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Nadando entre lo mas profundo de mi memoria, me choque con ese recuerdo que creí haber olvidado, aquel que puede destruirme las veces que lo desee. Mi nombre es Emma Darcy y fui abandonada por mis padres un 18 de noviembre de 1890 con tan solo 5 años de edad, jamás logré entender como pudieron hacerme algo así, éramos una familia muy feliz. Yo vivía en un hogar humilde, mi madre trabajaba limpiando en un castillo y mi padre hacia trabajos forzosos, no podía verlos muy seguido porque debían encargarse de conseguir comida para alimentarme. Mi madre gracias a la frecuencia de estar en ese castillo comenzó a tener una relación mas cercana con la reina o eso entendí, a lo que eso logro conseguir el permiso de ella para llevarme mas seguido, además que fui la excusa perfecta para distraer a su única hija, la famosa Inés Darcy. Al principio me sentía como un bufón para ella pero con el paso del tiempo me comencé a convertir como su hermana de otra madre. Los reyes por alguna razón le decían con frecuencia a mi mamá que era diferente al resto, ya que mi pelo es rubio, largo y lacio, era muy llamativo para ellos. Mis ojos tan peculiares, uno azul y el otro verde.

El 17 de noviembre, por la noche, el rey y la reina insistieron a mi madre y a mí que nos quedáramos en el castillo, porque temían que estemos solas a altas horas de la noche. Mi madre con gustó acepto, además ya tenía mucha confianza a ellos. Ella durmió en el sillón de la sala de estar, yo por otro lado me quedé en la habitación de Inés. Al día siguiente me desperté con la intensión de despertar a mi madre e irnos, al no verla en el salón comencé a buscarla por todos lados, al no encontrarla me atreví a acercarme a la reina para preguntarle que había ocurrido a lo que ella con un tono triste y acompañado con un abrazo me dijo:

- Emma de ahora en adelante eres parte de nuestra familia real. -

- Pero, ¿mi madre? -

Ella me soltó de su abrazo para responder mi pregunta

- Tu madre cuando se levantó tomó la decisión de dejarnos su tesoro en nuestras manos, no puede cuidarte y además ella me admitió que fuiste un completo estorbo para ella. -

Luego de escuchar aquello mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, ella al ver aquella escena tan desgarradora de una niña con 5 años de edad, nada mas le nació alzarme entre sus brazos para luego acompañarlo con una frase que jamás olvidaré

- Tranquila, yo cuidare de ti, serás mi pequeño rayo de sol -

- Gracias mamá -

A pesar que me costó un poco adaptarme a el rol de princesa, por los vestidos, el buen caminar, el cumplir las reglas del castillo y lo mas importante guardar este secreto de mi adopción, no fue una tarea fácil. Hoy en día soy toda una adulta de 20 años, todavía sigo aprendiendo a tomar mi rol completamente en serio pero creo que lograré ser igual que mi hermana o al menos fingir que tengo sangre real corriendo por mis venas.

Ahora mismo por la tarde me encuentro con mi hermana en su habitación peinando su pelo en su tocador, mientras yo hacía eso ella se miraba al espejo y me cuenta de un chico que le gusta, yo por mi lado no le veo mucha relevancia al tema de la conversación, me parece un tanto aburrida, que gracias a ello me llevaba a responder con un simple: "ajam". Ella al notar mis respuestas y la llevo a dudar si realmente le estaba prestando atención, para comprobar esto se dio una vuelta bruscamente para mirarme con el selló fruncido y un tono enojada

- ¿Puedes prestarme un poco de tu atención? -

Un tanto confundida respondo

- Hermana, ¿de qué hablas?, Si te estoy escuchando -

- Claro, repite lo que te estaba contando -

Un largo silencio se presentó en la conversación sin que yo lo este provocando intencionalmente, a lo que ella se le escapó con una risa y se para

Realeza PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora