 horas comenzará la purga, es decir a las 12 de la noche. ¡Recuerden no olvidar sus armas en casa!" —dijo la mujer que daba las noticias.

"Genial, —pensó Jooheon— justo una hora después de que Changkyunnie salga de clase." Su Chang estudiaba de tarde-noche ya que Jooheon también trabajaba por la tarde y así podían verse el resto del día. Pensó en ir a buscarle a clase y así lo acompañaría a casa por si a algún imbécil se le ocurría empezar la purga antes de tiempo. Sinceramente, odiaba ese puto juego creado para deleite de los pijos, o sea el gobierno y sus chupaculos. Un juego que pareció una broma pesada en un principio y que después se convirtió en la peor pesadilla de miles. Qué ganas le entraban de matar al cabrón que tuvo la magnífica idea.

El sonido de las llaves tintineando tras la puerta principal lo sacó de sus pensamientos. Se levanto del sofá oars dirigirse a la puerta que justo se abría, dejando ver una cabellera oscura.

—¿Qué hay de cenar? —preguntó nada mas entrar en casa, deshaciéndose de su uniforme y tirandolo por ahí.

—¿Qué pasa? ¿Ya ni me saludas?—puchereó Jooheon. —Pues la cena te la vas a tener que preparar tú.

—¿Te quejas y ni siquiera quieres cenar conmigo?—dijo Changkyun, agarrando las mejillas del mayor y acariciando sus hoyuelos con los pulgares.

—No tengo hambre. —dijo continuando con su berrinche. El más joven se dispuso a besar ese lindo puchero que Jooheon tenía en sus acolchados labios para convencer al mayor. —Bueno, vayamos a cenar.

Ambos cenaron en silencio, ninguno de los dos tenía nada que decir. De fondo sonaba alguna canción que había en la radio, el ambiente se sentía muy tranquilo.

—Mañana es la purga. —Jooheon rompió el silencio. Changkyun levanto la vista haciendo una mueca, el ambiente se tornó incómodo.

—Lo sé.

Jooheon sacó una pistola y la puso encima de la mesa. —Ten, la llevarás contigo mañana a clase. Por si acaso.

—No me gusta la violencia, Honey.

—Lo sé pero hay que estar seguros.

Changkyun se quedó observando el arma que había encima de la mesa durante un rato. Se metió otro poco de comida en la boca. La masticó desganado. De repente se levantó.

—No tengo más hambre. —dijo el menor, apartando el plato y llevándose la pistola para guardarla en su mochila.

Esa noche la pasaron abrazados fuertemente el uno al otro. En el fondo ambos estaban aterrados de perder al otro.

×××

La mañana transcurrió bastante tranquila.  Ambos se habían despertado llenos de energía. Desayunaron entre miradas y sonrisas. El resto de la mañana estuvo llenos de caricias, mimos y besos —y otras cosas—.

Después de comer ambos tenían que irse, antes de salir el mayor cogió otra pistola que tenía para él y una navaja por si acaso. Jooheon acompañó a Changkyun hasta la universidad para luego él dirigirse a su trabajo. Ninguno de los dos se molestó en llevar uniforme.

Entró a la cafetería y se sintió más aliviado cuando vio que su compañero de trabajo tampoco había llevado el uniforme ese día.

—¡Jooheon! ¿Preparado? —preguntó el de cabellos claros.

No Violence Please! - JooKyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora