Esta historia habla de Ryan, un chico diferente a todos los demás, solitario, no se le daba bien esa actividad llamada "socializar" con los demás. Ryan estaba a inicios del último grado de preparatoria, siempre se hacia solo en un rincon del salon, todos sus compañeros eran alegres y muy unidos pero por alguna razón siempre era excluido y nunca le hablaban. Eso no era algo nuevo para él, ya que desde hace años le ha sucedido lo mismo, tal vez por eso el conversar no era su fuerte. Él veía todo a su alrededor con profunda tristeza, la cual se reflejaba en su mirada.
Ryan no solo tenia problemas en la preparatoria, sino también en su casa, ya que sus padres discutian constantemente, siempre que llegaba a casa después de clases se encerraba en su habitación a escuchar música o a realizar cualquier otra cosa que lo ayudara a olvidar la miserable vida que vivía, o por lo menos a sentirla más lejos. Todas las noches lloraba mientras veia las estrellas por la ventana y acostado en su cama se preguntaba a sí mismo
-¿Por qué nací?-
Él cada dia odiaba más su vida, estaba ya cansado de ella.
Un dia Ryan tomó la decisión de quitarse la vida, no soportaba la idea de seguir en la miserablesa de ella. Una noche sin que sus padres se dieran cuenta buscó un lugar alto cerca de las fueras de la ciudad de donde lanzarse, al final encontró un viejo puente que dejó de ser usado hace mucho tiempo, él se paró en la orilla de uno de los lados del puente mientras observaba el gran oscuro vacio donde pensaba acabar.
Él decidido a acabar con su vida, cerró los ojos y dio un paso hacia adelante, pero, de la nada sintió una cálida mano en su hombro que con fuerza lo jalaba de vuelta, cayó al suelo, adolorido abrió los ojos y vió frente a él a una hermosa chica de ojos y cabello castaños, el joven observo que de sus ojos estaban brotando lágrimas, de repente la chica le dió una bofetada y le gritó
-¿Que rayos estabas pensando hacer?-
Ryan estaba sorprendido, él no sabía que decir, la chica se levantó y le dio la mano para ayudarlo a levantarse. Ella secándose las lágrimas diciéndole
-Me llamo Clay, ¿cuál es tu nombre?-
Ryan aun sorprendido le preguntó
-¿Por qué me salvaste?, ¿ por qué no me dejaste caer?
Ella lo vió con una mirada penetrante pero con un toque de desilusión por su respuesta, levantó su mirada al cielo y cerrando sus ojos suspiró, bajando nuevamente su mirada para ver a los ojos a Ryan le dijo
-No lo sé, ¿acaso debe de haber una razón para salvar a alguien?
Ryan no entendía aún el por qué Clay lo salvó y no dejaba de mirarla asombrado por su belleza. Ella lo miró extrañada y le dijo
-¿Acaso te vas a quedar mirándome todo el rato? Vamonos que ya se hace tarde-
Ryan sin pensarlo acepto su propuesta, caminaron hasta la ciudad, Clay lo acompañó hasta su casa y antes de irse se despidió de él con una sonrisa diciéndole
-Bueno "chico suicida", fue un gusto conocerte pero creo que nuestros caminos se separan, asi que bye-
Antes de que Clay siguiera caminando, Ryan le gritó
-Oye, aun no te he dicho mi nombre, me llamo Ryan y... gracias-
Clay soltó una pequeña risa por lo que Ryan le había dicho, mirándolo le sonrió coquetamente y le dijo
-Okey "chico suicida", nos vemos luego-
Ryan entró a su casa y vio a sus padres discutiendo por su repentina ausencia, él se dirigió a ellos y los abrazó, sus padres estaban sorprendidos por lo que estaba pasando, sollozo les dijo
-Ya estoy cansado de que ustedes discutan siempre, por favor dejen de hacerlo-
El después de decir eso, se dirigió a su cuarto y se acostó en su cama para quedarse dormido de inmediato.
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Un Suicidio Frustrado
Teen FictionRyan decidido a hacerlo, dió un paso al frente, pero, de repente sintió una mano calida en su hombro que lo jaló hacia atrás. ¿Quién será esa persona?