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Si pudiéramos contar cuántas veces él a mirado el mar, las estrellas serían pocas.

Era de noche, y desde su ventana se alzaba la oscuridad. Nubes negras bañaban el cielo, impidiendo la vista de las estrellas y la luna. Hazael Zuru Oke ya no recordaba hacia cuánto había visto las estrellas, ni la luz de la luna. Para él era un recuerdo muy borroso, pues hacía años que los cielos los habían castigos con cortos días de sol y las largas noches sin luna.

A pesar de ser tan joven como lo era, él pequeño sólo tenía ocho años, se creía un adulto con responsabilidades importantes. Tal vez el hecho de que su madre lo haya privado de la infancia sea la causa, rodeado de adultos con la cabeza en el trabajo y la poca atención de su padre se dio cuenta que él debía ser igual a ellos.

Su nana, Dmitra, un dulce joven que desde niña a crecido en el castillo, era su confidente. Su única amiga.

Se supone que esa noche sería una cena con un Rey, lo habían hecho vestir con las mejores galas, pues según había escuchado en el desayuno, vendría con sus hijos.

En su inocencia, él pensaba que era para poder hacer amigos, pero su madre tenía otra idea. Casarlo con la princesa, no había mejor manera hacer buenos lazos, ya que sus hermanas aún eran muy pequeñas para comprometerlas y aunque su padre no estaba del todo de acuerdo lo dejo pasar.

"Ya es hora pequeño, debes bajar" lo llamo la bella Dmitra desde la puerta.

"Por qué aun no sale" dice suavemente el niño con un puchero aun mirando al cielo.

"Mis padres me dijeron que la luna es la fiel servidora de los piratas, y que sólo se les muestra a ellos pero sólo a  los piratas buenos" explica Dmitra con una sonrisa.

"Los piratas no pueden ser buenos, si fueran buenos no serian piratas" replica Hazael.

"Pues el diablo castiga a la gente mala, es lo vuelve bueno"

"Sí, tienes razón" lo dice con una sonrisa mucho más grande "¿Ya llegaron los niños?"

"Sí y son bastantes, no sólo llego un Rey, sino que llegaron dos"

"¿Qué? ¿Es enserio?"

"¿Por qué te mentiría chiquillo? Ven a verlo por ti mismo" se dio la vuelta, y con un paso apresurado llego al recibidor.

Viendo una ultima vez por la ventana al cielo y de paso al mar, siguió a su querida nana.

El Rey Marcos Zuru Oke era alguien preocupado. Se preocupaba por su reino y por la economía. Y aunque no pareciera, por su familia. Los Zuru Oke se conformaba por el rey Marcos y la reina Valeria, y sus tres hijos un niño y dos niñas. El mayor, Hazael, le seguía Belén una pequeña de 2 años y su hermanita LeeHi de 6 meses cumplidos. Marcos los amaba con su alma pero tener la corona representaba sacrificios y la familia parecía ser uno de ellos.

Mayormente Valeria era la que se encargaba de la crianza de los niños, aunque sus métodos fueran desastrosos. Y todo lo que conoce Hazael y sus hermanas es el mundo adulto, el mundo real.

Esa noche la habían planeado desde hace mucho, pero no sé esperaba que se adelantara tan terriblemente. Esa noche Hazael conocería a su prometida, o prometido la verdad ellos no tenían problema con ello. Fueron llamados los Kine Ru y los Mayred.

Kine Ru eran más cercanos a los Zuru Oke aunque sus hijos poco se trataban. Pablo Kine Ru el rey, junto a su esposa Margara tenían solamente dos hijos, Gustav y Rossi de 8 y 7 años. Mientras que los Mayred, Felipe y Sara sólo contaban con un pequeño de 7 años, Maximilian, que iría por primera vez al castillo.

Hazael y Dmitria se encontraron con sus hermanas ya abajo, ambas vistiendo esplendorosas galas aún siendo tan jóvenes, la pequeña LeeHi estaban en su cuna mientras Belén estaba a su lado.

"Cómo estan princesas" pregunta Hazael a su hermana. Oh como amaba a sus hermanas definitivamente él las adoraba. Y el sentimiento era correspondido.

No hubo una cena con la familia como acostumbraban, ya se encontraban en el salón de fiesta y las personas importantes ya se encontraban allí. Hazael no perdió tiempo ni espero una orden y ya saludaba de mano a todos los adultos de la sala y ellos fascinados de tan alta educación que tenía el niño. Y llegó el turno de saludar a Felipe y Sara Mayred.

"buenas noches, Rey y Reina Mayred, soy Hazael Zuru Oke, espero que estén pasando un momento agradable y estén disfrutando esta noche" aquel discurso repetitivo, mientras hacía una pequeña inclinación.

"es un placer volver a verte Hazael, no necesitabas presentarte ya nos habíamos visto" señala Sara con una sonrisa. Él se sonrojo.

"perdón"

"No hay Problema Hazael. ¿Ya conoces a mi hijo?" mencionó Felipe.

La emoción burbujeo en el interior del niño. "No señor, no he tenido el placer."

"Tranquilo aquí viene, Max aquí estamos" Hazael lo mira mientras se acerca y cuando lo tiene de frente no puede evitar tragar algo de saliva. Max era lindo, definitivamente lo era. No lindo tipo como sus hermanas ni su madre, era una belleza distinta. Tenía el cabello rubio ondulado y unos llamativos ojos verdes. Y aunque el pequeño se lo negara así mismo miró más tiempo del debido a sus delgados y rosados labios que tenían una hermosa sonrisa.

"¡Hola! Encantado de conocerte, me llamó Maximilian Mayred pero puedes Llamarme Max" dice efusivo el más joven.

Y posiblemente ninguno de los cuatro presentes fuera a mencionar en un futuro lo rojo que estaba el rostro del Zuru Oke.

"Yo soy Hazael Zuru Oke y Ehh espero que te guste la reunión" estaba nervioso, su voz tembló.

"hola" una quinta voz lleno el espacio. Eran Gustav y Rossi. "tu padre me dijo donde encontrarte Hazael" Rossi menciona. Luego ambos reparan en los otros tres. "Mucho gusto Felipe y Sara Mayred y..."

"Maximilian o Max" contesta.

"Y Max Mayred, nosotros somos Gustav y Rossi Kine Ru"

"El gusto es el mismo niños pero ahora debemos ir con sus padres, permiso" se escusa Felipe y junto a su esposa se van dejando a los cuatro niños. Hazael que en todo el rato estuvo en silencio con la mirada baja tenía aún un tono rosa en sus mejillas que lo hacían ver profundamente adorable. O así pensaba Max.

"¿Tienes hermanos Max?" la pregunta de Rossi saca de sus pensamientos a ambos príncipes.

"No, soy hijo único"

"¿Y no es aburrido? " esta vez Gustav.

"À veces, no tengo con quien jugar pero tampoco me roban la atención de mis padres" ufff la atencion de sus padres. Algo que aquellos niños desearía tener. "¿Tu tienes hermanas Hazael?"

Hazael lo mira, sus ojos grises mirando fijamente a los verdes. "Sí, dos hermanitas pero son muy pequeñas aún"

Y mientras los pequeños se hacían preguntas entre sí para conocerse, los adultos estaban en la verdadera reunión.

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2020 ⏰

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