Roses [Cancelada]

Habitacion

Narra Anni
Habían pasado aproximadamente dos horas desde que habíamos dejado la flecha, habíamos entrado a un calabozo enorme, todo parecía ir bien, hasta qué pasó.
/ Shawn comenzó a gritar, parecía que algo estaba lastimándole, todos corrimos rápidamente a donde estaba, le habían atrapado y ahora también a nosotros, varios demonios aparecieron detrás de nosotros y nos tomaron de los brazos, Sam pataleaba tratando de soltarse, Dylan simplemente se dio por vencido y se dejó llevar con aquellas criaturas, Shawn seguía gritando, en ese momento supe que no era simplemente un cautivo, lo habían herido. /
Estábamos solos, heridos y con miedo, se habían llevado a Dylan hace una hora, sentía como la esperanza de recuperar a Daniel se esfumaba, él siempre había sido la prioridad y ahora parecía imposible, estaba al borde del colapso cuando escuche la voz de Dylan.
-Rápido, salgamos de aquí.
Dijo mientras comenzaba a desencadenar a todos, no entendíamos como había llegado aquí, pero teníamos miedo de preguntar ¿y si no era el verdadero Dylan?
-Que haces aquí.
Dijo Shawn de una vez por todas.
-Larga historia.
Contesto de manera bromista el duende mientras le guiñaba un ojo a Shawn, él simplemente se cruzo de brazos algo molesto, seguimos a Dylan hasta el calabozo en donde estaba Sage, rápidamente abrí la puerta y corrí hacia ella, se veía peor que la última vez, estaba demasiado pálida y estaba empapada de sudor y lo que parecía ser sangre.
-Dios mío ¿estas bien?
Dijo Reira acercándose a ella rápidamente mientras Sam la liberaba de las cadenas, Sage no hablaba, parecía no tener la fuerza para ello, Shawn la cargo, era la única forma de llevarla, faltaba Daniel, corrimos a su celda, pero ya no estaba, sentí como algo dentro de mi desaparecía.
-Tranquila, estará bien.
Dijo Sam tomando mi hombro y abrazándome, pero sabía que no era así, estaba en algún lugar de ese castillo, quizá muerto.
-Maldita sea, esperen aquí.
Dijo Shawn mientras le pasaba el cuerpo débil de Sage a Dylan, el chico tomó la forma de un murciélago, de alguna forma podía hacer que su ropa se encogiera, voló lejos sin dejar que alguno le impidiera hacerlo.
No sabíamos que hacer, estábamos parados en un lugar que ni siquiera Dylan conocía, al cabo de unos minutos una rata corrió por la habitación hacia nosotros, poco a poco fue creciendo hasta ser Shawn gateando, al parecer había encontrado la salida, le seguimos hasta una gigantesca puerta color vino, al cruzar nuestras vestimentas tomaron el mismo color, incluso el gorro de Dylan, lo cual le molesto un poco al duende.
Narra Shawn
/ Volaba en dirección al norte, o eso creía, mi instinto me decía que era el norte, cerré los ojos un momento y sentí un golpe, caí al suelo, había golpeado una puerta gigantesca, en ese momento con mis pocas fuerzas tomé la forma de un gusano, pase debajo de la puerta y lo vi, ahí estaba, rodeado de más gente. /
Narra Anni
Al entrar, todo se detuvo, voltearon a vernos los presentes, al fondo había un cuerpo, en una especie de ataúd que con pocas fuerzas se mantenía de pie, no dude ni un segundo y me transformé, mis ojos se tornaron amarillos y mis uñas se volvieron más grandes y gruesas, capaces de penetrar la piel humana, mi cara se deformó un poco al igual que mi mandíbula, mis colmillos crecieron lo suficiente para poder arrancarle el brazo a alguien con una sola mordida.
Narra Shawn
Observe a mi mejor amiga, parecía furiosa y había adoptado su forma sobrenatural, así que simplemente lo hice, hice que mi brazo fuese un martillo gigantesco de hierro, golpearía a los demonios necesarios para que la estuviese bien, siempre había sido así, en el fondo la amaba más que como a una amiga.
Narra Dylan
Observe cómo se transformaban, a mi lado estaba Barry, quien también lo hizo, o algo así, sus ojos se volvieron amarillos, como los de su hermana y su cuerpo comenzó a vibrar, Reira y Sam no faltaron, Reira saco sus halas y comenzó a volar levemente mientras unas esferas de magia rosadas aparecían en sus manos, Sam se puso la capucha que tenía su suéter, ocultando sus ojos, sus manos produjeron las mismas esferas que Reira, solo que estas eran negras y un poco más grandes, uno tenía magia blanca y el otro oscura, tuve que hacerlo, saqué unos polvos de mi bolsa y los soplé, eran polvos controladores.
-Confundus.
Susurré haciendo que los demonios y el chico perdieran la noción de lo que pasaba, había hecho un simple hechizo, para evitar la sangre, o eso esperaba.